Autor: Por: Valentina Echeverría O.
Casonas llenas de historias ... y problemas
Casonas llenas de historias. .. y problemas Las calles del casco histórico de La Serena guardan siglos de historia. Casonas centenarias, con paredes gruesas, ventanales antiguos y techumbres que desafian el tiempo, han sido testigos de generaciones de serenenses que las habitaron. Sin embargo, detrás de su valor patrimonial se esconde una realidad preocupante, ya que, muchas de estas viviendas han sido heredadas de manera informal o se encuentran en estado deplorable. Al recorrer la calle Almagro, es fácil notar fachadas desgastadas, grietas y señales de descuido. Algunas casonas han sido abandonadas y forzada la chapa para ser moradas por 'ocupas' según los vecinos y otras han logrado ser remodeladas gracias al esfuerzo personal de sus dueños.
LA HISTORIA DE UNA CASA CENTENARIA es que se está perdiendo agua, y no sé si es una fuga o qué será, pero nos afecta y nadie ha venido a arreglarlo». Herencias de palabra A solo una cuadra vive Jackeline D'Arcangeli, reconocida en el barrio por su simpatía y calidez humana.
Su historia refleja una realidad común en la zona, que son las conocidas herencias verbales. «Mi nono, que era italiano, compró esta casa en 1946 y se la regaló a mi papá, pero nunca hicieron el traspaso oficial, solo se lo dijo de palabra». Esa informalidad casi le cuesta perder su hogar. "Cuando mi hermana se enfermo, me advirtió que si no arreglábamos los papeles, la casa podia pasar al Estado». Gracias a trámites en Bienes Nacionales y un proceso que se extendió por meses, Jackeline logró regularizar la propiedad justo antes de que su hermana falleciera.
Recién este año obtuvo la documentación que le permite legalmente vender, arrendar o realizar mejoras en la vivienda, esto último con permiso del Servicio Regional de Patrimonios. "Los subsidios para reparar estas casas son super importantes, porque hacerle un cambio completo a la techumbre, por ejemplo, tiene un precio altísimo». Mientras las generaciones pasan, las casas del casco histórico de La Serena siguen en pie, aunque muchas de ellas tambalean bajo el peso de los años, la falta de recursos y los vacíos legales que aún persisten.
ENTRE LA MEMORIA Y LA ACCIÓN Consultada sobre el futuro de la zona típica, la alcaldesa sostuvo que no se trata de modernizarla, sino de «relevarla y mejorarla», «Todos los serenenses deben conocer la historia que tenemos en nuestro casco histórico.
Es hora de levantarla y que sea parte del dia a dia, que nuestros niños y jóvenes no olviden por qué somos la ciudad de las iglesias, qué significa La Portada y por qué fuimos una ciudad amurallada». Juan Carlos Marin vive junto a su esposa en una de estas viviendas.
La casona ha permanecido en la familia por más de un siglo. «Ella la heredó de su padre, su padre la heredo de su madre y su madre la heredó de su padre en 1908», relató.
La historia familiar es tan extensa como la trayectoria de la ciudad misma, pero mantener la casa no ha sido fácil. «La hemos arreglado completa, con plata de nuestro bolsillo, que no ha sido nada barato.
Ahora tengo un problema grave con el living porque siempre está húmedo, tú pasas la mano por la pared y te sale empapada» contó Marin, quien recientemente realizó una denuncia a Aguas del Valle. «Lo malo PATRIMONIO EN RIESGO Para el vecino Alberto Barraza, el proceso fue distinto. Heredó la casa de su padre tras su fallecimiento en 2018 y completó la posesión efectiva en 2019.
Sin embargo, los desafios que ha enfrentado con la propiedad son variados. «La casa está muy apolillada, las maderas, las puertas, los marcos de las ventanas, todo lo que es madera está deteriorado». El alto costo de reparación, sumado a la antigüedad y tamaño de estas viviendas, complica su mantención.
Desde el municipio, la alcaldesa Daniela Norambuena reconoció la gravedad del problema. «Es evidente el abandono que tenemos, sobre todo en las casonas mas antiguas, donde se han transformado en algunos sectores en verdaderas guaridas de delincuentes. Y eso ha sido justamente por el abandono de los mismos propietarios". Norambuena también apunta a los trámites engorrosos como un obstáculo: « Tenemos un problema grande que se llama Consejo de Monumentos Nacionales. Para arreglar una ventana o una techumbre hay que pedir autorización, lo que se demora y es más lento.
No todas las personas tienen los recursos para contratar un arquitecto, ni todas pueden acceder rápidamente». Frente a este escenario, la jefa comunal anunció en una entrevista con Diario La Región que pretende retomar un plan de emergencia que ya se aplicó en la comuna tras el sismo de 2019. «Quiero levantarlo desde la oficina de la vivienda y proponerle al Serviu un programa especial de recuperación, con el apoyo de la Subdere, para ampliar el polígono de intervención y recuperar el casco histórico". UN PROBLEMA ESTRUCTURAL Y BUROCRÁTICO. Herencias informales, falta de recursos y trámites engorrosos dificultan la conservación de las viviendas emblemáticas, afectando la vida de sus habitantes y el valor histórico de la ciudad.