El calor extremo: un problema de salud pública
El calor extremo: un problema de salud pública I -\ A medida que el planeta se calienta, las olas de calor se están convirtiendo en una amenaza amenaza cada vez más frecuente y peligrosa para la salud humana. Lo que antes se consideraba un fenómeno meteorológico puntual ahora es una realidad persistente que afecta a millones de personas en todo el mundo, y Chile no es la excepción.
Los hallazgos de la tercera fase del estudio “Cambio Climático y Salud”, desarrollado desarrollado por el Centro de Cambio Global de la Pontificia lJnivcrsidad Católica de Chile junto a Bupa Chile, revelan un panorama preocupante: preocupante: las muertes atribuibles al calor solo en la Región Metropolitana se han cuadruplicado en las últimas tres décadas, pasando de un promedio de 250 casos anuales en los años 9() a más de 1.200 en 202). Estos no son solo datos, sino historias de per sonas que han visto afectada su salud y calidad de vida debido a las temperaturas extremas.
I)esde los años 80. las muertes por calor han superado consistcntemente a las provocadas por el frío y, mientras que en la década de 198() solo el 1,2% de los fallecimientos estaban relacionados relacionados con altas temperaturas, en lo que va de la década del 2020 esta cifra ya alcanza el 2,3%, y las proyecciones para la década 20-ii 2050 son de 2,7%. Frente a esta realidad, es fundamental que todos los sectores se comprometan a enfrentar enfrentar este desafío.
Las empresas tienen un rol clave en esta tarea, no solo porque son parte de las comunidades que se ven afectadas y por los considerables impactos que se están produciendo produciendo en distintos sectores económicos, sino porque también tienen la capacidad de liderar procesos de adaptación y mitigación.
Iniciativas como el Protocolo Empresarial de Protección Frente al Calor, impulsado por Bupa Chileydesarrollado junto a Acción Empresas, son un ejemplo concreto de cómo el sector privado privado puede contribuir a mitigar los impactos del calor extremo. La data nos lo está diciendo: la gente muere producto de las temperaturas extremas y no podemos ser simples espectadores. Tenemos la obligación de involucramos y ser factores de cambio en nuestro entorno. Adaptar las ciudades, modernizar la infraestructura y transformar nuestros sistemas de salud no es solo una opción. es una necesidad urgente. No podemos seguir esperando que estos cambios ocurran de manera natural. Debemos tomar medidas concretas hoy para construir espacios más seguros y resilientes para todos. El tiempo para actuar es ahora. Luis Cifuentes Investigador del Centro de Cambio Global UC Profesor adjunto Escuela de Ingeniería liC.