Agotamiento, cambio generacional y rigidez horaria son claves para comprender la deserción de docentes
Agotamiento, cambio generacional y rigidez horaria son claves para comprender la deserción de docentes ELIGE EDUCAR n Expertas advierten que, sin una transformación profunda, el sistema seguirá perdiendo talento crucial para la educación del país. Se estima que para 2030 habrá un déficit en torno a los 30 mil educadores en Chile.
La tarea de un educador no es solo dictar clases, también implica planificarlas, preparar material, revisar trabajos, corregir evaluaciones, tener reuniones con apoderados, organizar actividades extracurriculares y, muchas veces, atender problemas conductuales y emocionales de los estudiantes, ya que no todos los colegios tienen equipos psicosociales.
Una carga laboral que para muchos profesores es excesiva y que, en gran parte, estaría detrás del aumento de la deserción docente. "La deserción docente que enfrenta Chile es, sin duda, un tema muy preocupante, y creo firmemente que el agotamiento y el exceso de carga laboral influyen de manera significativa en este problema", señala la profesora Luciana Ortega.
Y suma: "Cuando un profesor se siente sobrepasado y sin tiempo para recargar energías, dado que debe dedicar tiempo de su vida personal a la labor docente, es natural que busque alternativas donde su bienestar sea una prioridad.
Un docente agotado pierde motivación, es menos efectivo en el aula y, lamentablemente, más propenso a abandonar la profesión". Aquello se condice con una nueva investigación de Elige Educar (institución que en 2020 proyectó un déficit en torno a los 30 mil docentes en 2030), la que identifica el burnout o agotamiento, el cambio generacional y la rigidez horaria como factores clave para entender la deserción docente en los primeros años de ejercicio.
El estudio, que contó con el apoyo de la Fundación Reinaldo Solari, se realizó a partir del análisis de bases de datos del Mineduc con información de 82 mil docentes entre 2007 y 2019; entrevistas en profundidad a 20 educadores y la revisión de políticas públicas de 14 países. "El estudio evidencia un cambio generacional en las expectativas hacia el trabajo docente que manifiestan profesores y educadores noveles.
Este grupo otorga un lugar distinto al trabajo en sus vidas, valorando fuertemente el bienestar, la calidad de vida, condiciones laborales más flexibles, y el equilibrio entre la vida personal y profesional", señala Consuelo del Canto, directora de investigaciones de Elige Educar. Más flexibilidad "Hace un tiempo estudios en psicología laboral vienen señalando que para los trabajadores actuales, sin importar la generación, la flexibilidad laboral y la autonomía son los atributos más deseables de un trabajo. Esto es desafiante para la escuela, que es un espacio laboral extremadamente burocratizado", sostiene Karin Roa, académica de la Escuela de Educación de la U. de los Andes y consultora internacional en políticas docentes. Las expertas coinciden en que existen alternativas viables para flexibilizar el trabajo docente, y de esa forma transformarla en una opción profesional más atractiva.
Del Canto pone como ejemplo "organizar los horarios de manera que todos los profesores tengan la posibilidad de ingresar un poco más tarde o salir un poco más temprano ciertos días", "jornadas completas concentradas, pero menos días a la semana" y "dar la posibilidad de hacer el trabajo no lectivo remoto". Otro aspecto importante es mantener un buen ambiente de trabajo. "Según la revisión de experiencias internacionales exitosas, mejorar el clima y disciplina del aula e incorporar más personal de apoyo para codocencia y para soporte emocional y psicosocial de los alumnos son las medidas más efectivas. Esta última era preferida por los docentes incluso más que bonos salariales", apunta Roa. Carmen Montecinos, académica y directora del Centro Líderes Educativos de la U.
Católica de Valparaíso, señala que "generar espacios de colaboración en el horario laboral es una forma de apoyar a los docentes y prevenir el desgaste emocional". Y agrega que "desarrollar las competencias socioemocionales de los docentes se ha vuelto cada vez más importante, tanto como una forma de potenciar su salud laboral y bienestar emocional, como para crear climas de aula positivos y para enseñar estas competencias a sus estudiantes". Mejorar los sueldos también es un punto relevante. "Más que la sensación de que los salarios son bajos, lo que pesa es la relación entre este sueldo y la cantidad de carga laboral; y en el caso de las educadoras de párvulos esto se vuelve aún más crítico. Lo que se les está pagando no compensa la sobrecarga laboral ni el estrés que conlleva el trabajo en aula", advierte Del Canto.
En tanto, Roa señala que "según la OCDE, el salario docente en Chile equivale a entre el 70% y el 80% de otras profesiones, es decir, todavía no alcanza el umbral mínimo para ser equivalente, por lo que seguirá siendo un tema gravitante sobre la deserción de docentes hasta que eso se corrija". Análisis a los factores que determinan que un profesor deje o permanezca en el aula en sus primeros años: Agotamiento, cambio generacional y rigidez horaria son claves para comprender la deserción de docentes MARÍA FLORENCIA POLANCO La deserción docente no solo es un problema que afecta a Chile. La OCDE señala que, en el mundo, faltarán 44 millones de profesores en 2030. En América Latina y el Caribe se necesitarían 3,2 millones de educadores para esa fecha.. -