Autor: Andrea García Lizama, directora de la Oficina de Estudios y Politicas Agrarias (Odepa)
Columnas de Opinión: Liderazgo exportador silvoagropecuario
Columnas de Opinión: Liderazgo exportador silvoagropecuario E n una reciente columna publicada en un medio nacional, se planteó que los productos que más exporta Chile, como minerales, frutas y pescados congelados, tendrían "bajo o nulo valor agregado" y que no existiría "ciencia ni innovación detrás" de lo que más vendemos al mundo.
Desde el Ministerio de Agricultura refutamos esa afirmación, al menos en lo que se refiereal sector agroalimentario y forestal, ya que existe abundante evidencia que muestra una realidad que muchas veces es menos visible, pero profundamente transformadora.
El informe Liderazgo Exportador de Chile 2024, elaborado por la Dirección de Estudios de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), muestra que Chile no sólo es el mayor exportador mundial de cobre o carbonato de litio, sino también de cerezas frescas, ciruelas deshidratadas, bulbos ornamentales, entre otros productos alimentarios y forestales que requieren altos estándares sanitarios, trazabilidad, logistica especializada y un esfuerzo tecnológico considerable. ¿No hay innovación detrás de enviar una fruta delicada como la cereza desde el centro sur de Chile hasta el consumidor asiático, manteniendo su sabor, textura y frescura durante más de 30 dias de trânsito ?. Para lograrlo, se han desarrollado e implementado tecnologías de atmósfera controlada, empaques inteligentes, genética varietal adaptada, sistemas sanitarios complejos y rutas logísticas directas. Por otro lado, el rubro forestal chileno también es un sector de punta, que lidera exportaciones mundiales de productos como madera contrachapada y celulosa, desarrollados bajo altos estándares técnicos y ambientales.
Los logros que hoy observamos en materia agroexportadora son el resultado del trabajo y compromiso sostenido de productores, empresas, consorcios tecnológicos de participación pública y privada, centros de investigación y servicios públicos, y de su articulación con la investigación, el desarrollo y la innovación. Esta relación virtuosa no solo ha permitido alcanzar niveles de sofisticación y posicionamiento internacional, sino también proyectar un camino claro hacia adelante, sustentado en una política de largo plazo para la competitividad silvoagroalimentaria del pais. Por supuesto, Chile debe seguir avanzando en agregar valor, diversificación de productos y apertura de nuevos mercados, con la innovación como eje. Pero ello no debe invisibilizar lo que ya hemos construido.
Hoy exportamos conocimiento aplicado, desarroIlo de variedades nacionales que resuelven problemas propios de la realidad chilena, tecnología en manejo poscosecha, transformación forestal sustentable y una marca pais confiable y valorada en mercados como Asia, Estados Unidos y Europa. Exportar mejor también es reconocer los avances logrados con esfuerzo, inversión y colaboración entre lo público y lo privado. C Columna.