Un nuevo modelo para TVN
Un nuevo modelo para TVN La crisis en Televisión Nacional de Chile ha llegado a un punto If. mite. El directorio de la empresa declaró el mes pasado que las condiciones actuales del modelo de televisión pública hacen "inviable" la continuidad del canal estatal.
Las pérdidas de la empresa en 2024 alcanzaron los $18.534 millones, triplicando las de 2023, lo que la ha forzado a poner a la venta las sedes regionales del canal ubicadas en Copiapó, Coquimbo, Viña del Mar, Rancagua, Talcahuano, Temuco y Punta Arenas, en un intento por allegar fondos y bajar costos. 2625663 2625663 Es evidente que TVN necesita ser repensada. El modelo actual surgió en la década de 1990, cuando no existían las plataformas digitales de streaming y apenas asomaba la TV de pago. El cambio debería ser profundo, dejando delado una estación estatal que, en la práctica, no se diferencia mucho de la oferta de su competencia. Elsentido de contar con un canal público es lo primero que debe ser objeto de reflexión. A despecho delo que sugieren algunos, este sí tiene un rol que jugar. La contribución que TVN puede hacera la convivencia nacional debería ser el centro del rediseño. Resulta necesario identificar dónde puede la estación marcar una diferencia respecto de lo que ya está disponible. Parece obvio que existe una sobreoferta de entretención, por locual el canal debería pensar en deshacerse de esa parte de su programación, que ahora ocupa un lugar rele: vante de su parrilla. Hay, en cambio, un claro déficit en programación cultural de calidad que rescate con originalidad y atractivo la esencia de lo propiamente chileno y ayude a elevar el espíritu. Una presencia cultural de calidad sería un aporte distintivo que ayudaría a TVN a crear un sello reconocible. Lo mismo podría ocurrir con espacios infantiles originales y bien pensados, como. ocurrió en su momento con 31 Minutos. Por último, un Departamento de Prensa robustecido, profesional, pluralista e independiente, también constituye una urgencia, aunque este también requiere una reingeniería en cuanto a formatos y contenidos. Por supuesto, un canal así sería difícilmente financiable con criterios de mercado. Si se pretende contar con un canal de calidad, autónomo y con sello propio, TVN debería recibir por ley tun subsidio fijo anual que le permita cumplir su rol con dignidad.
Este debería ser complementado con eventuales aportes corporativos de empresas interesadas en fomentar una programación distintiva y con aportes voIuntarios de los televidentes, al estilo de lo que ocurre con otras televisiones públicas alrededor del mundo.
El gobierno corporativo también debería ser reformado, dejando de lado el cuoteo político del directorio y proponiendo que este sea nombrado por un organismo independiente, como el Consejo de Rectores, lo cual recuperaría en alguna medidael carácter universitario original de la TV chilena. EA] dá dá dá Juan Ignacio Brito Centro de Estudios dela Comunicación (ECU) U. delos Andes Andes.