EDITORIAL: Un musulmán en Nueva York
EDITORIAL: Un musulmán en Nueva York S i es elegido en noviembre, el demócrata Zohran Mamdani sería el primer alcalde musulmán y de origen indio de Nueva York.
Donald Trump lo calificó de "comunista". Él prefiere llamarse "socialista", mientras el New York Times lo define como "socialista democrático". Con su juventud, encanto y discurso populista, Mamdani arrasó en las primarias demócratas, derrotando al exgobernador Andrew Cuomo, lastrado por acusaciones de acoso sexual.
Su irrupción, de la mano de TikTok y las otras redes, remece al Partido Demócrata, en crisis desde las elecciones de 2024, y pone a la generación más joven, de izquierda radical, encabezada por la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, en posición de competirles a los líderes moderados, que buscan recuperar la mayoría del Congreso en las elecciones de 2026. ¿Marcará su triunfo en las primarias un nuevo camino para su partido o es otro signo de la desorientación demócrata y de su alejamiento del ciudadano común? Parece fácil catalogarlo como un outsider que ha remecido el establishment. Sin embargo, la realidad es más compleja.
Mamdani, que tiene 33 años y nació en Uganda, de padres indios, obtuvo el favor de una mayoría de los electores más jóvenes, de los de origen asiático y de una buena porción de hispanos, pero su apoyo vino, sobre todo, de los distritos de clase media y clase media alta, "votantes más educados, más ricos, blancos y gays", el ala "progresista" del partido, según el Times. El propio Mamdani se crió entre la élite intelectual neoyorquina. Su padre es un destacado profesor de Antropología en Columbia y su madre, una famosa cineasta, nominada al Oscar.
Él no quiso estudiar en Columbia ("tendría que decirles tío a todos los profesores", contó la madre) y se graduó en el muy exclusivo Bowdoin College, considerado entre los 10 mejores programas de artes liberales de EE.UU. Vista desde Chile, si a algo se parece su trayectoria, es a la de muchos dirigentes del Frente Amplio, hijos de una izquierda acomodada que llegaron a radicalizar su sector.
También como muchos frenteamplistas, ha tenido una carrera fulminante, desde legislador del estado a candidato demócrata para alcalde, en apenas cuatro años, y se jugó su campaña en torno a un gran tema, el del alto costo de la vida en Nueva York. Así, sin abandonar la agenda woke de su generación, ha retomado el énfasis social de la izquierda más tradicional.
Por eso, promete una lista de beneficios para los sectores de menores ingresos, como buses y guarderías infantiles sin costo, congelar los arriendos sujetos al mecanismo público de estabilización de precios o crear supermercados públicos (parecidos a las farmacias populares de Daniel Jadue); todo, financiado con un alza de los impuestos corporativos y un tributo del dos por ciento de los ingresos personales de los "ricos". Piensa que se necesita mayor igualdad y que "no debemos tener billonarios". Eso, sí, ya no defiende el eslogan de "desfinanciar a la policía", pero está en contra de las deportaciones de inmigrantes ilegales y a favor de cerrar algunas cárceles. Sus detractores hacen circular un video de 2021 en que habla del control de los medios de producción como meta final del socialismo. El establishment demócrata mira con recelo a Mamdani, temerosos de que su radicalismo espante a los votantes moderados, que rechazan a Trump, pero tampoco quieren una agenda socialista. Los republicanos apuestan a señalarlo como el nuevo referente opositor, acusándolo de antisemitismo --ha sido un durísimo crítico de Israel-y hasta de apoyar al terrorismo islámico, y cuestionando sus políticas de gasto.
Pero para los votantes las dudas no son solo esas: muchos también se preguntan si un político de 33 años y reducida experiencia está en condiciones de gobernar una ciudad llena de problemas y con un presupuesto de US$ 115 mil millones.
Preguntas que, por cierto, pueden sonar conocidas para los chilenos. ¿Marca el triunfo de Mamdani en la primaria un nuevo camino para los demócratas o es otro signo de su desorientación? Un musulmán en Nueva York.