El capitán Prat
El capitán Prat Rodrigo Ojeda $ Profesor de historia Falleció Falleció en la cubierta del Huáscar tras un disparo invisible y “un balazo en la frente”. El salto inmortal fue visto visto desde “los balcones de la aduana del Iquique”. El abordaje planificado y ejecutado ejecutado del 21 de mayo de 1879, elevó a Prat a la categoría de héroe. La resistencia de la Esmeralda fue una epopeya ante un adversario adversario superior. Los telegramas de los días siguientes, relataron la gesta de Prat y la hazaña hazaña de Condell. La ofensiva peruana fracasó y la población salió a las calles, una “euforia popular” en Santiago, Valparaíso y en otros rincones de Chile. El combate naval en la rada de Iquique, fue relatado por el enemigo enemigo con loas y gestos como el de Miguel Grau.
El 2 de junio de 1879, mediante carta destacó destacó a Prat por su “arrojo en defensa y gloria de la bandera de su patria”. La prensa mundial mundial comentó la noticia con admiración en Londres, Nueva York y Buenos Aires. Nació en Ninhue, superó sus debilidades debilidades físicas y otras adversidades. Egresó como el mejor de su promoción: la primera antigüedad. Durante su formación como guardiamarina guardiamarina estuvo a bordo de la Esmeralda: “la nave de su destino”. Participó de la captura captura de la Covadonga (1865), hasta convertirse en capitán de fragata. En paralelo, completó completó las humanidades y estudió derecho. Fue el primer abogado de la Armada de Chile. Su alma contenía dos vocaciones: marino y abogado. Tras rumores de guerra fronteriza ejerció como espía sin cambiarse el nombre. Durante toda su vida practicó su religiosidad religiosidad católica y participó del espiritismo familiar.
Ajeno a lo material, no le importó importó el “éxito profesional, ni los ascensos, ni el dinero, ni el poder”. Lo importante en su actuar fue siempre el “sentido funcionario del deber” y la patria chilena. Su primera función en la guerra fue administrativa, administrativa, como secretario de Rafael Sotomayor y la notificación del bloqueo de Iquique. La escuadra chilena zarpó en una misión secreta: atacar el Callao. Prat asumió una tarea secundaria al esperar en Iquique y mantener el bloqueo.
Al ser consultado de un posible cruce con el Fluáscar, Prat señaló: “lo abordo”. La contienda fue desigual, desigual, el bloqueo de la rada quedó a cargo de la Esmeralda y la Covadonga, enfrentados enfrentados a los colosos peruanos: el Huáscar y la Independencia. El capitán Prat organizó el plan naval desde las desventajas. El abordaje no fue improvisado y la rendición esperada por Grau no llegó. El primer espolonazo fue respondido con el salto inmortal. Espada en mano murió en la cubierta. Su tripulación acordó morir combatiendo tras los espolonazos. El hundimiento de la Esmeralda fue reflejo de resistencia y compromiso compromiso con el pabellón chileno ante la desesperación táctica del blindado peruano. Ese 21 de mayo, nació un culto a Prat “eminentemente “eminentemente popular”, según Gonzalo Vial. El capitán murió y cumplió con su palabra, con su deber y su destino. Prat el héroe popular, popular, comandó la Esmeralda frente a la adversidad.
El abordaje generó un fervor popular, un espíritu patriótico y el enrolamiento enrolamiento masivo en los batallones, un punto de inflexión en los inicios de la Guerra del Pacífico (1879). Los restos del capitán Prat no regresaron oportunamente, la política y sus vaivenes, entramparon el retorno del mártir naval. Tras las ceremonias religiosas y honores en Iquique, Prat fue embarcado en el Huáscar. Un segundo abordaje con rumbo a Valparaíso (1888). La recepción fue gigantesca, popular popular e “indescriptible” en la convocatoria y el fervor. La multitud colmó los cerros, el puerto y los alrededores de la actual Plaza Sotomayor, lugar en el cual está emplazado emplazado el Monumento a los Héroes de Iquique. Parafrasear a Grau y a la viuda de Prat durante durante el 21 de mayo reciente, suena bien, pero es un anacronismo y un recurso demagógico demagógico de la política vanguardista. El capitán Prat y.