Caté Ibarra cuenta cómo lo hace para jugar en cinco ligas sin agotarse
- Caté Ibarra cuenta cómo lo hace para jugar en cinco ligas sin agotarse A los 46 años, el ex lateral no cobra como delantero amateur até Ibarra cuenta cómo lo hace para jugar en cinco ligas sin agotarse El recordado deportista dejó el fútbol en 2008 tras una quinta cirugía a su rodilla.
MiGueL VILLARROEL MiGueL VILLARROEL anuel "Caté" Ibarra (46), recordado lateral derecho de Universidad de Chile, Unión Española y Audax Italiano, entre otros equipos, cuenta con orgullo que hoy juega por cinco equipos en cinco ligas distintas de fútbol y futbolito. "Me retiré el 2008 por una lesión crónica grave en mi rodilla. No podía jugar más al fútbol, según los médicos. Hoy, 16 años después del retiro, me siento perfecto, mejor que nunca. Me invitan a todos los partidos competitivos, ya sea de los ex jugadores de la U (Corporación Más Allá del Horizonte) y cuánto partido de exhibición hay, como los de la Teletón. Juego en cinco ligas", dice Caté. Todo esto lo combina con su trabajo remunerado de entrenador particular. "Hago clases funcionales personalizadas a grupos y personas particulares, desde niños hasta tercera edad. También dirijo grupos de colegios, con entrenamientos enfocados al fútbol y preparación física de alto rendimiento, principalmente de cadetes. Además, estoy en proyectos deportivos para empresas. Y aprendiendo día a día del mejoramiento muscular y nutrición, viviéndolo en carne propia. Así puedo jugar al fútbol después de haberlo tenido prohibido hace 16 años", señala. Cuénteme más de las cinco ligas en las que participa. "Juego en la LIF Liga Independiente de Fútbol de Quilín. En esa liga hay muchos ex futbolistas, como Diego Rivarola, Chamuca Barrera, y en la series de mayor edad están Fernando Vergara y Horacio Rivas. Yo juego en el equipo Old Georgeans, en la serie de 38 a 48 años. Esa es como la principal, pero también juego en la Liga Oriente, en la serie sobre 45 años. Ahí mi equipo es el Old Boys y vamos punteros". ¿Y las demás? "La liga Interestadios. Compiten equipos de los estadios de colonias, pero yo juego por el único equipo que no es de colonias, el Bravos FC. Y también está la liga interna del Estadio Español, que es más relajada, entre amigos. Son cinco equipos y clasifican cuatro a los playoffs, así que con mi equipo todavía tenemos opción. Nos equipo todavía tenemos opción. Nos equipo todavía tenemos opción. Nos equipo todavía tenemos opción. Nos habían jubilado hace 16 años. llamamos Los Riojanos y vamos segundos. Y cuando algún domingo no jugamos, voy a la liga de la Hacienda Chicureo. A esa asisto menos, sólo cuando puedo. Nuestro equipo se llama los Pich Boys. Con esa camiseta ya llevo seis títulos en ocho años". ¿Cómo lo hace para organizar sus tiempos? "Es que parece mucho, pero en el fondo sólo me quita las mañanas de los fines de semana. La LIF se juega los sábados a las 9 en Quilín. Como somos todos viejos, empezamos desde temprano. Y desde ahí parto para Santa Elena, Colina, después de terminar el partido de la mañana, para jugar en la Liga Oriente. La competencia interna del Estadio Español se juega los domingos en la mañana y, cuando no tengo partido ahí, voy a la Hacienda Chicureo y tengo la tarde del domingo para pasarla con mi familia.
Y la liga Interestadios se juega los miércoles, me gusta porque me acorta la semana". ¿Le pagan por jugar en alguna de ellas? "No, a todas he ido por invitaciones de amigos, alumnos o ex compañeros.
Hace años, cuando me retiré, me paHace años, cuando me retiré, me pa"Me siento mejor que nunca; dice Caté, a quien los médicos gaban por jugar como refuerzo en clubes de barrio, sobre todo en regiones.
Pero me aburrí, porque cuando se enteraban que iba un ex futbolista, buscaban puro pegarme patadas, como que se colgaban la medalla de pegarle al Caté (ríe)". ¿Y tantos partidos no le traen problemas con la familia? "Para nada. Mi mujer, con quien llevo dos años y medio de pareja, también es súper trabajadora y llega tarde a la casa, igual que yo. Entonces las noches son nuestro momento juntos. Y mis hijas mayores, Francisca, de 21 años, y Ailín, de 18, por fortuna ya son grandes y sólo me queda la crianza de Martina, la menor, de 10.
La voy a buscar al colegio de vez en cuando y paso con ella y mi mujer las tardes libres de los fines de semana". Caté cuenta que ya no juega de lateral derecho, como en sus tiempos de futbolista profesional. "Siempre de delantero, por las bandas para aprovechar mi velocidad. A veces me meto de mediocampista, pero ya no de lateral como cuando jugaba profesional. Ahora trato de buscar un puesto donde la pase bien, sin tanta responsabilidad", concluye..