Cuadros de mayor gravedad e inflación elevan gasto familiar en fármacos para salud mental
Las patologías mentales se han posicionado como una de las grandes crisis de salud a nivel mundial.
Así lo confirmó un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que determinó que solo durante el primer año de la pandemia aumentaron en 25% los trastornos, especialmente, la ansiedad y la depresión. Sin embargo, no se trata de una evidencia que haya emergido solo desde el covid-19, sino que la emergencia hizo agudizar una realidad creciente. Y Chile no es la excepción. Un análisis del Departamento de Economía de la Salud del Ministerio de Salud buscó estimar y desmenuzar el gasto realizado entre los años 2014 y 2021. Ponderando distintas variables tanto dentro del sistema público como privado, el monto alcanzó los $208 mil millones en la red estatal en 2021, lo que representó un 1,7% del gasto público en salud ese año. Asimismo, a nivel privado fue de $332 mil millones (3,4%). En total, fueron $540 mil millones.
Junto con este incremento en el desembolso que realizan los sistemas de aseguramiento público y particular en la atención de los pacientes, también se registra un aumento explosivo del gasto que efectúan las propias personas en la compra de medicamentos para tratar las patologías de salud mental.
El denominado gasto de bolsillo en fármacos para dichos cuadros casi se triplicó en los últimos siete años, pasando de $61 mil millones a $170 mil millones, representando de esta forma el 31,4% de todo el desembolso ($540 mil millones) que realizó el sistema de salud del país en este tipo de patologías.
Miguel Prieto, jefe del Servicio de Salud Mental de la Clínica Universidad de los Andes, dice que "desde 2014 y hasta ahora ha habido un incremento sustancial de las consultas por salud mental, por muchos motivos, pero se disparó de manera brutal durante la pandemia y pospandemia. Esa es una de las explicaciones: hay más pacientes en tratamientos de los que había antes". Agrega que "la gravedad de los pacientes ha aumentado. Antes podía ser tratado con un tipo de medicamento, hoy esa persona requiere más de uno.
O un paciente que antes podía ser tratado solo con psicoterapia, ahora además necesita fármacos, lo que también puede explicar el aumento del gasto". Jaime Sapag, médico familiar y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica, concuerda en que en los últimos años ha habido un fuerte incremento en la incidencia y prevalencia de patologías de salud mental, lo que ha aumentado el gasto en medicamentos, pero también apunta que "con una inflación importante, en el que algunos medicamentos han tenido alzas de precio y donde los seguros públicos y privados no ofrecen una cobertura muy completa en término de medicamentos, las personas en muchos casos deben usar sus propios recursos para financiar todo o parte del tratamiento". Las coberturas Sin duda que el gasto de bolsillo en salud impacta no solamente la economía de las personas, sino que incluso, la adhesión a los tratamientos por parte de los pacientes, lo que a su vez puede derivar en casos más graves.
Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, sostiene que "el país debería ir avanzando en forma decidida en la cobertura de medicamentos ambulatorios en los planes de salud, tanto en el mundo público como privado para todo tipo de patologías". Aunque añade que "abordar esto tiene que ser paulatino y partiendo con algunas patologías.
Y de las primeras con las que hay que partir es con las de salud mental, que son las que deterioran más la calidad de vida y generan mayor gasto en licencia médica, por lo que es altamente rentable desde el punto de vista social, incorporar los tratamientos en la cobertura". De hecho, según el estudio de Salud, si se analiza el gasto en subsidio en licencias médicas, las isapres gastaron cerca de $338 mil millones, mientras que Fonasa más de $668 mil millones, es decir, más de $1,07 millón de millones en conjunto. Esto representa más del doble que todo el gasto en prestaciones y medicamentos de salud mental. Sánchez plantea que "lo primero es tener un diagnóstico oportuno, y eso tiene que ver con las listas de espera. Una vez que tienes el diagnóstico, este implica tratamiento.
Y si por falta de dinero de las personas el tratamiento no se puede hacer de forma rigurosa, indudablemente en esa situación el cuadro de salud mental tiende a agravarse y eso se traduce en un gasto en licencias importante". En siete años casi se triplicó el monto que destinan a esos medicamentos: Cuadros de mayor gravedad e inflación elevan gasto familiar en fármacos para salud mental MAX CHÁVEZ Especialistas aseguran que el incremento también obedece a bajas coberturas tanto en el sistema público como privado. Cuadros de mayor gravedad e inflación elevan gasto familiar en fármacos para salud mental.