La escritora Paz Corral y los futbolistas Enzo Roco y "Kike" Acuña recuerdan sus raíces
La escritora Paz Corral y los futbolistas Enzo Roco y "Kike" Acuña recuerdan sus raíces El sello que deja Ovalle en los niños y jóvenes no es sólo de bonitos recuerdos y de alguna formación familiar y académica, ya que destacados artistas y deportistas reconocen la influencia de la comuna en su crecimiento cultural y formativo.
La escritora Paz Corral y los futbolistas Enzo Roco y "Kike" Acuña recuerdan sus raíces LA CULTURA Y EL DEPORTE OVALLINO QUE SE REFLEJAN A NIVEL NACIONAL E INTERNACIONAL INFLUENCIA OVALLINA La escritora Paz Corral Yagnam, jefa de proyectos literarios de la Editorial ZigZag, nació y creció en la capital limarina y destaca la influencia de la zona en varios de sus cuentos. "Todos los recuerdos de mi niñez y juventud están asociados a Ovalle, y tengo la suerte de decir que la mayoría son muy buenos.
Recuerdo perfectamente que los domingos iba con mi padre a la plaza de armas y nos dejaba escoger una revista en el kiosco que había en la plaza, y nos íbamos a comer un completo a La Central (frente a la plaza) ese era un paseo típico. También recuerdo la librería de mi abuelo, Libros Centro, que en mi adolescencia fui mucho y había muy buenas conversaciones. Mucha gente pasaba por ahí a tomarse un café y a saludar, y yo muchas veces estaba ahí buscando libros y participando en las conversaciones", recuerda con emoción.
Apunta que otra etapa importante en su formación fue el paso por la Escuela de Música de Roberto Rivas Suárez / Ovalle Ovalle, ubicada en calle Santiago con Independencia, cuando recién partía y era un proyecto muy pequeño. "Yo tocaba violoncello.
Con esos compañeros todavía tengo relación hoy en día, y con nuestra profesora, Doris Martinac, nos mantuvo unidos y nos reunimos con ella hasta un año antes de su fallecimiento, que fue apenas hace dos años.
Ese paso por la música ovallina me marcó, porque fue bonito pertenecer a un grupo escolar que no solo destacaba los logros académicos, sino que hacía énfasis en la cultura y la música, apreciando todos los aspectos de la estética.
Siempre he dicho que fueron fundamentales en mi formación". La escritora cuenta ya con Pa z C orr al L a magia de la comuna de Ovalle no sólo puede expresarse en la calidez de su gente o en sus lugares únicos, sino en la formación de miles de niños y jóvenes que luego recordarán lo aprendido y lo pondrán a prueba en distintos escenarios nacionales e internacionales. En áreas tan diversas como la literatura y el deporte, ovallinos han sabido reconocer la influencia de la zona en su trabajo.
Así lo demuestran la escritora Paz Corral y los futbolistas Enzo Roco y "Kike" Acuña, quienes dieron sus primeros pasos en sus profesiones en la capital limarina. nueve libros publicados, mientras que el décimo está por llegar.
Muchos de sus cuentos y libros tienen la influencia de la ciudad que conoció en su niñez y juventud. "En mi primer libro, `El vampiro niño que soñaba con bailar', toda la inspiración con la que yo le describí la casa a la ilustradora viene del `castillo' que está en la salida de Ovalle, un lugar que siempre me llamó mucho la atención, y que siempre estuvo muy abandonado y estaba cargado de misterio. Se mostraba tenebroso, por lo que a mí me generaba mucha curiosidad. En general, en toda mi línea narrativa hay mucho de la oralidad, de narrar las cosas como las narraba la gente del campo, y todo eso siempre está muy presente en mi trabajo. Y me marcó mucho la narrativa de Carmen de Alonso, que no nació en Ovalle, pero que vivió muchos años allí.
Y ella tiene una manera muy especial de narrar los cuentos para niños". Sobre sus visitas a la comuna, sobre todo a los eventos culturales, destaca que "me siento muy honrada de que me inviten a la Feria del Libro de Ovalle.
Me siento muy orgullosa de mis raíces y de pertenecer a una comunidad en la que había mucha solidaridad, en la que todos eran amigos o parientes, en la que había mucho contacto con el campo".. La escritora Paz Corral y los futbolistas Enzo Roco y "Kike" Acuña recuerdan sus raíces FUTBOL Y FAMILIA Por su parte el futbolista Jorge "Kike" Acuña, de padre ovallino y aunque nacido en Santiago, llegó a vivir a la perla del Limarí con apenas 3 años, por lo que pasó en la comuna su infancia y parte de su juventud. Además su familia se quedó en Ovalle, y de ahí la importancia de la ciudad en su formación. "Yo me siento un ovallino porque fue aquí donde inicié con el futbol desde muy chico. Primero en el Colegio San Viator, y luego en la Academia Kico Rojas, una academia muy bonita con la que hice muchos amigos con los que todavía mantengo contacto. Allí me di cuenta que podía ser futbolista, y aprendí valores que me sirvieron para la vida, más allá de lo deportivo.
Estoy muy agradecido de haber formado parte de esa escuela porque de alguna manera me abrió la puerta para poder ir a jugar varios campeonatos valiosos que habían en la época, en La Serena, en Santiago, que fue cuando me contactaron para poder jugar allí". Acuña recuerda que tenía 11 años cuando fue a probar con la Católica, y fue cuando se quedó con el equipo con el que comenzó su carrera profesional.
Una carrera que lo llevó a jugar en Países Bajos y Sudáfrica y a ser miembro de la selección nacional por varios años cuando fue llamado por Marcelo Bielsa. "Tuve una carrera muy bonita, que pudo haber sido mucho mejor de no ser por los errores que pude haber cometido en el camino, por impulsivo o por inmaduro.
Pero estoy muy orgulloso de la carrera que hice", comenta, quien recientemente fue técnico de equipos de categorías de ascenso como San Felipe y Santiago City, y quien además mantiene una Escuela de Fútbol en Chicureo, Santa Elena, Santiago, a la que asisten más de 60 niños y jóvenes entre los 6 a los 14 años. "Con gusto me vendría a dirigir alguno de los equipos de Ovalle, amo el futbol y soy muy apasionado de este deporte. Me gustaría aportar a Ovalle". Sobre sus memorias, destaca que "de Ovalle tengo los mejores recuerdos.
Creo que la mejor parte de un ser humano es cuando es niño, y mi niñez la disfruté en Ovalle y mis recuerdos son jugando fútbol, colocando dos piedras en la calle para jugar a la pelota con los amigos, y se paraba el partido cuando iba a pasar un auto. Eso era con mis amigos del colegio y con los vecinos. Recuerdo que íbamos con mi familia a Tongoy y siempre llevábamos una pelota y cuando veíamos un grupo de niños en la playa, siempre jugábamos un partido. Así que todo el día para mí era futbol y esos son los recuerdos más bonitos que tengo", concluye el ex jugador. Jo rg e A cu ña.
La escritora Paz Corral y los futbolistas Enzo Roco y "Kike" Acuña recuerdan sus raíces EN TIERRAS ÁRABES Nacido en Ovalle y crecido en la población Fray Jorge, Enzo Roco es un futbolista que ha tenido, y tiene, una gran carrera deportiva que lo ha llevado a jugar en España, México y Arabia Saudita, además de integrar la Selección Nacional con la que conquistó la Copa América Centenario en 2016. "De Ovalle son muchos recuerdos los que tengo. Gracias a Dios y a mi familia tuve una linda infancia en Ovalle, la cual siempre fue muy apegada al deporte, al ejercicio, a los juegos. En ese entonces no habían celulares ni la tecnología que hay hoy en día y claramente la diversión estaba afuera, en las calles, así que me recuerdo jugando en mi barrio, en la Fray Jorge.
Me recuerdo también saltando el muro que había para ir a jugar a la cancha, para ir a entrenar a la Academia Municipal, todas las semanas y luego a jugar los fines de semana, y luego de los partidos me iba a jugar con mis amigos y nos quedábamos hasta las 12 de la noche o la una de la mañana cuando era fin de semana. Recuerdo que poníamos dos piedras en la calle, porque era una calle sin salida, y una pelota. Era suficiente para jugar, y no nos cansábamos, y nuestras mamás nos retaban para que entráramos a la casa. Se me vienen todos esos recuerdos, obviamente compartíamos con la familia, las reuniones familiares los fines de semana y jugar con todos los primos", recuerda Roco en conversación con El Ovallino.
Destaca que toda su educación básica la hizo en el colegio Fray Jorge, y que luego estudió en el Colegio El Ingenio, hasta el Primero Medio. "El cambio de séptimo a octavo es muy raro, pero es algo que cambió totalmente mi vida, porque es un cambio que se le ocurrió a nuestro profe de la Academia Municipal, Francisco Carvajal, que fue llevar a toda la categoría 92 al nuevo Colegio El Ingenio cuando se estaba inaugurando, para que pudiéramos estar todos en un mismo curso, en un mismo colegio y poder jugar el Campeonato Escolar. Y es ahí donde comienza toda mi aventura y mi travesía como futbolista, porque logramos ganar todas las fases, hasta llegar al Nacional, y hasta el Internacional Escolar, que se jugó en Colombia.
Esa decisión del profesor nos cambió la vida por todas las cosas que vinieron de ahí en adelante, así que estoy eternamente agradecido y eso jamás se me olvidará". Explica el jugador que gracias a ese campeonato fue que se acercaron representantes de clubes importantes del país y fue cuando comenzó algo más serio con la Universidad Católica y el profesionalismo. "Cuando me instalé en Santiago ya con un recorrido un poco más profesional, los primeros regresos a Ovalle eran difíciles porque me daban ganas de quedarme. Extrañaba mucho al principio, porque era mi primera experiencia afuera y solo, y fue un cambio muy drástico, así que no fue fácil, pero con el tiempo me fui adaptando.
Fui haciendo amistades, fui mejorando mi personalidad, mi forma de comunicarme, fui mejorando mi juego y superarme, y todo fue muy rápido, y eso me hizo fuerte mentalmente y me hizo seguir estando firme con la decisión de haberme ido a Santiago. Ya después, siendo profesional los viajes a Ovalle eran menos, tenía más responsabilidades, muchos más viajes en el primer equipo, y también juegos de la Selección.
La familia me acompañaba, pero ya cuando uno vuelve a su tierra, dan ganas de estar con toda la familia, de ver a los amigos, de juntarse, pero lamentablemente cuando E nz o R oco Enzo Roco De Ovalle son muchos recuerdos los que tengo.
Gracias a Dios y a mi familia tuve una linda infancia en Ovalle, la cual siempre fue muy apegada al deporte, al ejercicio, a los juegos" iba era por solo dos o tres días y no me alcanzaba.
Pero trataba de hacer lo mejor, de ver a los amigos, de compartir lo que estaba viviendo". Destacó que cuando jugó en Europa los viajes a Limarí eran más escasos, incluso, y con suerte, una vez por año. "Eso hizo que me perdiera muchas fechas especiales, cumpleaños, reuniones familiares o de amigos, navidades y año nuevo. Pero son parte del proceso, no como sacrificio, sino como parte de la profesión. Obviamente se extraña tu tierra, tu cultura, las tradiciones, la comida, y esos pequeños detalles que al final terminan siendo muy grandes.
Pero mi última visita fue muy especial, una de las mejores, porque regresé a mi tierra como padre, con mi niño que cumplió un año en Ovalle, y lo pude celebrar con mi familia, y también celebramos su bautismo.
Fue muy bonito porque el diácono que dirigió la ceremonia había sido mi profesor en el Colegio El Ingenio, así que fue muy especial, porque estuvieron amigos y compañeros de mi infancia". Consultado sobre lo que más extraña de Ovalle, sin pensar responde que "se extraña ese compartir con los amigos, y jugar una `pichanguita' y ponernos al día. Lo que más extraño es mi familia, mi abuelita, mi madre, mis hermanos, y gracias a mi abuelito que nos inculcó que teníamos que ser una familia muy cercana y unida.
Y se extraña la preparación de las comidas, los festivales, la visita al estadio y ese sentido familiar que tiene Ovalle, y del amor al deporte que mucha gente y muchos jóvenes sienten y viven, se extraña mucho. Deseo para Ovalle un feliz aniversario y que siga creciendo en todo ámbito, y que las cosas se hagan con el corazón, porque así es como las cosas salen bien"..