Más de tres mil juguetes chilenos darán vida a un museo itinerante: viajarán por los distintos campus de la UC
Aunque Juan Antonio Santis (59) se reconoce como "un niño de juguetes", no fue sino hasta 2000, cuando cursaba un posgrado en Museología en la U. de Chile, que se decidió a coleccionarlos. Licenciado en Arte y especializado en Escultura, nació en Arica cuando esta era puerto libre y su papá era comerciante.
A los tres años llegó a vivir a Santiago, "con muchos juguetes, pero importados de Japón, Alemania, etcétera". El coleccionista cuenta que "primero me entusiasmé con armar maquetas de aviones y barcos", pero luego se dio cuenta de que le gustaban los juguetes en sí, "entonces, empecé a comprar, pero sin ningún afán de coleccionar, simplemente porque estaban a buen precio y eran bonitos". Así, pasó el tiempo y llegó al curso de especialización con el profesor Santiago Aránguiz (que ha sido premiado con el llamado "Nobel del diseño"), quien le pidió diseñar una exposición basada en un solo objeto, no convencional. "Pensé inmediatamente en un carro bomba japonés que tenía, muy bonito, que tocaba su campanita.
Pero el profesor pidió que el objeto fuera chileno". Así, se acordó de un "tanquecito de lata chileno de la fábrica Carro Bombas Carvajal, que había visto en Valparaíso pero que no compré porque esa vez me apuraron y no pude escuchar al vendedor. Así que volví y lo compré feliz". Sin embargo, Santis relata que, contrario a lo que pensó, no tenía el proyecto resuelto, sino que ahí partiría todo.
Fue a la Biblioteca Nacional a buscar la información para el trabajo y "eso fue fundamental para que me diera cuenta de que no había absolutamente nada escrito sobre el tema, y no sé por qué, las cosas de la vida, se me ocurrió, en ese momento, decirme a mí mismo: `A esto me voy a dedicar, a la colección de juguetes chilenos, e investigar'. Porque no quería ser un mero juzgador por la estética.
Investigar sobre esta industria, que vi que era un nicho inexplorado, y ahí comencé esta colección". Actualmente, tiene más de tres mil juguetes, que van desde 1892 a 2022, junto a otros mil documentos, como matrices y fotografías, los que ha ido adquiriendo y rescatando desde distintas partes, como por ejemplo, el Mercado Persa, el Persa Biobío, algunos establecimientos de regiones, e incluso, ha conseguido juguetes chilenos que estaban en el extranjero. "Museo homeless" Con todo, Santis relata que "sigo siendo un museo homeless", porque más allá de estar inscrito en la Organización Nacional de Museos, la mayoría de su colección se encuentra resguardada en bodegas y espacios que le han cedido. Pero el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, cuenta la otra parte de la historia.
Hace algunas semanas, y mientras esperaba con el profesor Hugo Palmarola una reunión con la directora del Centro Cultural Palacio La Moneda, el diseñador (y León de Plata en Venecia) le comenta sobre un muy buen amigo que tiene un museo del juguete y que "está buscando una casa para su colección". "Ahí me interesé mucho más", relata Sánchez, "porque el juguete muestra el comportamiento humano, las tendencias, la importancia de determinadas fechas. Muestra, por ejemplo, la evolución del transporte, de la guerra, de la vida en comunidad. O sea, hay muchos aspectos sociológicos que se expresan en el juguete.
Entonces, cuando me planteó esto de que tenía la historia del juguete chileno, dije: `Qué interesante, ¿cómo podemos conversar con esta persona para conocerla?". Así, Santis y Sánchez estuvieron en conversaciones por varias semanas, y el lunes 11, en la Casa Central, se firmó un convenio con el cual se entrega en comodato la colección a la universidad, la cual se comprometió a tener una muestra en alguna de las salas de sus campus, incluido el de Villarrica. Incluso, puede haber exposiciones en otras regiones, considerando la colaboración del plantel con otras instituciones de educación.
También se acordó que Santis será el curador de las muestras, y el próximo año dictará un taller pensado en el diseño del juguete. "A mí lo que me interesa no es ser el coleccionista que tiene esto para el disfrute propio y de sus amigos, sino que dejarlo como mi trascendencia, y legarlo a mi país de alguna forma, decir que fue mi misión país, porque todavía falta mucho por construir y si logro eso me voy a morir feliz y tranquilo", confiesa.
El pasado lunes 11, la universidad y el coleccionista firmaron el comodato Más de tres mil juguetes chilenos darán vida a un museo itinerante: viajarán por los distintos campus de la UC Juan Antonio Santis, quien lleva décadas armando su colección, confiesa que no le interesa tener los objetos para un "disfrute propio", sino que quiere que sea un legado y se recupere parte de la historia. JAVIERA HERRERA DICIEMBRE Ese mes podría ser la primera exposición del museo del juguete, en la Casa Central de la U. Católica. Tanque de hojalata de la década del cuarenta. Árabe en dromedario, de madera esmaltada. Camión de bebidas, de hojalata litografiada, de los años cincuenta. Oso confeccionado en una fábrica de Valparaíso. Más de tres mil juguetes chilenos darán vida a un museo itinerante: viajarán por los distintos campus de la UC.