Autor: Adolfo Alvial, en acuicultura consultor internacional
Columnas de Opinión: Innovar consentido humano
Columnas de Opinión: Innovar consentido humano I aciencia, latecnología dos: nacen de una necesidad profunda y permanente del ser yla innovación nosoneejerciciosaisla¡ mano por comprender su entorno y mejorar su vida. Desdetiempos antiguos, este impulso ha sido inseparable de la experiencia humana, y siguesiéndolo hoy. Poreso, toda innovación auténticaes, en esencia, unacto profundamente humanista. No hay innovación real sin una conexión con las personas. El verdadero innovador es alguien que mira, escucha y comparte con otros. No parte delagenialidad espontánea, sino dela observación atenta delas necesidades quelo rodean.
Detectavacios, dolores cotidianos, barreras de acceso, y se pregunta: ¿ cómo podría esto hacerse mejor? Así, la innovación se convierte en un camino para far cilitar la vida, ampliar derechos, y dar dignidad donde antes no la había.
Autores como Eric von Hippel (2005) han destacado el papeldel “usuario innovador”, señalando que muchas soluciones valiosasno nacen en laboratorios, sino enla observación dela vida sana peo tones pi ae más confiable deinnovación es la p. Perono bastacon satisfacer Sel sialhacerlo hipotecamos el mañana. El compromiso de innovar debe estar unidoa al respeto porlas la conciencia ambiental, al cuidado delentorno y generaciones futuras. Vivimos una era marcada por amenazas globales: cambio climático, escasez de agua y alimentos, contaminación, migraciones forzadas. Ignorar este contexto seríairresponsala tecnoloble. Como advierte Naomi Oreskes (2021), “la ciencia y gía no pueden ser neutrales en un mundo que enfrentariesgossistémicos”. Aestose sumala creciente urgencia por reducirlas brechasterritoriales y sociales. La innovación debe dejar deestar concentradaengrandes centros urbanos ocírculos cerrados de élite, Requiereser democratizada, abrirse a los saberes locales, integrar las voces de comunidades rurales, mujeres, jóvenes y adultos mayores. Una innovación que no dialoga con el territorio está condenada a lairrelevancia. Poreso, hoy más que nunca necesitamos una innovación con propósito: quenosólo perfeccione procesoso productos, sino que se proponga transformar realidades desde la raíz. Quenosólo piense eneficiencia, sino tambiénen sostenibilidad. Quenose encierre enindustrias olaboratorios, sino que mire la calle, laescuela, el barrio, el ensolucioInnovar, enestetiempo, nessostenibles. Es construir futuro sindestruir el presente. Y es, anetodo, responder con inteligencia y empatía alo másantiguoy actualdela condición humana: la necesidad de vivir mejor, juntos. es tener el coraje de pensar Columna.