Autor: Por JUAN LUIS SALINAS T. Fotografías: SERGIO ALFONSO LÓPEZ.
LA CAUTELA DE Paula Daza
Es la integrante del gabinete mejor evaluada. La subsecretaria de Salud, quien ha estado desde el inicio de la pandemia en primera línea gubernamental del manejo del covid-19, descarta una carrera política y dice que está enfocada en controlar el avance. Aunque hoy se muestra optimista por los resultados, sabe que tiene que estar alerta.
“Estamos frente a un virus muy cambiante; por lo tanto, tenemos que estar alerta porque podemos volver atrás”. Ace una semana, en medio de la interpelación constitucional al ministro de Salud por el manejo de la pandemia, el diputado Miguel Crispi realizó una pregunta a Enrique Paris, sobre sus compromisos por aumentar el Bono Covid. Tras la respuesta del ministro, la subsecretaria de Salud, Paula Daza —quien estaba a su costado, junto al subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnacapuntó algo en un papel y se lo hizo llegar a Paris. El ministro, en el resto de la intervención, revisó el texto escrito por la subsecretaria. —¿ Eso se vio? —pregunta Paula Daza. Pasan las diez de la mañana del miércoles, ayer volvió tarde de Valparaíso y hoy llegó muy temprano a su oficina. La entrevista es presencial —con todos los resguardos sanitarios—, pero tras su mascarilla se intuye una sonrisa. Le escribió al ministro? —Le daba algunas cifra de salud pública, algunos datos de salud pública, pero era nada, una cosa menor, unos datos de salud pública.
Ese gesto —tanto su sorpresa como el apoyo al ministro Sobre su alta aprobación dice: “Yo creo que la pandemia de alguna manera ha hecho que sea vistoso (el cargo). Yo no Soy política”. en el Congreso— refleja el estilo mesurado y colaborativo que Daza ha mostrado durante la crisis sanitaria. —Se podría decir que usted está siempre vigilante y que hay solidaridad en el equipo del ministerio. —El ministro Paris tiene una capacidad de trabajar en equipo, de empoderar a cada uno de nosotros en sus roles y confía plenamente en los técnicos. (... ) Una de las cosas importantes en una situación tan difícil como es la pandemia, es tener un equipo humano que te apoye. Ayer interpelaban al ministro, pero nos sentíamos todos interpelados y por eso teníamos que estar todos ahí contestando. Era el Ministerio de Salud finalmente el que estaba ahí, todos. —¿ Estaban seguros de que todo saldría bien? —Estábamos tranquilos, diría yo.
Era una oportunidad para contar todo lo que se ha hecho y todo lo que se va a seguir haciendo en el Ministerio de Salud, en relación con la pandemia y con la rigurosidad del trabajo que hay detrás, en cada una de estas medidas que hemos ido adoptando. Creo que fue una oportunidad para mostrar y contar a la ciudadanía que, detrás de cada una de estas medidas que nosotros anunciamos, hay un trabajo riguroso, analítico y científico para poder ir adaptándolas.
Como el ministro Paris dijo: “Si cometemos errores, bueno, los vamos a mejorar”. ¿Quién no lo ha hecho en esta pandemia? Aun costado del sitial donde la subsecretaria está sentada hay una mesa lateral, con una fotografía de sus hijos y el trofeo que en junio le entregó La Cuarta, cuando la nombró Reina de los Copihue de Oro 2021 La razón, explicó el medio en un tuit: “Porque no solo contesta todas las preguntas (e incluso las que no le tocan)”. —Varios médicos, incluso dirigentes del Colegio Médico, opinan eso mismo: que usted responde las preguntas difíciles. —No, no creo... ¿Eso dicen? —Sí, comentan la frase: “La subsecretaria Paula Daza responderá la pregunta”. —Me llama la atención.
En los puntos de prensa respondemos los tres, en general todas las respuestas de salud pública, que muchas veces son varias, la mayoría, me tocan a mí porque yo soy la subsecretaria, el subsecretario responde todo lo que es de redes y el ministro responde las preguntas más difíciles, que a veces son las preguntas más políticas. —También ha habido críticas, ¿alguna le ha dolido?—No, ninguna. Lo que me llama la atención, pero me parecen divertidos, son los memes que hacen de mí.
O cuando dicen que estoy con la cara muy cansada y digo: “pucha, se me notarán mucho las arrugas”. Pero son cosas que encuentro divertidas un poco (... ). Pero frente a las críticas creo que, en general, las acepto y trato de mejorar lo que puedo si está en mis manos hacerlo.
Paula Daza Narbona (61). Es la penúltima hija del matrimonio de Carmen Narbona y de Pedro Daza Valenzuela, diplomático de carrera, que fue embajador en varios países y ante la OEA y la ONU en los años 80. Fue el último funcionario chileno en ejercer como embajador en Bolivia. La subsecretaria vivió gran parte de su infancia y juventud fuera de Chile.
Mientras sus padres partían a establecerse en Estados Unidos, ella se quedó en Santiago para estudiar Medicina en la Universidad de Chile, donde se tituló de médico cirujano con especialidad en pediatría. —¿ Por qué decidió estudiar Medicina y no optar por la diplomacia o la política? —Somos cinco hermanos y ninguno fue diplomático; mi papá y mi mamá nos dejaron muy libres. Siempre fueron tremendamente tolerantes y abiertos. Siempre nos dejaron un poco que nosotros voláramos de acuerdo con lo que queríamos, pero fueron rigurosos en lo académico: independientemente de lo que hiciéramos, que lo hiciéramos bien. Yo elegí Medicina, mi hermana estudió Periodismo, la otra Arquitectura, el otro es ingeniero comercial. A mí desde niña me gustó el tema social. Recuerdo que cuando vivía en Uruguay, con unas amigas juntamos plata para un cotolengo, porque necesitaban comprar una vaca pues la que tenían se les había perdido. Antes de asumir como subsecretaria de Salud Pública, en marzo de 2018, Daza era la directora de Clínica Dávila. Nunca pensó trabajar en el sector público, hasta que primero integró el equipo de salud de la campaña presidencial de Allamand y después el de la campaña de Matthei, el 2013. Luego participó en el programa de salud de Sebastián Piñera. Fue Emilio Santelices quien la llevó a la subsecretaría. Su desafío, dice, era fortalecer todo lo que son las políticas públicas de salud pública en Chile. Y llegó la pandemia.
Durante este período han salido y entrado al Minsal tres ministros y dos subsecretarios de redes, mientras que Paula Daza ha permanecido inamovible en su cargo. —Muchos resaltan su templanza. ¿Cómo ha logrado mantenerla? —Más allá de la templanza, creo que a mí lo que me ha apoyado es, primero que nada, tener un gran, gran equipo, en lo profesional. Esa es una de las fortalezas dentro del Ministerio de Salud, pero también el equipo de La Moneda nos ha brindado mucho apoyo. Y familiarmente, ha sido muy importante el de mis hijos y de mi marido. Paula Daza está casada con el pediatra Sergio Salas, con quien tiene dos hijos, Tomás, de 28, y Antonia, de 21, quien vive con ellos. En su primer matrimonio tuvo a su hijo Juan Pablo. —A mi hija le ha tocado más difícil. Los mayores son independientes. Creo que los adultos estamos más preparados para sufrir estas adversidades. A los jóvenes les ha tocado dimensionar lo difícil que es estar encerrados, no ver a sus amigos, estudiar online. Pero mi hija ha sido tremendamente rigurosa. Con sus hermanos tiene un grupo de Whats App por el que se preguntan por su madre, Carmen Narbona, quien tiene 92 años. —Quizás la historia de nuestra familia me ha ayudado.
Cuando uno vive afuera, como chileno siempre es foráneo y está expuesto a culturas distintas, personas que piensan diferente; entonces, eso me ha permitido poder adaptarme a cosas distintas, a personas distintas, a culturas distintas y eso te da resiliencia. Esa resiliencia se ha fortalecido en estos meses?—Obviamente, me he fortalecido. Me ha tocado tener que tomar decisiones casi a diario, que impactan a tanta gente y son difíciles. Medidas restrictivas que son “buenas” —entre comillas— para contener la pandemia, pero que sabemos que tienen impacto negativo para las persohas: poner una comuna en cuarentena.
En el caso de los adultos mayores, fue tremendo tener que decir: “usted no puede salir de su casa, no puede ver a su hijo, quédese encerrado, no vaya a comprar”. Es una medida durísima. —La pandemia ha puesto en la balanza la crisis sanitaria y la economía. ¿Eso ha complicado la toma de decisiones? —Puedo decir que en las decisiones que nosotros hemos tomado en Salud ha sido prioritario el tema sanitario.
Desde el día 1, primero que nada, tener una alerta sanitaria en febrero, cuando todavía ni siquiera llegaba el virus, poner un estado de excepción, tener todos los recursos para fortalecer todas las estrategias de salud pública, Y cuando empezamos a implementar todas estas medidas, que hemos llamado cuarentenas, transiciones, lo importante era que de alguna manera contuvieran la pandemia y avanzar de acuerdo a cómo iban esos indicadores epidemiológicos, por eso creamos el consejo asesor. (. ) El consejo asesor, en un principio decía: “Lo importante es que las personas contagiadas, los contactos estrechos los aislemos”. Entonces dices: “Bueno, aíslo a ellos y no aíslo a toda una población, parece más sensato”. Después sabíamos que un tercio de los casos no tiene síntomas, por lo tanto, tuvimos que fortalecer todas las estrategias de testeo, que siempre fue lo prioritario en el tema sanitario, para poder ir avanzando. Ak Según sus cercanos, la subsecretaria trabaja más de 12 horas y a las 6 de la mañana ya empieza a enviar Whats App a su equipo. Durante el día tiene un promedio de siete reuniones, sin contar conversaciones o actividades en terreno. Gasta alrededor de cinco mascarillas diarias.
Llega a su casa pasadas las ocho de la noche —si la jornada no es complicada— y los primeros que salen a recibirla son sus dos perros. —ó Logra desconectarse? —Siempre he trabajado mucho, como pediatra. Yo trabajaba como neonatóloga y me tocaba levantarme en la noche a los partos, entonces salía a las 3-4 de la mañana. Pero también he sido muy metódica con mis espacios libres. Duermo muy bien, independientemente de lo que pase en el mundo. Siempre he dormido 5 a 6 horas.
Te voy a contar una anécdota personal, estoy pensando de chica, chica; yo iba a un campo de mi abuelo en Petorca y me despertaba a las 5 de la mañana y me iba a la lechería. Hace unos días, Paula Daza retomó una actividad que dejó de lado durante la pandemia: subió al cerro San Cristóbal con su hermana. Dice que fue un momento de relajo. Caminar le gusta.
De hecho, cuando tiene reuniones presenciales en La Moneda se va caminando desde el ministerio. —Me gusta, me gusta ver a la gente. —¿ Qué le dicen cuando la reconocen? —Con la mascarilla cuesta, pero en general me saludan.
Antes me decían: “Bueno, ¿hasta cuándo nos va a dejar en cuarentena?”, “ya poh, sáquenos el toque de queda”, “quiero salir”, cosas así. —¿ Ha habido momentos, especialmente en la primera etapa de la pandemia, en que se sintió desbordada?—Nunca me he sentido desbordada, porque siempre he sentido mucho apoyo. (... ) Al principio hubo momentos difíciles, porque obviamente, el primer período estábamos aprendiendo mucho, tomando medidas que eran muy duras, frente a un virus que era desconocido; pero que, sin embargo, de alguna manera el hecho de sentir que uno trabaja con un gran equipo me permitió mantenerme firme. —En una entrevista dijo: “Comunicar fallecidos no es fácil y no puede ser normalizado”, ¿en algún momento sintió que nos iba a sobrepasar la pandemia? —Sí.
Cuando se dice todos los días que falleció tanta gente, hay que entender que detrás de esos números hay mucho dolor, hay familias y toda una historia que uno siente que tiene que decirlo (... ). Hay que informar a la población para que las personas entiendan que estamos en una pandemia.
Cuando decimos: “Hubo una fiesta clandestina”, es para que entiendan que si alguien se contagió puede llevar ese virus a su casa y enfermar a una persona que quizás tenga una enfermedad crónica y que puede fallecer.
Para Paula Daza, durante este año y medio de pandemia, hay una fecha emocionante: el 24 de diciembre del año pasado, cuando llegaron a Chile las primeras dosis de las vacunas Pfizer-Bio NTech. —Había sido un año tan difícil. Tener que pedirles a las personas que se encierren, que no pueden trabajar.
Me acuerdo de las peluqueras que lloraban y me decían: “Subsecretaria, por favor, déjeme trabajar, yo no quiero que me den más bonos, yo quiero trabajar”. Y de repente, frente a este dolor, en esas vacunas vimos una luz. Fue muy emocionante. Hubo un trabajo de un año para poder tenerlas, del Ministerio de Ciencias, de Relaciones Exteriores, de nosotros... daza guarda silencio y agrega: —Era importante generar la confianza para que la gente se vacunara. Una cosa era tener las vacunas, pero otra cosa era que la gente confiara y se las pusiera. (... ) Nosotros estamos en un país que estaba quebrantado socialmente.
Veníamos del 18 de octubre, las autoridades de alguna manera no teníamos la confianza y entonces decir: “Queremos que las personas confíen en lo que decimos”, era fundamental. —¿ Ha vuelto a sentir eso ahora que han bajado los casos? —La segunda luz fue, yo te diría, cuando vimos la respuesta de la ciudadanía frente a las vacunas, cuando yo vi que la gente iba a vacunarse. Me acuerdo el primer día que vimos que se vacunaron las personas mayores de 90 años, porque las primeras dosis fueron para el personal de salud. Me acuerdo que mi mamá estaba en el sur, y me mandó una foto porque se había ido a vacunar en Villa Alegre. Pese a que en las últimas semanas las cifras de contagios han bajado, Paula Daza prefiere la cautela.
Aunque dice que se está avanzando y que, a diferencia del año pasado, hay más información sobre el virus, prefiere estar alerta. —Ahora casi un 80% de la población está vacunada; tenemos una estrategia mucho más, yo te diría, consolidada; una población más educada en cuanto a la pandemia, con menos incertidumbres, con menos temores, pero entonces cómo hacemos ese equilibrio de darles cierta confianza a las personas.
No podemos relajarnos como lo hicieron en Europa y todos nos vamos de paseo y paf... Eso no nos puede pasar. —¿ Se viene la tercera dosis? —Se nos viene una dosis de refuerzo, sí, se nos viene, porque ya hemos hablado con muchos expertos y probablemente... Hoy tenemos una reunión con los expertos de Israel, hemos hablado con el doctor Fauci, con los alemanes, con distintas personas y, claramente, la recomendación es esa. —Los científicos aseguran que la clave es la estrategia del TTA efectiva: Testeo, Trazabilidad y Aislamiento; pero la trazabilidad es una de las herramientas que más críticas ha levantado. ¿Por qué ha costado tanto? —Hemos ido fortaleciendo la estrategia de trazabilidad, que no estaba implementada, a diferencia de la vacunación que está implementada en Atención Primaria de raíz, que tiene una historia, hasta en la posta más rural.
Este sistema de trazabilidad tuvimos que implementarlo de cero y lo hemos ido fortaleciendo. ¿Qué es lo que fuimos viendo a lo largo del tiempo? Que la realidad regional y comunal en Chile es tremendamente distinta. Quiero poner el ejemplo de la Municipalidad de Renca, que desde el día uno tuvieron una estrategia muy bien implementada.
Sin embargo, tenemos otras comunas que no la tenían a nivel regional y que los seremis tuvieron que tomar esas medidas. (... ) Nosotros podemos fijar un plan a nivel nacional y decir, “esto es lo que tenemos que hacer todos”, pero cuando baja eso a terreno, es importante que cada región, que cada comuna entable la estrategia que le sea más efectiva para poder llevar la trazabilidad. Hay sectores rurales que no tienen los recursos humanos y ahí el seremi tiene que intervenir.
Esa realidad la hemos ido viviendo y hemos ido aprendiendo que tiene que ser así. —Otra crítica tiene que ver con la sobrecarga Física y emocional de los equipos de salud. —Ha sido durísimo, particularmente para los equipos de salud, que tuvieron un trabajo intensísimo en la primera ola y después vino de nuevo y después de nuevo, Para nosotros, uno de los temas relevantes en los equipos de salud, más allá de los bonos y todo eso, es el apoyo en salud mental. Es ahí donde está una de las cosas más difíciles que hemos visto, y no solamente en los equipos de salud, en toda la población.
Nosotros tenemos Salud Responde, que está recibiendo más de mil llamados diarios por salud mental, de los cuales los síndromes ansiosos son los mayores, pero después viene la ideación suicida e intento de suicidio; esas son las llamadas.
Y esa misma situación, de alguna manera, la están viviendo los equipos de salud. —¿ Cómo se proyecta Chile ante la pandemia? —Hemos aprendido mucho, sabemos las cosas que sirven, pero estamos frente a un virus muy cambiante; por lo tanto, tenemos que estar alerta porque podemos volver atrás. Pero sí tenemos que ser firmes en actuar con las herramientas con que contamos hoy día. Debemos entender que todos vamos a poder avanzar y tener estas libertades si respetamos las medidas, si todos entendemos que vacunarnos es bueno.
Ojalá se vacunaran todos los mayores de 14 años, ¿cierto? (... ) Tenemos que aprender a vivir en comunidad, aprender a cuidarnos y saber que la conducta individual incide en esto. (... ) Y en eso voy a estar enfocada y lo haré mientras pueda. Hace unas semanas, la encuesta Cadem la nombró como la personera de gobierno mejor evaluada, con un 76% de aprobación.
Paula Daza no se deslumbra con la cifra, pese a que la prensa resalta que es un logro para un cargo de segunda línea dentro del gabinete, —No, yo creo que la pandemia de alguna manera ha hecho que sea vistoso. Yo no soy política, pero lo que sí me produce satisfacción es que siento que las personas confían en lo que nosotros decimos. Pero es el equipo de Salud, yo solo soy la cara. —Pero es una cara súper reconocible... —A pesar de la mascarilla. —ó NOo le interesa una carrera política? —No, no, no. Yo ahora estoy enfocada en la pandemia, en todo lo que hemos hecho.
Si eso significa que de alguna manera mi rol como figura de salud puede aportar algo, va a ir por esa línea, pero no una carrera política, no. —¿ Cuándo planea tomar vacaciones? —Ay, no sé. Siempre digo, “ya, después de que bajen los casos”, y hace poco dije, “después de la interpelación” (.). Ahora está la variante Delta, después, “vamos a implementar el control fronterizo”, después otra cosa. Ya vendrá, ya vendrá la oportunidad.