Si lo que queda de la historia es el olvido
Si lo que queda de la historia es el olvido C.R.
Muchacha italiana viene a casarse (Al aire libro, 2024), de Darwin Rodríguez Saavedra, es una colección de 18 cuentos cuyo título repite el de una telenovela mexicana que comenzó a exhibirse en Chile en los meses previos al golpe de Estado de 1973, y que tuvo un gran impacto mediático, quizás debido al inhóspito contexto político en que se encontraba el país. Por supuesto, no puede descartarse que el argumento, así como el protagonismo de la actriz Angélica María y del actor Ricardo Blume, hayan sido los que catapultaron el éxito de la producción.
Como sea, su sola mención constituye en Chile una marca de época y de generación, la de quienes eran jóvenes y habían podido conocer el gobierno de la Unidad Popular, que habiendo quedado trunco despertaba en la juventud su propia frustración y rebeldía.
De estos sueños interrumpidos, de la persecución, de la prisión y el exilio tratan estos cuentos, pero a la manera en que la literatura saca de estos temas su mejor provecho: con la ambigüedad suficiente como para que superen el testimonio de esa frustración. Son cuentos contados con gracia, a veces con humor (como en "¡ Va, Enrique! "), a veces con ironía, para dejarnos asomados a un estado de cosas que se siente en la atmósfera.
Es decir, son cuentos que transmiten antes que nada una sensación que va adquiriendo distintos matices, puede ser una sensación de mundo perdido, o de mundo canalla; o también, de vivencias de juventud de una cierta riqueza, de una cierta envergadura y profundidad.
Es la manera que tiene este libro de ofrecer un variado registro de narraciones alusivas a una época histórica que viene bien recordar en lo que fue, historias más o menos anónimas de gente más o menos "común" o, porque, como se dice al final de las dedicatorias, porque sí. Por qué no.
Por permanecer en el recuerdo del olvido. (s.p. ) Si esa es la vocación del libro, cumple bien su cometido, sobre todo cuando se narra desde un presente en que el recuerdo doloroso se cuela en los intersticios de lo trivial, de lo que sin duda vamos a olvidar porque es parte de la rutina, o es parte de la evanescencia del tiempo presente, como en "Qué busca pollita ciega", donde se deja oír la canción también famosa en los años 70, "La felicidad, ja ja ja ja". El recuerdo se cuela en los intersticios del presente sin hacerlo trizas, dejándolo ser leve tristeza. Pero otras veces el narrador está instalado en el pasado en que pequeños actos denuncian el inminente peligro. Elogio la brevedad de los relatos, que es acorde con su sentido de la levedad, entendiendo esta como un valor literario.
La levedad es el efecto que produce un cuento en que se ha buscado equilibrar una mirada oblicua, lejana, con el peso de la historia (o la Historia). Quizás la manera más justa de recordar un pasado doloroso, e incluso traumático, sea descreer de él y de quien fue uno mismo en él, y de lo que hizo. El significado de esas acciones y de esas convicciones está siempre por verse en su relación con el presente. A menos que nos quedemos un poco estancados, como El Coelemu recordando a su amada muchacha italiana.
Es sano recordar para el olvido, al menos, es literariamente sano, porque invita al lector a entrar en esas historias con sencillez, como si fueran una brizna que nos queda del pasado, una imagen de una telenovela, una frase de una canción popular, el estribillo de un juego de infancia. OPINIONES Twitter @DiarioConce contacto@diarioconcepcion.cl Cultura & Espectáculos Reseña Literaria Colaboración de Cátedra Gonzalo Rojas, UdeC pero sin estridencia combativa a punto de estallar.
En ese sentido, estos cuentos recuerdan un poco a la generación de los cuentistas novísimos, como se llamó a la generación postboom, la de Skármeta, por ejemplo, que hizo gala de un tipo de narración sensible, pero no sensiblera.
Como en aquella, abordamos aquí una narración astuta, que constata, que da cuenta de un mal momento histórico, vivido con pasión juvenil, pero evocado por una voz narrativa madura, distanciada, quitándole la gravedad que sin duda tuvo en su momento, pero que ahora quiere recordarse con serenidad y sin heroísmo, tal vez porque son.