Editorial: Financiamiento de la Educación Superior
Editorial: Financiamiento de la Educación Superior L a reciente aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto de Financiamiento para la Educación Superior (FES), que busca reemplazar al cuestionado Crédito con Aval del Estado (CAE), abre un debate imprescindible sobre la sustentabilidad del sistema universitario y la equidad en el acceso.
El respaldo mayoritario en el Congreso refleja una transversalidad política poco habitual, que reconoce el agotamiento del modelo vigente y la necesidad urgente de ofrecer a más de un millón de familias una alternativa justa para enfrentar el endeudamiento. Sin embargo, las advertencias de los rectores del CRUCh y del G9 no pueden pasarse por alto. Tal como lo señaló Osvaldo Corrales, el tema del copago para los deciles séptimo, octavo y noveno es "fundamental" para asegurar la viabilidad financiera del sistema.
La gratuidad, si bien ha sido un avance, ha generado fragilidades en varias instituciones; y sin un mecanismo que equilibre los aportes de los distintos segmentos sociales, corremos el riesgo de comprometer la estabilidad de universidades públicas y privadas con vocación pública.
En entrevista con El Mercurio de Valparaíso, el ministro Nicolás Cataldo reconoció que esta discusión es ineludible: el décimo decil ya contempla copago, y lo razonable es avanzar en un marco regulado para los sectores medios, de manera de compatibilizar justicia social con responsabilidad fiscal. El propio Cataldo insiste en que el diálogo con senadores e instituciones será clave para construir los acuerdos. Esa convicción, respaldada en el precedente de la reforma a la educación pública aprobada unanimemente en el Senado, abre una ventana de optimismo. La educación superior chilena requiere más que parches; necesita un sistema de financiamiento que sea sostenible, equitativo y que brinde certezas tanto a estudiantes como a universidades.
El FES puede ser la oportunidad histórica de corregir los errores del CAE, pero su éxito dependerá de que el Senado tenga la madurez política para no eludir el debate de fondo: cómo compatibilizar acceso con sostenibilidad. En ello se juega, ni más ni menos, el futuro del sistema universitario chileno.. El FES es un avance, pero sin definir el copago en algunos sectores medios, la sostenibilidad seguirá en riesgo. E Editorial