EE.UU. debate intervención directa en Irán y el Pentágono estudia sus opciones militares
EE.UU. debate intervención directa en Irán y el Pentágono estudia sus opciones militares IRÁN HA DISPARADO más de 400 misiles contra territorio israelí. En la foto, el sistema antiaéreo en Tel Aviv.
FRANCE PRESSE E l Pentágono está preparando distintos planes y cursos de acción en caso de que el Presidente estadounidense, Donald Trump, dé la orden de un ataque directo en contra del régimen iraní, en medio de un tenso debate en la Casa Blanca --que provoca división entre las bases políticas del republicano-sobre la conveniencia de que el país se involucre más en la guerra entre Israel e Irán. Trump se ha mostrado ambiguo frente a la posibilidad de una acción directa estadounidense contra Irán. "Puede que lo haga, puede que no. Es decir, nadie sabe qué voy a hacer", dijo ayer. "Tengo ideas sobre qué hacer, pero no he tomado una decisión final porque las cosas cambian", añadió.
Según Trump, el régimen iraní está "recibiendo una paliza" por parte de Israel, pero todavía tiene opciones de alcanzar un acuerdo con Washington sobre su programa nuclear antes de empeorar las cosas. "No busco una pelea --aseguró--, pero si es entre pelear y tener un arma nuclear, tienes que hacer lo que tienes que hacer". Mientras decide los próximos pasos, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, sostuvo ayer en una audiencia ante el Comité de Servicios Armados del Senado que no podía confirmar un bombardeo inminente de EE.UU. contra Irán, pero insistió en que "la palabra del Presidente Trump significa algo" y que el Pentágono se alistaba para los distintos escenarios. "Nuestro trabajo es estar preparados con opciones, y eso es precisamente lo que estamos haciendo", dijo.
GBU-57, el rompebúnkeres Hasta ahora EE.UU. solo reconoce haber otorgado apoyo defensivo a Israel para interceptar los cientos de misiles que Irán ha disparado contra su territorio, desde que el viernes el Ejército israelí lanzó una inédita ofensiva contra la República Islámica. Pero hay mucho movimiento de las fuerzas estadounidenses en Medio Oriente. El Pentágono ha desplegado aviones de combate adicionales y naves cisterna de reabastecimiento en varias bases de aliados europeos y en Arabia Saudita.
Los buques USS "The Sullivans" y USS "Arleigh Burke" han participado de las operaciones de defensa área de Israel, mientras que el portaaviones USS "Carl Vinson" está en el mar Arábigo con sus cuatro buques de guerra para proporcionar seguridad a las tropas y bases en el Golfo de Omán y el Golfo Pérsico. Actualmente hay unas 43.000 tropas norteamericanas en la región.
La principal especulación es que Washington podría apoyar la campaña militar de Israel con la bomba GBU-57, un artefacto de 14 toneladas conocido como el "rompebúnkeres", con capacidad para perforar hasta 60 metros de profundidad, que se considera es el único que podría destruir la centrifugadora nuclear de Fordow, ubicada debajo de las montañas iraníes. El único avión que puede lanzar esta poderosa bomba es el bombardero furtivo estadounidense B-2 Spirit. "Es posible que EE.UU. ataque a Irán, en particular su planta de enriquecimiento de Fordow, que está profundamente enterrada.
Trump está evaluando esta opción en este mismo momento", opinó Barbara Slavin, experta del Stimson Center. "Sin embargo, creo que todavía existe la posibilidad de una salida diplomática, pero solo si EE.UU. logra persuadir a Israel de detener sus ataques una vez que este considere que ha causado un daño significativo", añadió. Halcones versus aislacionistas No es una decisión simple para Trump, quien enfrenta una división al interior de sus bases políticas respecto a la guerra de Israel e Irán.
Figuras de la derecha trumpista como su exasesor Steve Bannon o la congresista Marjorie Taylor Greene, así como el comentarista Tucker Carlson, se han manifestado fuertemente en contra de que EE.UU. participe en un nuevo conflicto bélico en Medio Oriente que les recuerda las "guerras eternas" en Afganistán o Irak. "Trump sigue enviando mensajes contradictorios sobre si desea retomar la vía diplomática que Israel interrumpió con sus ataques contra Irán el 13 de junio, o si quiere que EE.UU. intervenga de manera más directa en el conflicto del lado de Israel", dijo Eric Lob, investigador del Carnegie Endowment for International Peace Middle East Program. "Este proceso de toma de decisiones ha generado un debate y una división dentro del Partido Republicano. Por un lado, los intervencionistas o halcones apoyan una participación de EE.UU. para infligir un daño mayor, tanto militar como posiblemente político, a lo que perciben como un Irán debilitado. Por otro lado, los aislacionistas se oponen a enredar a Estados Unidos en otra guerra en Medio Oriente y a gastar más sangre y recursos en ella, tal como Trump había prometido durante su campaña. Aún está por verse qué bando se impondrá en este momento crítico o punto de inflexión de la guerra entre Irán e Israel", agregó.
Jamenei amenaza con "daños irreparables" En ese cálculo también influye el tamaño y poder de Irán, un país de 89 millones de habitantes que --si bien debilitado-tiene más de 1 millón de hombres en armas, posee un arsenal balístico considerable, es aliado de Rusia y China y en esta campaña ha logrado golpear blancos en territorio israelí usando incluso misiles hipersónicos.
Ante el llamado del propio Trump a una "rendición incondicional" por parte de Teherán, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, respondió ayer que su país "nunca se rendirá" y amenazó con una fuerte represalia en caso de que Washington se sume a la ofensiva israelí. "La nación iraní se opone firmemente a una guerra impuesta, como se opondrá firmemente a una paz impuesta. Esta nación nunca se rendirá a los dictados de nadie", afirmó en un discurso televisado. "Los norteamericanos deben saber que cualquier intervención militar por su parte implicará daños irreparables", enfatizó.
Irán, sostienen los expertos, todavía tiene opciones a mano, reactivando los grupos proxy que controla en Medio Oriente, lo que podría provocar una inestabilidad generalizada en la región y tener repercusiones globales en cuestiones como el comercio internacional o el precio del petróleo. "Irán probablemente com e n z a r í a p i diendo a los hutíes que rompan su alto el fuego con EE.UU. y reanuden los ataques contra fuerzas estadounidenses y la navegación comercial en el mar Rojo.
Luego, podría instar a las milicias respaldadas por Irán en Irak a atacar a las tropas estadounidenses que aún están allí", dijo Slavin. "Irán también podría --si no lo está haciendo ya-intentar producir en secreto un arma nuclear rudimentaria para disuadir nuevos ataques contra su territorio. No está claro si Irán tiene centrífugas y material fisible ocultos que puedan ser rápidamente enriquecidos hasta alcanzar calidad para armamento.
Muchos de nosotros hemos advertido que lo único que realmente llevaría a Irán a fabricar una bomba sería que se bombardeara a Irán". Según Lob, Irán también podría apuntar sus misiles y drones contra las bases militares y portaaviones en los países del golfo. "Teherán también ha considerado cerrar el estrecho de Ormuz o atacar buques cisterna en esa zona, por donde se transporta el 20% del petróleo mundial.
Una acción de ese tipo impondría un costo económico a EE.UU. y a los mercados globales". Washington está movilizando aviones de combate y buques hacia Medio Oriente: EE.UU. debate intervención directa en Irán y el Pentágono estudia sus opciones militares JEAN PALOU EGOAGUIRRE "Puede que lo haga, puede que no. Es decir, nadie sabe qué voy a hacer", dijo Trump sobre un eventual ataque al régimen iraní. EL FACTOR RUSO El viceministro de RR.EE. de Rusia, Sergei Ryabkov, dijo ayer que Moscú ha advertido a Washington contra "consideraciones especulativas o hipotéticas" sobre ofrecer asistencia directa a Israel..