A 80 años del naufragio de la fragata Lautaro: el recuerdo de un sobreviviente, suboficial mayor Guillermo Carvajal Molina
A 80 años del naufragio de la fragata Lautaro: el recuerdo de un sobreviviente, suboficial mayor Guillermo Carvajal Molina A 80 años del naufragio de la fragata Lautaro: el recuerdo de un sobreviviente, suboficial mayor Gufilenno Carvajal Molina lI! j% VÇdxn-[len1idez L Sodeddde Esoitor t de Mapmnes Finalizamos Finalizamos el PieS de abril e iniciamos el uses de mayo. que nos invita a celebrar las íestivklades rda ciunadas con los días del Patrimonio Patrimonio y también, con las G]orias Nasales; Li tradicional conmemoración de los coraba les de Iptique y Punta Gruesa en las épicas lomadas del 21 de mayo de 1279 Ves que, en la extensa hiatoda hiatoda de Chile con su mar, existen Innumerables hechos que han fusionado el destino de cientos cientos de hombres embarcados en nascs legendarias, que navegaron navegaron por Lodos los océanos del planeLa y que después, leritrinaron leritrinaron sus días en Magallanes, sin olvidar a los buques en los que sirvieron a La Patria, convertidos convertidos eta pontones o lo que es peor. desganados en algón lejano astillero, Nuestros grandes escriLores, poeLas y narradores, han desui-ko desui-ko en varias obras llteradas el histórico vinculo del pueblo chileno con el mar.
Por citalsólo citalsólo algunos nombres, Manuel Rolas con Lanchas en ]a babia”, FrarucoCo[oane. con “El úkimo úkimo gnu-rseie de la Haquedano”, Juan Marfn, en Paralelo S3Sur”, Salvador Reves, con Valparaíso puerto de nostalgia”, son obras que así lo atestiguan.
Por lo demás, demás, ditemus Lener presente que existe todo un tipo de litera[ura litera[ura antártica, tal ez única en su género, praluckla principalmenle principalmenle por aulorts chilenos, chilenos, cuyos nombres destacaron también en el campo diplomático, diplomático, cOritO Eugenio Otrego Vicuña, con Ten-a Australis”, Miguel Serntio, con Qitién llana en los hielos, Salvador Reyes, cori El continente de los hombres soIos sin onrifli, por cierto a Fiancisco Coloane, quien se nos presenta en este escenario con Las noveLo, Los conquisLadores dr la Arilirtida” Arilirtida” y El camino de la ballena”, Gada uno a su manera, ha descrito al marinero chileno a través de anécdotas o de episodios, episodios, en que, junto con resaitar resaitar el heroismo y la soledad que caracterizan al hombre de mar, reielan. al mismo riesepo, riesepo, una suerte de idiosincrasiz idiosincrasiz nacional: chile ca un país esencialmente naritisno, pero hemos sido, nosotros mismos, -los chilenoslos primeros en renegar eh rentndar, a ptÓfttndizaren ptÓfttndizaren esa cisión geopotítica geopotítica que nos llevada, a lo me[os, me[os, a lograr un cierto niveL de desarrollo socioeconórrsico y cultural.
Al respecto, el Premio Nacional de Literatura (1943) y de Periodismo (tss) Joaquín Edwards Bello publicó nunterosas nunterosas crónicas plasmadas en IIbros IIbros yen los principales diarios caplta]Inos, en que señalaba la falta de mirada a largo plazo de nuestras au[orid4kdes. Esta crítica iba con independencia del color político. El laureado laureado escritor chileno soLía decir que si tomtharrtos lo mejor de Inglaterra.
Japón y 1-blanda, países con escaso territorio y sin grandes recursos naturales, pero que convirtieron al mar en su princIpal aliado, Chile podría ser. con sus mía de cias[ro mil IrJióntetros de costas, una nación pujante y próspera.
Un oasisen bciudad En más de una semblanza, henos narrado que a principios principios de 20(H) cuando se produjo nuestro retorno a Magaiaries. hicimos de] Circulo de Suboñ ciales en fr) de las Fuerzas Ammadas Ammadas Sargento Aldea, nuestro principal espacio de conversación conversación y de locturas Fío debería cxLraiiar que hayamos escogido escogido un club social para nuestra labor de difusión literaria.
En varias ocasiones, Maruja Scott, Scott, Eugenio Mimica y Silvestre Fugellir reconocieron que el bar Rio Seco, atendido por la seítora Sunna h%inieti, loe una especie de ctrartel general biblioteca y centro de reunión de los prinieros directorios de la Sociedad de hscriLores de Magdlane En ese lugar, sediseM sediseM y elaboró el programa del ya rnítioo Segundo Encuentro Nacional de Facrltores de Ma gallares realizado en octubi-e de 1982, con la participación de sesenta literaLos, la nnvoría de ellos venidos del norte del país.
En la época a la que nos reíerirnos reíerirnos 1 estaba de corteesio¡ tarEs corteesio¡ tarEs en el Sargento Aldea. la seítora Silvia Carrasco, la quemida quemida tía SiMa, como le decía nos, acompañada siempre de Noelia. quien ofrciaba de gano rta, A la tradicional cazuela de ave como plato de alrnuero de los jueves, se agregaban las pichangas, pichangas, el sandwich de barros luco y el bistec a lo pebre, que se podían so&itar a cuakpiler hora del dia en la semana. de lunes a sábado, Allí, entre el Interminable Interminable humo de cigarrillo. el crujir de copas y vasos llenos con Scas cañas de vino biancri y tinto, trabamos amistad con varios parroquianos que nos contaron sus historias de elda. Muchos de ellos habían penenectdo penenectdo a alguna de las ramas de las Fuer-zas Aunadas. especial mente. a iamarlrsa de guerra. Al caer la tarde, llegaban al club los escritores más jóvenes de aquél entonces; Pairel Oyarzún Oyarzún Chrístian Formoso, Oscar Barrientos, NLki Kuscevic.
A veces nos acompañaban L}inko Puvlov, ristáteles España, el dibujante Juan Carlos Muñoz Alegría. (Chico Alegría(. De vez en cuando aparecían unas escritoras jóvenes que con los años. entraron a estudiar a la universidad, pero que, luego, las perdimos de visLa. tanaEdén tanaEdén llegaban algunas amigas que conocíamos en algunos clubes nocturnos y que hacían más llevadera la dIscusión literaria, literaria, En la noche se delta ver Fernando Vargas Cáreamo, un reconocido fotógrafo que conocía a casi todas las chicas que trabajaban en la bohemia punLarenersse y que solía retratamos retratamos en medio del jolgorio del mino y de la amistad.
Los lunes, miércoles y vier¡ tea vier¡ tea en las maftarias, era común encontrar en torno a una gran mesa de madera a los escrito res más avezados, Marino Mu tina Lagos y Silvestre Fugellie. rodeados de algunas botellas de sino blanco y de cepitas de ginebra, con los insepara bIes amigos, Reinaldo LeIva Slllard que había publicado un libro sobre la historia de Lan Chile y el nalalino Humberto Cárcamo, “Carcamito, quien escribía sus versos en papel de cuaderno e imprimía sus manuscritos o bien fototoplaba fototoplaba cada una de las hojas adosando adosando a ellos, una improvisada tapa de cartón, Por esos años la diíerencia generacional entre los literatos todavía resultaba una barrera infranqueable a la hora de es tablecer relaciones amistosas, Los más jóvenes no se juntaban con los más antiguos: éstos últimos, soban conversar de temas que parecían LnalcanrabIes LnalcanrabIes para nosotros. más aún, cuando el rnotlto eta relatar acerca del antiguo Magallanes. repleto de historias íabulosas y de una bohemia poco menos que de ensueño, donde ellos eran casi siempre, los principales principales protagonistas. A veces se les arrirn, aba el profesor. este gidor, exsenador y exconcejal, Luís Godoy Górnet A la hora del almuerzo.
Silvestre Fiageille le gustaba encender su pipa. entonces, el aroma del tabaco inglés que se podía oler desde la calle, se hacía más intenso cuando subiamos las escaleras para Ingresar al casino Un exsnbotrciaÍ debArnutb Algo que nos llamaba la atención era el profundo respeto respeto que se daba entre tos co mensales, Se trsLaba de gente gente rrsaÇOr, que se conocía de tiempo antes. En las naesas, ala hora del crepúsculo, comen zaban los primeros escarceos con las plezasdeciominó. después después continuaban las castas; a veces, en la barra se escucha ba el crepitar de los dados. Lo que sí estaba muy claro, es que había especialistas en cada uno de los juegos Púr lo general se competia en parejas.
Los tauqueros tauqueros Itabiaban de hacer un cuarto, un sexteto, Alrededor de las diez de la noche, cuando se disputaban los partidos de e--ae--a. fl fl ) b. 5,,a, ,aazara La barca PtiwwaIt donado paAlernaa a Chile en 1941, La kmada NadonA la reacosi&lonó y le ptao d nombra de trapa Lautara LisiS cano buque escueb para bforsnacidn detsardinaiwasygnntea ytanbién parad uanapsste ch sMre.
Se ¡ icaició y naufragó alas de febrero de 1915. a Ala izqLiacla, suboficial mayos-de la Armada dechlle, GuiUermo Carwaj ! iiolirsa, a la dere&a, Pecho Raliarnonde, inseparabLe compatbao de doe, Muy en el trsic& Ii centro, el autor de estas lOteas, Vktor l-lisnaddez.
Fotogmslia tomacb por Farsando Vargas Cárcaenu en b Sociedad de Enwleadoa.. A 80 años del naufragio de la fragata Lautaro: el recuerdo de un sobreviviente, suboficial mayor Guillermo Carvajal Molina dominó von las competencIas de Lruco que concluían bubiliia]mente bubiliia]mente en La madrugada, en el salón princi pal sólo se es cuchaban cuchaban los códigos y las espre sienes de alegría o de rabia de los parilcipantes. Entre Lodos los jugadores desLataba un hombre andano, cercano ales ochenta años, muy delgado, que invariablefluente invariablefluente aparecLi en los come dores a eso de las siete de la tarde. Se llamaba Guillermo Carvajal Molina (16IV, ”1924l4íVli)2006} Era aubofcial mayor en reItre de La Armada Armada Nacional. Para muchos que le ubicaban, su presencia era todo un acontecimiento.
Con ol tiempo nos dimos cuen la que su llegada al bar tenía un alto grado de simbolismo; signifLeaba para los concetáonarios concetáonarios el comienzo de la jornada jornada de la Larde, el [ruán para que aparecieran [os inía3tables noctámbulos. Carvajal fumaba en promedio promedio una cajetilla de cigarrillos al día. Su vozera ásperaygntesa. ásperaygntesa.
Cuando entraba en confianza confianza cori alguien solfa declile: ¿ Cómo estás viejo lobo de mar? Las marinos retirados lo Lraiabac Lraiabac con sumo 1-espeto; en ocasiones ocasiones se cuadraban ante él y lo saludaban con frases como: ¿ Cómo está mi suboildal? ¿ Cómo 5C encuentra don Willy, tanto tiempo? es. presiones que sonabais a cierta deferencia. Can Sama dic ser hombre de la noche, repleto decontradicdones, decontradicdones, don Willy era selectivo con sus amistades.
Aunque pinochetista pinochetista de corazón y adralradoren adralradoren secreto de AdoiflILLIer ydeb causan. azi, enbvidarea] la miivoria de sus amigos eran sociaItasy cuniunistas, lo que siempre motivaba Las burlas de sus más cercanos, sobre todo cuando empezaban los partidos de doniinó. Pese a su avanzada edad, don Willy era el terror del juego.
Especialista cr1 el dommd, casi siempre triunfaba en los partidos, no importaba quien fuera el contendienta Después se entreLenía en el truco. truco. ysi bien, los resultados por lo general le eran favorables, en granniedJdasedebíaaLaeerienda granniedJdasedebíaaLaeerienda y la pericia de su amigo Pedro Bahamonde.
Para celebrar la amIstad, como solía decir a sus más cercanos, cercanos, don 9lly organizaba todos los meses una vena que se realizaba habitualmente, en los comedores o en el quincho del hsrgertLo Aldea, adonde acudlan veinte o más amigos, la mayorla del grupo de jugadores. jugadores. En el Lranscurso de la coinldt en medio del brindis, brindis, se recordaban anécdotas de antiguos bares y cantinas, atendidos por sus dueños, que conocía hasta el horario de cada uno de sus clientes.
Como buen ciudadano de Valparaíso. don Wiiiy era un wanderirso de torno y lomo Un domingo de primavera de 2001, recibirnos una llamada desde la Sociedad de Empleados Empleados donde se nos convidaba a ver el partido del elenco caLu rro. En la barra del local que se encontraba cari vaefa, estaba nuestro amigo inusualniente feLiz, porque su sufrido equipo, equipo, se procLamaba campeón del fútbol chileno después de treiaita y Eres silos. Esa noche don \iliy nos habló des-u familia, de suispusa. de sus asnoztispos-dleersospueitosdel mundo. Tenia dos hos, el mayor, mayor, era capitán de navío, el otro, psicóiogo. En su juvenLud había sobrevivido a un gran naufragio en las costas del Fkmi. b antes. nos habla re-velado una historia dramática, que en su momento ruto muy poca cobertura penodistica. penodistica. El buque en el que navegaba, navegaba, la fragata Lau taro, se habLa habLa hundido a causa de una gran expLosión. [o que ovas lodo numerosas numerosas victimas fatales, un 2H de febrero de tÇ4.3. Despuós del accide rile fue reasignado a otras unIdades, incluido el famoso acoran do Almirante Latorre. A Magallanes había llegado des(i nado para servir en la dirección de aprovisionamiento de la Armada. Armada. Alli se habla jubilado de la Institución.
L. afragata Laman El 2.3 de mayo de 1941. en plena Segunda Guerra Mundial, Mundial, La Alemania de Hitler halila donado al gobierno chileno encabezado por Pedro Aguirse Aguirse Cerda, ci velero llamado Prlwall de 6.568 toneladas que ehaLlaaalamselaen Valparaíso, Valparaíso, desde antes que comenaura la contienda. En ese momento histórico, Chile mantenía aán su neutraLidad en el conflicto, conflicto, lo que le perrniLla sostener relaciones dIplomáticas tanto con los paises del bando aliado, como con las potencias del Eje. El buque fue transferido a la Armada Nacional. Allí le destgnaron destgnaron el nombre de fragata fragata Lautas-o.
De inmediato se le encomendó para cumplir con das objetivos: además de transportar salitre y distintos minerales al extranjero, y ante la falta de una nave adecuada, se resolvió que sirviera como buque escuela y de instruccien instruccien práctica de guardiamarinas guardiamarinas y de grumetes.
El gobierno de Chile decidió enviar a La Lautaro en los tilti naos meses de 1941 a los Estados Estados Unidos. para que cumpletara cumpletara su reacondlclonamlento El buque llegó al puerto de San Francisco cnt california, el domingo? domingo? de diciembre. liurante la travesla, latripulackSn se enteró enteró del deceso del Presidente Aguirre Cerda. No Imaginaban que a las pocas horas de haber airacado a uno de los muelles se desataría la gran tragedia que significó el ataque sorpresa del japón a la base estadounidense estadounidense de Pearl Harbor. Por la radio escucharon el dIscurso del presidente Roosevelt que catalogó el hecho como el Día de La Infamia.
Don Willy era uno de los miembros de la tripulación de La lsutaro Mientras se le Instalaban a la fragata dos po Lentes motores diésel en San Francisco quedaron establecidos establecidos cerca de un año; allí pudieron pudieron observar el Inmenso esfuerzo Industrial de Estados UnWos Las grandes corporaciones corporaciones del acero, del petróleo. los fabricantes de automóviles, todos se abocaron al rearme miLitar de la nación. Cuando retornaron a Chile, japoneses y norteamericanos libraban ya. feroces combates navales en el Océano Pacifico. La fragata Lautaro había totalizado totalizado cuatro viajes a México y Estados Unidos, en sucesivos viajes de Instrucción y transportando transportando cargas de salitre.
Cuando se dirigía por quinta vea a San Francisco al mando del capitán de navío Ale jandro Salinas San Rontán, una chispa en las calderas, produjo un incendio seguido de una Suerte Suerte explosión que macó a veinte veinte hombres; el segundo comandante, comandante, capkán de corbeta Enrique García Gonzáler: los tenientes 2 Rolando Froeden llevar y lorge Navarro Serrano; guat-dlasnarinas, Luis barahoita, barahoita, Roberto Paul, Maño Casandón, Casandón, Rebato Ugarte: suboficlal suboficlal llelaintLno Cárdenas; cabos EnnesLo Unge, ALberto Rojas, orge Gallardo; marineros Luis Márquez. Ihadilberto García. Mex Cornejo. Rigoberto Tapia y Tomás Basáez; grumetes Custaco Parra, Manuel Arbulú, Luis Avendano y Luis Canipillay. Conoctda la tragedia, el gobierno de Chile envió al rescate de los sobrevivientes al buque madre de subma rtnos Araucano.
La armada argentina comisionó al vapor vapor Río jachal que navegaba por el Pacífico y el Perú des plaxó Lal transporte Ucaya11 Ucaya11 quien. finalmente, fue el primero en llegar al lugar del siniestro, en tanto, los náufragos náufragos -entre dios Guillermo Guillermo Carvajaldurante 36 horas horas resistieron Las fuerzas del oleaje en los pequeños botes salvavidas, muchos de ellos heridos y enfermos.
Sofocado ci Incendio, elLos yall remolcó a la Laut-aro hasta el puerto peruano de El Callao, pero, el a de marzo, el casco del malogrado buque empezó a hacer agua y el resto de las estructuras calcinadas eo[aps. aron. eo[aps. aron. lo que obligó a cenar el remelque. La fragata fue de vorada por las olas en pocos mInutos.
Los náufragos fueron fueron desembarcados en El CaDao, CaDao, donde fueron tratados y atendidos durante varios días, hasta que el Araucano estibar có a los sobrevit lentes y veinte féretros, con los restos de los nuarinos fallecidos.
El 17 de marzo de 1945. des pués de una emotiva ceremonia ceremonia de despedida en la Plaza Sotomayor de Valparaíso. que tuvo la presencia del Presidente Presidente de LaRepiibllca luan Antonio Rios Morales, de ministros de Esiado, miembros del cuerpo diplomálico y delegaciones de Argentina y Perú, los Infortunados Infortunados marineros de la fragata Lautaro, fueron sepultados en eleententerio dei piaerio. Por más de cuarenta años GuiLlermo Carvajal Moiina, don WIlly. el amigó de sus amigos, hizo de Punta Arenas su patria adoptiva y del Sargento Aldea, su morada. Su Inveterado ltd bito de beber y de fumar, los ezcesos, fueron menguando sta saLud, hasta que un nevado día 14 de jullode 20416, nos enteramos enteramos de su partida.
Su hijo mayor y sus amIgos ¡ uds cercanos lo despedimos con una sencilla y emotiva ce remonia en el Cementerio MunJc[pal MunJc[pal Sara Braun. ______ -. r -. Disujodelafrapia Lautampttkado ni dkro lrhstoria NavaldeQiie”tiwno 1 deTonsásSd5arktasaot&fa, que saMa la llegada del baque escuela &Ino a San Francisco, Esladoe Lhidoa. ,- Celebra di&i de la amblad en cara del arnipAcuña. De pie, de inda a dere&ia; Ojeda, Leal. Caraji(dvndyj, Kuscevic, yun arrigotrscudules, Tapia, Acuña, Bebanoesde. Fvtot4 de 2001..