Educación pública y sin patines
Educación pública y sin patines Señor Director: Además de felicitar a los estudiantes que lograron buenos resultados en su PAES, corresponde hacerlo con sus madres y padres, sus familias, así como con sus instituciones educativas. Algunos colegios jugando en cancha de césped, tierra, arcilla o cemento, la cancha que sea, sacan buenos resultados: la PAA, la PTU, la PSU, la PAES. Contrasta con la voz experta de las autoridades del Mineduc que --en tono taxativo-ahora son los dueños de las leyes de las estadísticas, o peor aun, del sentido común. Cualquiera puede ver que los colegios que siempre ganaban, lo siguen haciendo. Pero es del todo destacable que la educación pública, estatal, fiscal, ya no está en el medallero: es a ella a quien le fueron arrebatados sus patines. Es con ella con la que se hizo un nuevo "laboratorio", un nuevo "experimento". Se la encerró en un silo de hormigón. Las autoridades pueden decir lo que quieran de las mediciones y los instrumentos: solo sus militantes, o la vieja guardia que los lisonjea después de un caldillo de congrio, les creen a estas alturas. Hoy parece una excusa decir que la cancha está desnivelada por los ingresos económicos de las familias. Lo que es del todo claro, clarísimo, es que la "lucha por la educación pública" todavía no ha terminado, está abierta. Y no es la tarea de una ideología. Para Chile, la educación pública sigue siendo una utopía social y cultural, incluso hoy, en una de sus horas más oscuras. JAIME RETAMAL SALAZAR Dr. en Educación, académico Usach.