Guardianes del patrimonio: un recorrido por el Centro Nacional de Conservación y Restauración
Guardianes del patrimonio: un recorrido por el Centro Nacional de Conservación y Restauración La institución, hoy dependiente del Servicio Nacional del Patrimonio, atesora 42 años de labores cruciales para el resguardo de objetos clave en nuestra historia e identidad. Su trabajo especializado y silencioso es poco conocido por la opinión pública. E l viernes recién pasado debieron acudir a una emergencia.
Apenas se controló el incendio en Monjitas 879, los especialistas del Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR) --que depende del Servicio Nacional del Patrimonio (Serpat)-visitaron el edificio para constatar, en el vestíbulo del excine Nilo, el estado en que quedó el mural "Terremoto" (1958), de Nemesio Antúnez. En medio de la emergencia, un ambiente carbonizado y una altísima temperatura, el equipo no pudo desarrollar un estudio técnico acucioso, que quedará para los próximos días. Pero ya se sabe que la pérdida fue enorme, y esto refuerza --tal como ha ocurrido en otras catástrofes-la urgencia de resguardar el patrimonio de forma preventiva. En esa dimensión, el CNCR --entidad que ya cuenta con 42 años de gran experiencia técnica-tiene bastante que decir. Junto con restaurar diversos bienes patrimoniales en sus laboratorios ubicados en el Centro Patrimonial Recoleta Dominica (Recoleta 689), sus especialistas se dedican a capacitar, desarrollar investigación territorial y asesorías, además de redactar protocolos de acción.
Un trabajo en varias capas que, a pesar de su importancia para el resguardo del patrimonio nacional, no suele trascender a la esfera --ni a la discusión-pública. "Hasta ahora, hemos sido solicitados como si esto fuera una clínica. Esa es la metáfora que yo uso. Una clínica donde tú vas, te internas y solicitas ayuda. Pero a mí me interesa marcar un hito", dice la conservadora y restauradora Bernardita Ladrón de Guevara, que en febrero asumió la dirección del CNCR. Es funcionaria histórica. Venía de la Unidad de Patrimonio y Territorio, donde la protección se aborda atendiendo al contexto geográfico y sociocultural. El cambio que ella quiere conseguir es "actualizar al centro en función de su rol, que sea mucho más proactivo hacia, incluso, ojalá construir una política de conservación en Chile. Ir desde el CNCR hacia afuera e irradiar. Lo hemos hecho, pero no de una manera sistemática e intencionada. Nos interesa difundir el valor de la conservación como una conducta ética frente al patrimonio". La directora anhela, por ejemplo, tener un conservador representante por región, diseñar metodologías y armar una red. Y sobre todo, "incorporar el concepto de conservación y de gestión de riesgo", aspectos cruciales para un cuidado preventivo del patrimonio y que, después de la pérdida del mural de Antúnez, resuenan incluso más fuerte. La obra, que fue declarada Monumento Nacional en 2011, se encontraba en una propiedad privada que se utilizaba como bodega. En este caso, la amenaza fue una carga inflamable alta; en otros, pueden ser inundaciones, terremotos, o incluso exceso de humedad. Condiciones que debieran ser decisivas a la hora de definir políticas de acción no reactivas.
Emergencias como esta, frente a las que el CNCR acude de inmediato, relevan la importancia de su labor, todavía bastante desconocida para quienes no trabajan directamente con el patrimonio, o en las colecciones e instituciones que lo resguardan. LABORATORIOS Y DEDICACIÓN Son 28 funcionarios altamente especializados, que trabajan con 16 colaboradores que prestan servicios por proyecto. El presupuesto anual del CNCR, ajustado como en otras organizaciones culturales, es de unos 250 millones de pesos.
Ladrón de Guevara nos recibe en el edificio, un oasis en el ajetreo de Recoleta y un inmueble de gran riqueza histórica, y nos conduce a la Unidad de Patrimonio de las Artes Visuales, que aborda pinturas sobre tela u otros soportes, así como también patrimonio mural.
En estos días, el equipo que conduce Ángela Benavente está a punto de terminar su intervención de un retrato que Marcial Plaza Ferrand hizo del doctor Óscar Fontecilla Espinoza (18821937), y que hoy resguarda el Instituto Psiquiátrico José Horwitz Barak.
La obra, que tenía más de una capa de barniz sobre la materia pictórica, ingresó a restauración después de postular a la convocatoria 2025 de servicios de asistencia técnica del CNCR. "Estamos terminando de sacar el barniz, y se puede ver que ya cambió el colorido de la cara. Aquí tenemos una fotografía con luz UV, que muestra el estado previo. Se ve claramente que tenía dos barnices", explica Benavente. También están en la restauración de obras provenientes de la Biblioteca Nacional --retratos de los padres de José Toribio Medina-y de algunas pinturas de Monvoisin pertenecientes al Museo Palacio Vergara.
Fue el mismo equipo el que abordó algunas de las telas que hoy se exhiben en el Museo Nacional de Bellas Artes, en "Monvoisin en América". Quizás ese proyecto, tal como aquel en torno a Gil de Castro, sea uno de los más conocidos del CNCR. TODOS TENEMOS PATRIMONIO Pero su labor es amplia. Más allá de la intervención en laboratorio, para restaurar, involucra capacitaciones, edición de publicaciones y desarrollo de asesorías, a las que pueden acceder instituciones públicas y privadas que tengan colecciones de acceso público. El patrimonio se aborda de forma global. También poniéndoles atención a su ubicación y contexto, y realizando análisis profundos de la composición de los objetos desde la ciencia y con herramientas tecnológicas.
Una vez adentro de la Unidad de Patrimonio Gráfico y Documental, basta escuchar un poco cómo las especialistas se refieren al caso que últimamente las ha desafiado, para que el ambiente quirúrgico de laboratorio --luz intensa y fría, mesones blancos, delantales impolutos e instrumentos-adquiera una atmósfera cálida. Claudia Pradenas, jefa de la sección, así como quienes la acompañan, habla con afecto y respeto sobre el álbum de Luis Alberto Heiremans (1928-1964) que han estado trabajando. Desplegado sobre el mesón, con sus grandes dimensiones, se evidencia un papel roneo resquebrajado y corchetes metálicos que han sufrido con la humedad y el tiempo. Fue una construcción artesanal, hecha desde la admiración. "Su mamá pegó aquí todos los recortes del periódico dedicados al dramaturgo y plastificó en extenso las páginas. Lograr conservar este álbum como contenedor de memoria ha sido un desafío para nosotras", dice Pradenas. Pero no es solamente un álbum de recortes dedicado a una figura de la cultura chilena. También es un objeto que nos conecta con esa dimensión del patrimonio íntimo y cotidiano presente en todas las casas.
De hecho, esta unidad especializada en papel desarrolla una línea de extensión, a través de la que acercan sus conocimientos a la ciudadanía. "Queremos que todos entiendan que pueden cuidar y estabilizar sus objetos patrimoniales --acota Pradenas--. Y por eso, hacemos talleres. Por ejemplo, en el Día del Patrimonio preparamos una clínica de limpieza y de cómo cuidar los libros; en pandemia, una cápsula audiovisual. El patrimonio finalmente está en algo que uno quiere. Es, por ejemplo, el libro que te regaló tu mamá y que quieres cuidar y preservar. Ese es el foco de nuestras capacitaciones". El CNCR cuenta, además, con otras unidades especializadas en el patrimonio arqueológico y etnográfico, y el construido y escultórico. En esta última están restaurando un busto que Laura Rodig confeccionó para retratar a nuestra Premio Nobel. La obra proviene del Museo Gabriela Mistral de Vicuña. Es de yeso y estaba exhibida a la intemperie. Siempre puede haber crisis: la lluvia la dejó completamente manchada. Guardianes del patrimonio: un recorrido por el Centro Nacional de Conservación y Restauración DANIELA SILVA ASTORGA La directora Bernardita Ladrón de Guevara. En Cncr. gob. cl se detalla la labor de la institución. FELIPE BÁEZ Por estos días, las especialistas están restaurando el retrato del médico Óscar Fontecilla Espinoza. FELIPE BÁEZ Con extremo cuidado y dedicación, la Unidad de Patrimonio Gráfico y Documental aborda un álbum dedicado a Luis Alberto Heiremans. FELIPE BÁEZ.