CARTAS: Mercado laboral
Mercado laboral Señora Directora: La reciente publicación del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ha confirmado una realidad que muchos en la Región del Biobío ya percibían desde hace meses: el mercado laboral se ha estancado. La tasa de desocupación regional alcanzó un 9,1% en el trimestre febrero-abril de 2025, con mento de 0,3 puntos porcentuales en doce meses. Lo más alarmante de este escenario es que el alza en la desocupación no responde al aumento de la fuerza laboral, sino a la caída en el número de personas ocupadas. Es decir, no es que más personas estén buscando trabajo, sino que menos personas lo tienen. Sectores clave como la industria manufacturera y el comercio, tradicionales motores de empleo regional, han retrocedido reflejando señales de debilitamiento de la actividad económica. Este panorama golpea con especial fuerza a las mujeres.
La tasa de desocupación femenina escaló al 10,8 %, mientras que la de los hombres disminuyó levemente a 7,9%. Esta brecha no es nueva, pero su persistencia es reflejo de una desigualdad estructural que limita las oportunidades laborales para las mujeres en la región.
Además, los indicadores de subutilización muestran que muchas mujeres desean trabajar, pero no encuentran cómo insertarse adecuadamente, debido a múltiples barreras, desde los cuidados no remunerados hasta la baja oferta de empleo formal con flexibilidad. ¿Qué podemos proyectar para lo que queda de 2025? Si no se revierte esta tendencia, existe un riesgo real de que la tasa de desocupación supere los dos dígitos en la región, especialmente si persisten los efectos de desaceleración nacional e incertidumbre en sectores productivos clave. En este contexto, es urgente activar políticas públicas regionales pro-empleo que estimulen la contratación, fortalezcan el autoempleo formal y prioricen la inclusión laboral femenina. Daniela Catalán/USS