Autor: POR ROBERTO AMPUERO ESCRITOR, EX MINISTRO Y EMBAJADOR.
Columnas de Opinión: ¡Nguyen, mi amigo vietnamita!
Columnas de Opinión: ¡ Nguyen, mi amigo vietnamita! M isteriosas vueltas da a veces la vida, y sorprendentes son los encuentros que nos ofrece. Desde joven me atrajo Vietnam, pais con régimen de partido unico, comunista, pero desde 1986 con una vibrante economía de libre mercado, no estatista. Todos hablan de la prosperidad de China, ese inmenso y apasionante pais de 1.300 millones de habitantes, cuyo desarrollo actual se inició cuando en los setenta comenzó a implantar la economía de mercado. Entonces los comunistas -que habian tomado el poder en 1949fueron convencidos por Deng Xiaoping de que si seguian con el estatismo leninista, sólo cosecharian más pobreza y subdesarrollo. Xiaoping inició las reformas privatizadoras que abrieron la puerta al capitalismo y la inversión extranjera, y que explican el imponente desarrollo de esa potencia. Menos se habla de Vietnam, pues "sólo" tiene cien millones de habitantes. Inicio su conversión al capitalismo (Doi Moi) en 1986, cuando capto que el comunismo soviético tenia los dias contados por su ineficiencia. Gracias a ello salió de la hambruna que a menudo lo amenazaba y dejó de ser uno de los países más pobres del planeta. Durante veinte años imprimió un crecimiento económico promedio de 8,6%. Así redujo a la mitad la pobreza en que vivia 70% de su población y se transformó en una de las economias asiáticas más dinamicas.
No hay otra ciudad en el mundo con tantos autos Rolls Royce con mascarilla de oro como Ciudad Ho Chi Minh (Salgón). La clave del éxito económico de Vietnam estuvo en que privatizo, atrajo inversión extranjera y suscribio tratados comerciales. Vietnam exhibe también una admirable historia en la defensa de su independencia. Casi un milenio vivio bajo dominio chino sin perder su identidad, y ha vencido a todos los invasores. La última guerra no la libro contra Estados Unidos, como algunos creen, sino contra China. Fue en 1979, cuando expulso de su territorio a las tropas del vecino, gran hazaña para un pueblo que cuatro años antes había derrotado a Estados Unidos.
En mi época de estudiante, cuando militaba en las juventudes comunistas y algo había leido, poco había vivido y nada habia trabajado, asisti en las postrimerías de la Unidad Popular a una recepción masiva que la izquierda brindo a tres héroes vietnamitas en el Pedagógico de la Universidad de Chile, en Santiago.
Se trataba de dos mujeres soldados y un artillero que había derribado a numerosos aviones que bomriosidad, amabilidad, el humor, el espiritu emprendedor y la falta de rencor hacia sus antiguos enemigos, asi como el vertiginoso desarrollo y la pujanza que le procuraba desde 1986 la economía de mercado, me dejaron impresionado. Visite, por lo tanto, al embajador Nguyen Van Hai en Ciudad de México. Vietnam agradecia mucho al presidente Piñera que hubiese reconocido, junto a otros países, a su bullante economia como de mercado, apoyo que precisaba para integrarse al comercio mundial y perfeccionar su reconversión capitalista. El embajador me recibió en su despacho hablando perfecto español. Conversamos sobre las relaciones bilaterales, y le conté sobre mi recorrido privado por su pais con mi señora, y le narré mi saludo bardeaban su patria. Los tres me sorprendieron por su modestia, esbeltez, aspecto frágil, baja estatura y porque no dejaban de aplaudir y sonreir mientras pasaban entre quienes los aclamabamos.
Pasaron junto nosotros, furibundos admiradores de Vietnam y la Unión Soviética (a China entonces la condenábamos, cual eco del Kremlin, por "revisionista"). La delegación se acercó a nosotros y tuve el privilegio de estrechar sus manos. Sin traductor, no pudimos hablar, asi que aplaudimos y sonreímos como ellos. Eso fue en 1972. Cuarenta años después, en 2012 (yo había renunciado a las JJCC en 1976, en Cuba, decepcionado del socialismo), llegué de embajador de Chile a México. Entre los embajadores que inclui en la visita inicial a colegas que hace todo embajador, me propuse saludar al de Vietnam porque en 2005 habia visitado desde Estados Unidos su patria con mi esposa. La laboal condecorado artillero vietnagran héroe de la guerra, viajó a Chile para informar al gobierno de Allende sobre la guerra.
Y volvió enamorado de Chile, recordando las montañas, el océano, la comida y el cariño de su gente. -Fue una experiencia crucial para mi -comenté yo, maravillado. -No sólo para usted y para el, tambien para mi -añadió el embajador -. Su eterna pasion por Chile me llevó a estudiar español y cultura latinoamericana, y a entrar después al ministerio de exteriores. Y aquí estamos, usted y yo, unidos por mi padre y nuestras historias personales, y la historia de nuestros países y del mundo. Cuarenta años habían pasado desde que había estrechado la mano de su padre. En Chile viviamos ya el caótico declive del gobierno de Allende, y Vietnam estaba por derrotar a Estados Unidos.
Cuando salude en México a su hijo, año 2012, el mundo habia cambiamita en el Pedagógico. -¡ No puede ser, embajador exclamó azorado -. ¡ Ese soldado era mi padre! Mi padre, do drásticamente: el comunismo se habia desplomado, los regimenes de Vietnam y China se habian desembarcado de la economia estatizada y promovian la propiedad privada, la Inversión extranjera y la apertura al mundo, y Vietnam era una de las perlas asiáticas por su dinamismo económico, y a Chile lo consideraban "el jaguar" del continente. Frente a Ciudad Ho Chi Minh (Saigon) me había tocado ver, en 2005, al primer portaaviones de Estados Unidos que arribaba a Vietnam desde el fin de la guerra. Afiches en inglés y vietnamita de la Juventud Comunista anunciaban en calles cursos para abrir empresas privadas y emprender. El restaurant más popular de la ciudad era un local donde había cenado Barack Obama durante una visita oficial. Uno puede ordenar alli lo más demandado, el "Menú Obama". Hoy el sitio, privado, desde luego, es además una suerte de pequeño museo con fotos y merchandise alrededor de la visita presidencial en las paredes. Vietnam no vive del resentimiento ni la obsesión de venganza ni siquiera contra Estados Unidos. No olvida su historia, eso si, pero mira al futuro en busca de oportunidades y recibe a todos con los brazos abiertos y una sonrisa. Vietnam es hoy uno de los 40 paises que dona alimentos a Cuba, lista encabezada por organizaciones estadounidenses que respaldan a familiares cubanos o simpatizan con el castrismo. Con el embajador vietnamita terminamos amigos. Cuando en 2019 visite Vietnam como canciller, pudimos hablar sólo por celular pues él andaba en el extranjero. Cuando vuelvo a Vietnam o me reuno con diplomáticos vietnamitas, envío saludos a mi amigo Nguyen. Él es hijo de un país laborioso, bello, inspirador y admirable. Sus pragmáticos dirigentes impulsaron la exitosa conversión a la economia de mercado, Doi Moi del cual poco se habla aqui. A los queridos vietnamitas les deseo lo mismo que he deseado siempre para mi patria: Paz, prosperidad, libertad y democracia..