Autor: Gabriela Quintana Ruedlinger, periodista
Columnas de Opinión: Ninguna madre debería suplicar por su vida
Columnas de Opinión: Ninguna madre debería suplicar por su vida "Tengo este sueño, este gran anhelo de seguir viva, pero sola no lo puedo conseguir". Lorena Vázquez Esa frase me quedo dando vueltas todo el día. Es imposible no estremecerse con la fuerza, la sencillez y el dolor que encierra. Lorena Vázquez no pide lujos. No pide comodidad. Pide algo tan esencial y al mismo tiempo tan injustamente costoso: la posibilidad de seguir viva. Ella es mama, como yo. Como tú. Como tantas otras mujeres que corremos entre reuniones, tareas, comidas y abrazos pendientes. La diferencia es que a Lorena la vida la enfrentó a un cáncer de mama triple negativo, en etapa 4. Y hoy, después de años de tratamientos, cansancio y esperanzas renovadas, tiene una sola oportunidad: un tratamiento innovador que puede frenar la metastasis y darle mas tiempo con su hija Sofía, de solo 8 años. El tratamiento se llama sacituzumab govique debe reaccionar. Es el pais el que tiene que mirar a Lorena y decir: no estás sola. Cada día que pasa sin iniciar ese tratamiento es tiempo que su cuerpo no puede recuperar. El reloj corre. Su fuerza es admirable, pero no alcanza. Necesita 200 millones. Lleva 20. Faltan 180. Pero si nos unimos, si todos damos un poco, si compartimos, si hablamos de ella en nuestras casas, trabajos, redes, lo puede lograr. Y cuando lo logre, tal vez habremos ganado más que una batalla. Tal vez empujaremos la conversación que este país necesita dar: que la salud no puede ser un privilegio. Que nadie debería suplicar por vivir. Y que la vida de una madre no puede depender de una transferencia. Hoy, Lorena lucha por la suya. Ayudemosla. Porque es justo. Porque es humano. Porque mañana podría ser cualquiera de nosotras tecan. Existe en Chile. Sus médicos lo recomendaron. Pero cuesta 200 millones de pesos. ¿ Y el Estado? ¿ Y la salud pública? Ausentes. No lo cubre ni el GES ni la ley Ricarte Soto. Porque, como tantas veces pasa, en Chile la innovación no llega para todos. Solo para quien puede pagarla. Entonces, ¿qué hace una madre cuando el sistema le cierra la puerta en la cara? Se levanta. Lanza una campaña. Expone su historia.
Se llena de coraje y humildad, y le habla al país entero para decir: "no quiero morir, pero sola no puedo. " Y aquí estamos nosotros. ¿ Vamos a mirar para el lado? ¿ Vamos a dejar que una mujer tenga que rifar su vida a boletos de mil pesos mientras la medicina que necesita duerme en una farmacia privada? La comunidad del Colegio San Francisco Javier, sus amigas, su familia y muchas personas de Puerto Montt ya se han puesto en acción. Pero esto es más grande. Es Chile el COLUMNA.