Autor: Valeria Cárcamo Vidal Representante Nacional Comité Central Frente Amplio y precandidata a diputada
Columnas de Opinión: Presidencia de Chile: tres alemanes y una chilena
Columnas de Opinión: Presidencia de Chile: tres alemanes y una chilena L as encuestas no pudieron contener el fenomeno Jeannette Jara.
Contra todos los pronósticos y pese a las resistencias evidentes, la candidata del Partido Comunista arrasó en la primaria del oficialismo con un 60% de los votos, superando no sólo a sus contendores, sino también a una élite que aún no entiende que la dignidad se volvió pueblo hace rato. Del otro lado, la derecha está atrapada en un concurso grotesco de quién puede ser más reaccionario. La ultraderecha lanza frases como "Jara es Bachelet con esteroides" o insinua, sin pudor, un nuevo acuerdo para un golpe de Estado. No son deslices: son parte de una estrategia calculada, donde Johannes Kalser se desboca para que José Antonio Kast parezca "moderado", Pero no nos confundamos: son exactamente lo mismo. Esta táctica calcada del manual trumpista no es casual. Vemos una derecha que copia los métodos del presidente estadounidense: burlarse de las personas por suapariencia fisica, su edad o alguna condición de salud.
Una derecha que busca aplausos faciles con frases crueles, mientras calla frente a decisiones internacionales que golpean directamente a Chile, como los aranceles arbitrarios impuestos por el mismo Trump. ¿ Dónde están las voces de Kast y compañía cuando el neoproteccionismo norteamericano daña nuestra economia? En paralelo, Evelyn Matthei se desmorona. Durante años fue la carta presidencial de la derecha. Hoy cae al tercer lugar -y sigue bajandovíctima de su propia soberbia. Porque si Evelyn tiene una gran enemiga, esa es ella misma. Su fallido spor "fuera de campaña" no fue más que una radiografia de su desconexión con el pais y el momento politico.
También la hemos visto últimamente diciendoa los periodistas ";basta! " cuando le preguntan sobre las encuestas, o tirarse al público desde un escenario para poder ganar puntos que la permitan reubicarse a la cabeza de las preferencias. Las presidenciales están encendidas, si, pero no por un debate profundo de kleas en la derecha, sino por una avalancha de discursos de odio que buscan likes y titulares. Mientras Kaiser y Kast cultivan la division, y Matthei se queda sin argumentos, Jeannette Jara emerge como una figura capaz de articular al progresismo frente a la amenaza neofascista que se asoma en noviembre. Frente a quienes infunden miedo, Jara propone certezas acuerdos amplios, reformas concretas y avances sociales como la ley de las 40 horas y la reforma de pensiones. No son promesas vacías: son hechos. Y aquí la pregunta: ¿ tuviste alguna vez un compañero o compafera que se apellidara González, Pérez o Jara? Yo si. Y hoy, una de ellas es candidata presidencial. Se llama Jeannette Jara. Es de Conchali, creció en una población, estudió en colegio público y llegó hasta donde está sin apellidos compuestos ni privilegios heredados. Su historia no es una excepción: es la historia de la mayoría. Y por eso incomoda tanto a quienes siempre se han creído dueños de Chile. C Columna.