"Chile queda en una posición extremadamente incómoda si tiene que elegir entre EE.UU. o China"
"Chile queda en una posición extremadamente incómoda si tiene que elegir entre EE.UU. o China" " Deben elegir entre China y Estados Unidos". Estas palabras las dijo el P r e s i d e n t e d e E E. U U. D o n a l d Trump en abril pasado.
Una frase que no pasó desapercibida en ninguna parte del mundo y que según cuenta Francisco Urdinez, director del Núcleo Milenio ICLAC, docente y director del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Católica, "es un tema que se ha vuelto central de las relaciones internacionales". -¿Hace tiempo que no se veía una presión así por parte de EE.UU. ? -Esto comenzó hace como nueve años con las primeras medidas de la guerra comercial del primer gobierno de Trump. Siguieron, aunque no empeoraron, se mantuvieron constantes durante el gobierno de Biden. Y ahora en el segundo gobierno de Trump, aumentan en su intensidad notablemente. Es lo que se llama en la literatura zanahorias y garrotes.
O sea, incentivos positivos, te doy para que hagas algo, e incentivos negativos, te saco o te amenazo con sacarte algo para que tomes acción. -¿Pero no es contraproducente amenazar al mundo -hoy con los aranceles por ejemploy al mismo tiempo querer los países afectados sean parte de tu círculo de influencia? -Sí, lo que se ha mostrado es que EE.UU. en el último tiempo en su maleta de herramientas tiene más garrotes que zanahorias, o prácticamente solo tiene garrotes. Estados Unidos podría ofrecer oportunidades de inversión, crédito y comercio, que fuesen mejores a las que ofrece China, por ejemplo, de tal forma de competir con alternativas. Pero no lo puede hacer. -¿Por qué no puede? -No es que no quiera hacerlo, tal vez no quiera el gobierno de Trump por un asunto ideológico, pero incluso si quisiera, carece de las herramientas. No influye sobre sus empresas privadas, ni tiene bancos políticos, ni canales de crédito. No tiene las instituciones ni los mecanismos para ofrecer, como decía, zanahorias a los países. EE.UU. se encuentra en un momento en el que lo único que puede ofrecer o lo único que puede activar para disuadir a los países son amenazas.
Tiene un enorme mercado, podría ofrecer acuerdos de libre comercio como lo hizo en los 2000, pero se perdió esa oportunidad y durante este tiempo Washington cambió: dejó de valorar al libre comercio y la apertura comercial como herramienta para influir en el mundo.
En parte, porque los estadounidenses sienten que al invitar a China a sumarse a la Organización Mundial del Comercio hicieron más o menos lo que hizo Troya con su caballo. -¿Y qué pasó? -A China se le dieron 15 años para que normalice su relación económica con los países del mundo, sobre todo con Europa y con Estados Unidos, es decir, que demostrara que no interfería en los valores domésticos de los bienes que exportaba. Pero eso nunca se logró ya que la intervención económica de China sobre su industria, sobre su economía es muy alta.
Hay subsidios, hay dumping, hay créditos, y China nunca cedió, nunca estuvo dispuesta a cambiar su modelo económico. -Pasaron esos 15 años y en 2016 Trump gana su primera elección. -Y se llegó a la conclusión en EE.UU. de que la OMC no servía más, se había agotado el mecanismo multilateral. Entonces ahora entramos en esta especie de desorden global, porque las instituciones que ordenaron las relaciones entre los países, están en desuso, en franca crisis, y no hay nada que las reemplace.
Estamos en una especie de transición del multilateralismo, en parte porque EE.UU. ha decidido resignar y renunciar a las políticas que promovió por tantos años. -¿Entonces Chile, con muchos TLC, queda mal parado cuando las normas que rigen el comercio mundial están cambiando? -Claro. Chile abrazó la política de apertura comercial de una manera casi religiosa.
Chile fue el país que más acuerdos de libre comercio firmó en este periodo con el resto del mundo, abrazó esto como un camino que le iba a permitir desarrollarse y que de hecho lo hizo.
Pero como dices, ahora quedaste mal parado, en el sentido de que tú apostaste a un modelo con una serie de reglas de las cuales hoy el país que las impulsaba empieza a renunciar a ellas. -¿Incómoda situación? -Es como si tú hubieses puesto todas tus fichas en un modelo en el que su principal promotor y defensor se está retirando. Entonces ahora te obliga como país a repensar un modelo. Se apostó a un orden multilateral que funcionaba y donde se respetaban los acuerdos.
Por ejemplo, Argentina que no tiene un TLC con EE.UU. termina recibiendo el mismo arancel del 10% que Chile: el TLC no protegió a Chile. "Tema que Chile debe discutir" -Y ahora hay elegir entre EE.UU. y China como dice Trump. -Sí, queda en una posición muy incómoda, porque poco a poco te empiezas a ver obligado a elegir.
EE.UU. tiene una política exterior en la que tú tienes que decir que si estás con ellos o en contra. -¿Y qué debe hacer? -Hay una serie de académicos que consideran que Chile podría tener una especie de no alineamiento activo, de una política intermedia. Pero a mí me parece, ya lo hemos debatido en foros académicos, que eso no es posible, que Chile rápidamente cede a las presiones de EE.UU. porque es demasiado fuerte.
Y hasta ahora esas presiones le han funcionado bien. -Y Chile también necesita a China. -Chile apostó a un modelo en el cual se relacionaba tan bien con EE.UU. como con China, tiene TLC con los dos, China nos compra el 40% de lo que vendemos. Ha adquirido activos importantes en el país. Entonces ponerte en una posición en la que tienes que elegir es muy difícil, porque tú no puedes resignar a tu principal socio comercial.
Chile está en una situación en la que sí o sí pierde, elija lo que elija. -¿Cuál es la salida para Chile? -Es extender o negociar una continuidad de lo que hubo hasta ahora, que es que se permita tener una relación constructiva con los dos países. Chile no tiene nada para ganar entrando en esta pelea que no le compete, pero es extremamente difícil de hacer en la práctica cuando tienes un país que te presiona para posicionarte. Es un tema que el país tiene que discutir en el medio-largo plazo.
Debiera ser tema de campaña, de discusión. ¿Qué política como país vamos a tener para responder a la presión de China, de Estados Unidos o de ambos, o de ninguno, en fin? ¿ Cómo nos vamos a posicionar? En la Cancillería se dan cuenta de la situación, pero en este momento no hay mucho que hacer porque estamos un poco a merced de lo que se decidan las grandes potencias.
Ellos dictan y nosotros nos adaptamos. "Chile queda en una posición extremadamente incómoda si tiene que elegir entre EE.UU. o China" Para el experto, "el país está en una situación en la que sí o sí pierde", luego de que el Mandatario estadounidense asegurara que las naciones, "deben elegir" entre ambas potencias. Pablo Rodillo M. Francisco Urdinez:.