COLUMNAS DE OPINIÓN: Memoria profanada
COLUMNAS DE OPINIÓN: Memoria profanada María Gabriela Huidobro Salazar Doctora en Historia Decana Facultad de Educación y Ciencias Sociales Universidad Andrés Bello 6 Entre las sepulturas vandalizadas esta semana se encuentra la de Ernestina Pérez Barahona, una de las grandes mujeres nacidas en Valparaíso. Fue la segunda médica titulada en Chile y América Latina, así como pionera en la defensa de los derechos femeninos. Su biografía es notable". Memoria profanada os primera vez que lastumbas de un cementerio en Chile N son objeto de daños intencionados y profanación. Sin embargo, lo ocurrido esta semana con algunos sepulcros del Cementerio General en Santiago, entre otros, llamó la atención de todo el país. Esto, porque nosólo quedó evidencia posterior del daño material, sino que, con absoluto descaro, suautor presumía y refa ante su cámara por las acciones causadas. Claro, la historia terminó con su detención en un hospital psiquiátrico, lo que en parte podría explicar el insólito hecho. Con todo, aun cuando esta vez setrató literalmente de una acción demencial (si bien eso está por demostrarse), lo sucedido no deja de ser menos lamentable en múltiples sentidos.
Más queelacto delictual, estafalta de respeto, que se suma a acciones precedentesrelacionadas con ultraje a tumbas, estatuas y monumentos, puede ser vista también como expresión de la paulatina pérdida del sentido de lo sagrado -en su más amplia definición-, asícomo de la desconexión con nuestra historia o como el deterioroético y cultural que afecta a parte de nuestra sociedad. Aunque tal vez, sea sólo producto de la burda ignorancia. Entre las sepulturas vandalizadas esta semana se encuentra la de Ernestina Pérez Barahona, una de las grandes mujeres nacidas. en Valparaíso. Fue la segunda médica titulada en Chile y América Latina, así como pionera en la defensa de los derechos femeninos. Su biografía es notable.
Desde niña soñó con ser doctora y aunque se matriculó después que Eloísa Díaz en la Universidad de Chile, logró egresar sólo una semana después de ella, en 1887, adelantando ramos y aprobando con excelencia sus diversas asignaturas.
Realizó una tesis de grado dedicada a los problemas higiénicos de las familias más pobres de Santiago, investigando sobre desnude las familias más pobres de Santiago, investigando sobre desnude las familias más pobres de Santiago, investigando sobre desnude las familias más pobres de Santiago, investigando sobre desnutrición y alcoholismo, entre otros problemas relacionados con la cuestión social. Se especializó en Alemania, siendo la primera mujerencursar estudios de postgrado en medicina en dicho país. Ofreció conferencias por toda América Latina y se dedicó, en particular, ala ginecología y salud femenina. Por eso, cuando se ultrajan tumbas como la suya, no solo se atenta contra el descanso de los muertos, sino contra la historia que ¡ nos da sentido. El Cementerio General es un museo a cielo abierto, un espacio de memoria colectiva que debe respetarse y protegerse como tal. Así también ocurre con cementerios de la región de Valparaíso: el de Playa Ancha, el de Disidentes o el de Santa Inés en Viña. Lamentablemente, ello no siempre ocurre así.
Muchas de las tumbas -algunas de las cuales resultan ser verdaderas joyas arquitectónicas y artísticas se encuentran muy deterioradas y tal como los hombres y mujeres cuyos restos guardan, han ido poco a poco cayendo en el olvido.
Necesitamos cuidar los símbolos que nos conectan con quienes forjaron el país, no sólo desde la perspectiva de la protección material, sino de forma propositiva, poniendo en valor la memoria de estas figuras, divulgando su legado, reintegrándolas en la educación y en laconciencia colectiva. Así contribuiremos aevitar ser un paísque olvide a quienes, desde el pasado, abrieron caminos para nuestro presente. Cuidar los cementerios es tanto un deber patrimonial como un acto de educación y civilización. Ellos son muestra de que la historia no está encerrada o sólo contenida en los libros, sino que también palpita en la ciudad y acompaña nuestro presente.
Por lo demás, recuperar y proteger estos espacios es una forma de resguardar nuestras huellas identitarias y, en última instancia, reconstruir el pacto social y cultural que nos une, para reafirmar que hay valores y principios -como el respeto, la memoria y la dignidad que no pueden perderse ni dañarse sin mayores consecuencias. pr pr.