Autor: PAULA QUIERO LEóN, DIRECtORA REGIONAL DE SAG MAGALLANES
Columnas de Opinión: Magallanes: diversificando su matriz productiva ganadera
Columnas de Opinión: Magallanes: diversificando su matriz productiva ganadera Durante años, la vasta y remota Región de Magallanes ha sido reconocida a nivel mundial por sus extensas pasturas, su vocación ganadera y por la calidad de su carne ovina, que es comercializada en los más diversos y exigentes mercados internacionales.
A la par de este tradicional reconocimiento, en los últimos años, Magallanes ha resurgido al diversificar su matriz productiva ganadera, reposicionándose como exportador de ovinos vivos y, particularmente, como proveedor de genética de excelencia para planes internacionales de mejoramiento animal.
Sin duda, un trabajo publico privado de largo aliento, refrendado por una estrategia de apertura de mercados liderada por el Ministerio de Agricultura, que no habría sido posible sin la sólida condición de inocuidad y sanidad que caracteriza a Magallanes, condición de la cual el Servicio Agrícola y Ganadero es garante ineludible. Cada exportación de ovinos magallánicos conlleva un proceso riguroso: los animales deben cumplir estrictos protocolos sanitarios impuestos por los países de destino, los cuales son verificados bajo estrictas medidas de bioseguridad supervisadas por el Servicio. No se trata sólo de cumplir con los tramites de rigor que exigen los importadores, sino de entregar garantías de calidad sanitaria de mercados altamente exigentes. Detrás de estos logros, hay años de trabajo sistemático.
El SAG ha liderado un consistente programa de vigilancia y control de enfermedades ovinas, lo que ha permitido a Magallanes ostentar hoy una condición sanitaria de privilegio: la región está libre de patologías como el aborto enzoótico ovino, fiebre Q, maedi visna y sarna ovina. Este estatus sanitario no solo protege nuestro patrimonio pecuario, sino que también facilita los procesos de exportación, reduciendo tiempos y costos de análisis. Este avance no es obra de un solo actor. Es resultado de un sólido trabajo público-privado, donde productores, autoridades y técnicos han comprendido que la protección sanitaria es la base sobre la cual se construye una economía rural más sofisticada y diversificada.
Ya no se trata solo de exportar carne, lana o animales: Magallanes ha comenzado a exportar genética, un producto de altísimo valor agregado que posiciona a la región como un referente de la producción ovina mundial.
Este favorable escenario es el reflejo de un trabajo permanente y sostenido en torno a la gestión sanitaria animal, en donde SAG ha jugado un rol silencioso, pero de gran relevancia, garantizando el estatus fito y zoosanitario de la región y haciendo efectivos los acuerdos internacionales que Chile ha suscrito. Hoy, Magallanes mira al futuro desde una sólida vereda, donde la exportación de genética, suma valor agregado a su matriz productiva.
Y detrás de este gran logro, junto al arduo trabajo que durante años ha llevado a cabo el sector privado, está el compromiso y la excelencia técnica del Servicio Agrícola y Ganadero, que ha trabajado, y seguirá trabajando, en silencio y con rigor, para que las oportunidades sigan llegando a los confines más australes de nuestro país..