Autor: Diego Benavente, ingeniero civil y regionalista
COLUMNAS DE OPINIÓN: Centralismo a todo dar
COLUMNAS DE OPINIÓN: Centralismo a todo dar Diego Benavente, ingeniero civil y regionalista nadelas características más evidentes y persistentes en nuestro país es el centralismo endémico que ha marcado la historia yla política nacional.
A pesar de los esfuerzos por promover un desarrollo equilibrado, la realidad muestra que las grandes inversiones en infraestructura y proyectos de envergadurasiguen concentrándose en Santiago, dejando las regiones ala cola, con menos recursos y oportunidades para crecer de manera autónoma y sustentable. Un ejemplo claro de esto es el anuncio dela futura conexión del Metro de Santiago con el Aeropuerto, un proyecto que, si bien esimportante, refleja cómo las prioridades siguen centradasen la capital. La futura red tendrá una extensión de entre 6 y 7 kms, con un costo cercano a los USD 300 millones. Esta significativa inversión debieraser parte de un plan que contemplara un desarrollo más equitativo entodo el país. Como! lo hemos dicho muchas veces en estas columnas, más allá del costo y la planificación, lo que realmente llama la atención es cómo los usuarios del Metro y del Transantiagoreciben subsidios año trasaño. El costo privado del pasajeesmuy inferior a su costo social y esa diferencia la financiatodoel país. Es decir, los recursos a quese destinanam er estos su 3 3 jente a quienes viven en la Región Menopaliana, Gonsla centración de población y capital es mayor. Esto genera un efecto de beneficio neto para la capital, que refuerza su posición como centroneurálgico del país, mientras quelasregiones siguen en lasombra, con menos inversión y oportunidades. Este fenómeno tiene varias consecuencias. En primer lugar, perpetúa una desigualdad estructural, donde las regiones alejadas de Santiagono logran captar la misma inversión en infraestructura, educación, salud y desarrollo económico.
La concentración excesiva de población y capital enla capital genera una especie de círculo vicioso: más recursos y beneficios en Santiago atraen aún más población y capital, mientras que las regiones pierden su potencial y se vuelven dependientes delas decisiones centralizadas. Además, esta dinámica afecta la percepción de igualdad y justicia social. La inversión en infraestructura en Santiago nosólo responde a una lógica de eficiencia, sino también a una lógica política y de poder que favorece a la capital. La inversión en proyectos de gran envergadura en regiones, que podrían impulsar su desarrollo autónomo, muchas veces queda en segundo plano o se realiza de manera insuficiente, perpetuando la desigualdad. Esimportante entender queel centralismo nosoloesun problema de distribución de recursos, sino también de vi sión de país. La historia nos muestra que un desarrollo equilibrado y sostenible requiere una distribución másjusta de las inversiones y una planificación que considerelas necesidades específicas de cada región. La infraestructura, la educación, la salud y las oportunidades económicas deben ser un derecho de todos los habitantes, no sólo de los que viven en Santiago. Para avanzar hacia un país más equitativo, es fundamental que las políticas públicas apuntena descentralizar el poder y los recursos. Esto implica no solo invertir en infraestructura enregiones, sino también fortalecer sus capacidades institucionales y económicas.
Sólo así podremos rom: per este círculo vicioso del centralismo y construir un país dondetodaslasregionestenganla oportunidad de crecer y prosperar en igualdad de condiciones. prosperar en igualdad de condiciones. prosperar en igualdad de condiciones. prosperar en igualdad de condiciones. prosperar en igualdad de condiciones. prosperar en igualdad de condiciones..