Zonas continuas: Presencia de mujeres en la música actual
Zonas continuas: Presencia de mujeres en la música actual D esde el sonido de una viola procesada en el computador, u n a m ú s i c a t o m a forma en el laboratorio de la compositora Graciela Muñoz Farida (1982). "Fábula" es una pieza acusmática (creada para escucharse por altavoces) que se basa en esos retazos sonoros, recogidos de una grabación del Ensamble f(r)actura, de Valparaíso. "En el procesamiento de esos fragmentos surgen otras sonoridades.
A mí me gusta perder el control de lo que está ocurriendo con el material. `Fábula' recuerda una cajita musical que se extiende y contrae como en un sueño", dice la compositora, que se encuentra finalizando la música para la obra de danza "Kuroshio", del Banch (estreno 22 de junio en el Teatro Baquedano). También tiene un enfoque electroacústico, con piano, cuerdas y sintetizadores, pero es "Fábula" la que concita el interés actual. Se estrenará mañana en el Festival de Música Electroacústica de la U. Católica, en el Centro de Extensión Oriente, que tiene un programa donde aparecen muchas mujeres. Graciela Muñoz es una de las cinco compositoras, que también provienen de Francia, Italia, Inglaterra y Ecuador. En especial, la obra de la ecuatoriana Ana González, "¿Dónde está el espacio para el eufemismo del amor?", cuenta con un relato en varios planos junto a una poeta y una audiovisualista.
Entre la sala de conciertos y la escucha fonográfica, otras mujeres aparecen en un espacio continuo de música nueva: desde la electroacústica pura a la electrónica ambient y el paisaje sonoro, y desde la electrónica de beats a las partituras para instrumentos solistas. Una de ellas es la chilena Roberta Lazo (1991), que vive desde hace una década en Europa, entre Austria, Alemania y Noruega, donde hizo estudios de composición y de artes visuales. Su nuevo disco es "Paisajes inafectado el bosque que está cerca de donde vivo en Austria. Los árboles y los animales han comenzado a demostrar un estrés muy grande", agrega la chilena. Hoy, en el Centro Cultural de España (19:00 horas), el sello Pueblo Nuevo lanza otro disco de música actual, resultado de una convocatoria a ocho compositoras de música electrónica y sus ramificaciones.
La totalidad de las obras de "frecuenciAzul" también están relacionadas con la naturaleza, el paisaje y el territorio, y allí el agua en sus distintas formas es un denominador común: el océano, la lluvia, la tormenta, el géiser y el mundo subacuático. "Sumergí un instrumento llamado hidrófono a unos diez metros de profundidad en el mar de Coliumo para captur a r l o s s o n i d o s. N u n c a s a b e m o s bien qué es lo que se escucha porque no lo vemos.
Aquí aparecieron sonidos de motores de barcos y una especie de viento, lo que podría ser una corriente", dice terrumpidos" (Aula Records), con piezas para flauta y clarinete bajo, interpretadas por la noruega Hanne Jones Rekdal y la austriaca Anna Koch, respectivamente. "Se basan en lugares que conocí y viví en el día a día en Noruega y en Austria y que han sido alterados por el cambio climático. No se trata de una crítica medioambientalista, sino de una observación personal", explica Roberta Lazo desde Viena. "Hay una cascada en Oslo que en invierno se congela. Antes tenía que pasar mucho tiempo para que volviera a ser una cascada de agua, pero en un par de años eso ya no ocurre.
Lo mismo con las olas de calor que han la artista y paisajista sonora Valentina Villarroel (1981). Ella cuenta con una amplísima discografía de este tipo: el registro del sonido de los espacios urbanos y de la naturaleza en el Biobío, y en este nuevo álbum colectivo presenta "Geofonías VIII", ese inesperado paisaje sonoro submarino disponible al oído en la superficie.
En tanto, la productora viñamarina Jessica Campos, Alisú (1976), propone una mirada ambient en su obra "Bahía misteriosa", del mismo modo que la compositora Valentina Maza (1985) y la artista lumínica Yadak (1985) lo hacen en distintos rangos con "Sky" y "Visión blanca", respectivamente.
La contrabajista e improvisadora Amanda Irarrázabal (1982) contribuye con el collage sonoro de "Electriza", sobre distintas etapas de una tormenta, mientras que la tríada que forman Pululosz (Sofía Fuentealba, 1996), Groovestatick (Paulina Lobos, 1990) y Darlavida (Darla Quintana, 1997) incorporan a la textura el elemento rítmico, el beat, para una música que se aproxima al rito de la danza. Zonas continuas: Presencia de mujeres en la música actual Mañana finaliza el Festival de Música Electroacústica de la UC, con cinco compositoras. En tanto, los discos "frecuenciAzul", con ocho autoras, y "Paisajes interrumpidos", con otras tres protagonistas, marcan un momento en la electrónica y la música contemporánea. IÑIGO DÍAZ Alisú tiene amplia trayectoria en la electrónica experimental. ARCHIVO ALISÚ / PUEBLO NUEVO Graciela Muñoz es parte del sello discográfico Modular. ARCHIVO GRACIELA MUÑOZ Sofía Fuentealba es Pululosz, una figura en ascenso en la electrónica de escucha y de movimiento. ARCHIVO PULULOSZ / PUEBLO NUEVO Roberta Lazo desmantela la mecánica de la flauta y el clarinete bajo. DANIELA CANALES.