El Ministerio de Educación se viste a la moda
El Ministerio de Educación se viste a la moda CRIStIán floReS eSCalona pRofeSoR de CaStellano y pSICólogo El Ministerio de Educación se viste a la moda E l Ministerio de Educación (MINEDUC) en Chile parece estar más atento que nunca a las tendencias sociales, adoptando con entusiasmo cada nueva bandera que ondea en el horizonte.
Desde la inclusión de estudiantes neurodivergentes y la prevención de la violencia escolar, hasta la promoción de la diversidad sexual y la identidad de género, pasando por la carrera docente, la convivencia educativa y las brechas de género, el MINEDUC no se queda atrás. Cada semana emerge un nuevo programa, una jornada de capacitación, un protocolo para abordar estos temas, oficios, resoluciones exentas o circulares mostrando una admirable capacidad de adaptación a las demandas de la sociedad actual. Es innegable que estos son temas cruciales y urgentes. La sociedad chilena, al igual que muchas otras, está experimentando transformaciones profundas en su comprensión de la diversidad, la inclusión y los derechos individuales. Es fundamental que la educación no viva de espaldas a estas realidades, sino que las aborde de manera frontal y constructiva.
En ese sentido, la idea base del MINEDUC a "vestirse a la moda" y subirse al carro de la modernidad o El MINEDUC parece estar más atento que nunca a las tendencias sociales, adoptando con entusiasmo cada nueva bandera que ondea en el horizonte.
Desde la inclusión de estudiantes neurodivergentes y la prevención de la violencia escolar, hasta la promoción de la diversidad sexual y la identidad de género, pasando por la carrera docente, la convivencia educativa y las brechas de género. estar vigente es, en principio, algo positivo. Demuestra una sensibilidad hacia las problemáticas que afectan a las nuevas generaciones y un intento por construir una sociedad más justa e inclusiva desde las aulas.
Sin embargo, en medio de esta efervescencia de programas, jornadas o resoluciones, surge una pregunta incómoda: ¿ qué pasa con los cimientos, las bases de la educación? ¿ Estamos tan concentrados en los "accesorios" de la educación que olvidamos fortalecer su "estructura" fundamental? Si bien es vital hablar de disidencias sexuales y neurodiversidad, ¿estamos garantizando al mismo tiempo que todos los estudiantes aprendan a leer y escribir correctamente, que dominen las matemáticas básicas, las ciencias o que desarrollen un pensamiento crítico, una espiritualidad o una fuerte formación valórica? La educación no puede ser solo un reflejo de las modas sociales. Su rol principal sigue siendo el de entregar herramientas cognitivas y habilidades que permitan a los estudiantes desenvolverse en el mundo, más allá de cualquier coyuntura. Los programas sobre temas de vanguardia son importantes, pero no pueden ni deben sustituir la necesidad de una educación de calidad en sus aspectos más básicos y tradicionales. Una educación para vivir en paz y para la vida.
Existe el riesgo de que, al intentar abarcar tantos frentes nuevos y diversos, el Ministerio termine diluyendo sus esfuerzos y sobrecargando a los docentes con una agenda que, aunque bien intencionada, puede desviar el foco de lo esencial. Los profesores, que ya lidian con aulas heterogéneas y condiciones laborales desafiantes, ahora deben convertirse en expertos en una multitud de temáticas específicas, muchas veces sin la capacitación y los recursos adecuados. En definitiva, que el Ministerio de Educación se "vista a la moda" es una señal de que está sintonizando con los nuevos tiempos. Eso es cierto y positivo, pero la moda es pasajera.
La educación de calidad, aquella que forma ciudadanos críticos, reflexivos y con herramientas sólidas para el futuro, es un trabajo de fondo que requiere una mirada más profunda y una inversión constante en sus pilares fundamentales. Es hora de preguntarse si, en esta carrera por la modernidad o mantenerse vigentes, no estamos descuidando lo que realmente sostiene la educación chilena.. - -