Autor: SUSANA NÚÑEZ dianoíladiscusion. cl FOTOS: LA DISCUSIÓN
Matrimonios y nacimientos caen en Ñuble, mientras los AUC crecen en los últimos tres años
Matrimonios y nacimientos caen en Ñuble, mientras los AUC crecen en los últimos tres años Realidad se alinea con la tendencia nacional Estadísticas vitales reflejan una transformación en la manera en que los ñublensinos están concibiendo hoy sus vínculos afectivos y familiares.
Expertas analizan este fenómeno como parte de un cambio cultural y generacional profundo, impulsado por nuevos proyectos de vida, transformaciones sociales y los efectos de crisis recientes como la profundo, impulsado por nuevos proyectos de vida, transformaciones sociales y los efectos de crisis recientes como la pandemia.
Teresa Pérez socióloga la disminución de matrimonio probablemente tiene que ver con distintas formas de concebir la constitución de familia o de pareja". - Matrimonios y nacimientos caen en Ñuble, mientras los AUC crecen en los últimos tres años La realidad de Ñuble no dista de la nacional, donde las tendencias del último tiempo han demostrado que los casamientos y los partos han experimentado una caída.
SuSana núñez diario@ladiscusion.cl fotos: la discusión E n los últimos ocho años, las estadísticas de matrimonio, nacimientos y de Acuerdos de Unión Civil (AUC) de la Región de Ñuble han sido fluctuantes, con altos y bajos.
Sin embargo, en los últimos tres años se marca una tendencia clara en estas cifras vitales, constatándose una disminución tanto en enlaces como niños nacidos, no así con en los acuerdos de unión civil (AUC) que ha experimentado un aumento. A nivel local, entre los años 2022,2023 y 2024, las cifras reflejan un descenso leve en la cantidad de bodas: 1633,1478 y 1425. Los nacimientos, durante ese periodo en el territorio, fueron 4838,4688 y 4.124. En tanto, las parejas que optaron por el pacto civil fueron 117,145 y 175. La realidad de Ñuble no dista de la nacional, donde las tendencias del último tiempo han demostrado que los casamientos y los partos han experimentado una caída.
En contraposición a los AUC, que siguen incrementándose. ¿Cuáles son las causas de estas tendencias? ¿ Qué impactos positivos y negativos tienen estas cifras en los territorios? ¿ Cuáles desafíos dejan las estadísticas? Estas interrogantes fueron abordadas por La Discusión junto a expertos y autoridades, quienes analizaron los cambios en estos indicadores sociodemográficos.
La socióloga y académica de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago, Teresa Pérez, explicó que la disminución de los matrimonios se ha visto influida por diversas razones, entre ellas, la coexistencia válida de distintas formas de familias, como también la necesidad de experimentar, de manera previa, la vida en pareja, antes de dar un paso formal en una relación. "La disminución de matrimonio probablemente tiene que ver con distintas formas de concebir la constitución de familia o de pareja.
Una tendencia creciente, que no es de ahora, si no de varios años, de una suerte de prueba de convivencia libre para después ver los resultados de esta prueba y poder concretar una unión jurídicamente más fuerte como la unión civil o el matrimonio", sostuvo.
Los planes de casamiento también se han visto desplazados por la priorización del crecimiento profesional y económico, como una manera de sentar las bases para levantar un proyecto entre dos. "Las personas, en edad económicamente activa y reproductiva, tienden a aplazar más ese tipo de compromiso, porque tienen otras expectativas de desarrollo profesional y de desarrollo o acumulación de bienes capitales. Entonces, muy probablemente ven en estos compromisos como que hay que invertir en esto, prefieren tener cierta estabilidad de ingresos para poder adquirir un compromiso de esta naturaleza", dijo. Economía Gig Las causas probables que explican la caída de los nacimientos responderían a una lógica similar.
El deseo de escalar en la carrera profesional y de asumir nuevos desafíos laborales siguen postergando la posibilidad de concebir hijos. "Aplazar la llegada de los hijos, por las mismas razones, por intentar lograr un desarrollo profesional óptimo con mayores aspiraciones de ascensos, de calificaciones, de perfeccionamiento, lo que teniendo una jornada laboral con expectativas de crecimiento, que podrían implicar viajes, movimientos de lugares, sea permanentes o más o menos permanentes, les hace difícil concebir la posibilidad de tener hijos", comentó la docente Usach.
Asimismo, planteó que hoy las personas mantienen estructuras laborales más flexibles que están condicionadas a la necesidad de experimentar otros frentes, por lo tanto, se tornan menos compatibles con la idea de tener hijos, debido a la estabilidad financiera que demandan. "Hay otras expectativas de tener un hijo, se les quiere dar una mejor vida, se les quiere dar acceso a todas las posibilidades que se han abierto a los jóvenes de viajar, de tener distintos trabajos, lo que se conoce como la economía Gig, moverse de un empleo a otro, probar distintas áreas. Incluso lo que se conoce como reinvenciones, tener una profesión, dedicarse a eso, pero tener otro trabajo, con otra alternativa profesional o cambiar totalmente lo que se definió como profesión.
Entonces, se tienen estas expectativas de experimentar y frente a eso, se sigue viendo que tener un hijo se requiere tener estabilidad y que avanzado los 30 no se están teniendo, porque también hay otros patrones de relacionarse con el empleo", apuntó. Desde la mirada de Teresa Pérez, tener hijos dejó de ser una imposición, sino más bien una decisión personal.
Asimismo, los avances científicos han permitido postergar estos planes, como, por ejemplo, la congelación de óvulos que ayuda a preservar la fertilidad futura. "Hay mayor conciencia también de la libertad o la posibilidad de tomar decisiones. No ver el tener hijo como algo natural, como algo del ciclo vital, con lo que hay que cumplir, sino parte de las decisiones personales y esto es un cambio cultural importante.
Hay mayor conciencia en la ciencia, que le puede dar batalla al reloj biológico, entonces, se puede tener mayor respaldo de hacer muchas cosas, ante de decidir tener hijos, sin necesidad de obviar, pero con la necesidad de aplazar o darle pelea al reloj biológico", indicó. Por último, agregó, también existe mayor conciencia frente al entorno y sus amenazas, lo que invita a reflexionar en torno a la pertinencia de concebir hijos bajo los contextos actuales.
Por ejemplo; las sequías o las guerras asociadas a la menor disponibilidad de alimentos. "Hay más responsabilidad en el contexto en el que se desarrolla la familia, más conciencia de las guerras y de los impactos que tienen, independiente del lugar donde se produzcan, que son impactos económicos, de tener la información de primera fuente de lo que sucede. Hay un cuestionamiento de a qué mundo traemos a los niños. También hay mayor conciencia de las amenazas del cambio climático, de los amenazados que están los ecosistemas y las consecuencias que pueden tener", detalló.
Para Teresa Pérez, estas realidades dejan impactos positivos y negativos, tanto a nivel nacional como local. "Frente a decisiones responsables, pensemos que van a haber niños deseados, protegidos y cuidados, con padres atentos y con otras miradas sobre la crianza y el mundo, sobre aquello que quieren exponer a sus hijos, en términos de experiencia y la educación que se quiere proporcionar. Hay una idea de que este aplazamiento tiene que ver con eso. Eso puede ser algo positivo", destacó.
En la cara opuesta, el envejecimiento de la población, la disminución de la fuerza laboral y la presión sobre los sistemas de pensiones y salud asoman como consecuencias negativas que imponen diversos desafíos. "El envejecimiento de la población, el desequilibrio que se puede dar en la disposición de mano de obra, en términos generales, es un desafío.
Vamos a tener muchas personas que requieren cuidado, mayores de 60 y 70 años, especialmente cuando están en una condición de salud que necesitan cuidados y van haber pocas personas para cuidarlos en los contextos familiares, pero también cuando se necesite que este cuidado sea mediado por un pago o la tendencia a reconocer las tareas de cuidado como trabajo no remunerado y pase a remunerado, es un gran desafío, porque vamos a tener poca gente trabajando, por lo tanto, poca gente para pagar y mucha necesidad de pago por ese trabajo y reconocimiento", advirtió.
Replanteamiento tras crisis Estas tendencias reflejan una redefinición profunda de los valores y normas sociales, impulsada por las crisis recientes, como el estallido social y el Covid-19, que generaron incertidumbre e invitaron a la reflexión de la población. La pandemia es un factor que pudo haber profundizado la disminución de los enlaces matrimoniales y la natalidad. El confinamiento obligó a muchas personas a desarrollar autonomía en un contexto adverso. Esto fortaleció la individualización y priorización del desarrollo personal, lo que hoy se traduce en decisiones más meditadas respecto a la vida en pareja y la maternidad o paternidad.
Así lo plantea la psicóloga Pamela Vaccari, académica del Departamento de Psicología de la Universidad de Concepción, quien indica que la crisis sanitaria no solo alteró la vida cotidiana, sino también el modo en que se concibe el compromiso. "Mucha gente se vio obligada a desarrollar destrezas, con mayor autonomía, tuvo que apañar en esos instantes, sola o solo, y eso entonces pudo haber generado algunas de estas habilidades que ahora se ve que para poder transar con un otro, en una especie de matrimonio, esto ya se negocia más. Entonces, sería un tema de crisis económica, social y sanitaria, sin duda alguna, está influyendo en la disminución de los matrimonios y los nacimientos. La gente ya no toma estas decisiones tan impulsivamente y pone, en primer.
Matrimonios y nacimientos caen en Ñuble, mientras los AUC crecen en los últimos tres años lugar, el sentido de individualización, el querer desarrollarse personalmente, ya hubo tanta incertidumbre en el exterior, entonces, la gente retornó a lo individual", aclaró.
Respecto al aumento de los ACU la docente explica que "puede ser reflejo de cómo en la reflexión y las crisis, las personas van generando esta mayor apertura, como una redefinición también de las formas de reconocimiento legal y social de estas relaciones sentimentales, también aumenta, se permean las ideas de un mayor pluralismo en las formas de relación. No olvidar también que el 2018 se aprueba la ley de matrimonio igualitario", enfatizó.
Estos cambios también plantean desafíos importantes tanto para el Estado como el mundo privado, destacó Pamela Vaccari. "Creo que en positivo, aparece esta mayor flexibilidad en las relaciones legales de pareja, que hay mayor protección de derechos para las parejas que no están casadas, porque el acuerdo de unión civil tiene un estándar importante de protección y cuidado, hay una apertura en la diversidad de parejas y de familia, eso es muy positivo.
Creo que los desafíos es que nos queda la necesidad de adaptarnos a nuevas formas de convivencia y mayor reconocimiento legal, cierto, de parejas de todo tipo, de personas con todo tipo de identidades también, no solamente identidades binarias sino que no binarias, trans, etc", indicó. "Promover la conciliación entre estos nuevos modelos de familia, nuevas costumbres o tradiciones, que tiene que ver con a lo mejor familias que ya no tienen hijos, sino que tienen mascotas, y entonces hay que incorporar en las políticas públicas los permisos para el cuidado de mascotas cuando tienen que ir a veterinario, cuando están enfermos o mueren.
El Estado algo está haciendo en eso", agregó Respecto a la preocupante caída en las tasas de natalidad, la psicóloga advirtió que no basta con entregar bonos puntuales, sino avanzar hacia un sistema de cuidado más formal de niños, compatible con las jornadas laborales. "Si es tan grave la situación de los no nacimientos, habrá que incentivar un apoyo en planificación familiar, pero tiene que ser a largo plazo.
No puede ser una cifra puntual como de que vamos a pagar un monto de dinero cuando nace, tiene que ser un acompañamiento, por lo menos, durante los cinco o seis primeros años de vida del niño y la niña, como el Chile Crece pero con más dinero, podríamos decir, para que las familias tengan seguridad y tranquilidad y puedan criar con cariño y con una parentalidad positiva como se hace en los países desarrollados", recalcó.
El crecimiento sostenido en las cifras de Acuerdos de Unión Civil (AUC) en Chile no es un fenómeno aislado, sino que forma parte de una transformación profunda en la manera en que las personas conciben hoy sus vínculos afectivos y familiares.
Política debe atender a cambios Marta Carvajal, seremi de Desarrollo Social y Familia, contextualizó este cambio como parte de una redefinición de las estructuras familiares tradicionales. "Para nadie es un misterio que en Chile, como en el resto del mundo, las nuevas generaciones tienen proyectos de vida distintos, motivados por el crecimiento profesional y la recreación, desplazando al matrimonio y la formación de la familia.
Así, por ejemplo, respecto de los jóvenes que les gustaría ser padre o madre, según datos de la 10 Encuesta Nacional de Juventudes (2022) se aprecia que en cuatro años ha disminuido en casi 10% la proporción de mujeres jóvenes sin hijos ni hijas que les gustaría ser madres, disminuyendo este porcentaje de un 64,8% a un 55,0% en cuatro años. (2018-2022)", comentó.
En palabras de la autoridad regional, estos cambios evidencian transformaciones sociodemográficas y sociales profundas, marcadas por factores como el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, los avances en igualdad legal para la comunidad LGBT, y una mayor aceptación social del matrimonio igualitario y la adopción homoparental. "Creemos que es importante que la política pública pueda nivelarse atendiendo a estas transformaciones sociales garantizando que ninguna persona sea discriminada por optar por un AUC, especialmente en contextos laborales, educativos o de salud.
A la vez, es importante reforzar campañas educativas para erradicar prejuicios y promover el respeto por la diversidad de estructuras familiares; analizar y usar datos actualizados para diseñar políticas públicas efectivas, e incluir a las uniones civiles en encuestas nacionales para comprender mejor sus necesidades y dinámicas", subrayó Marta Carvajal.
Pamela Vaccar AcAdémicA Udec Creo que en positivo, aparece esta mayor flexibilidad en las relaciones legales de pareja, que hay mayor protección de derechos para las parejas que no están casadas" estadísticas vitales de la región de Ñuble Matrimonio Nacimiento AUC 2017:1671 2017: 5183 2017: 86 2018: 1645 2018:5225 2018:103 2019: 1524 2019:4967 2019:120 2020:957 2020:4883 2020: 73 2021:1267 2021:4481 2021:93 2022: 1633 2022: 4838 2022: 117 2023: 1478 2023:4688 2023: 145 2024: 1425 2024: 4124 2024: 175.