Aislacor: la aislación térmica hecha con corteza de eucalipto que revive la histórica planta de Bellavista Oveja Tomé
Aislacor: la aislación térmica hecha con corteza de eucalipto que revive la histórica planta de Bellavista Oveja Tomé La sostenibilidad y la huella de carbono son construcción y, en ese escenario, un prodos desafíos relevantes para sector de la yecto nacido en la Región del Biobío propone una alternativa basada en residuos forestales. Se trata de Aislacor, una startup que desarrolló material de aislación elaborado a partir de la corteza de eucalipto, residuo forestal que hasta ahora se destinaba a la quema industrial. La iniciativa se origina en 2008, cuando Forestal Collicura obtuvo financiamiento de Corfo para investigar usos potenciales de este subproducto. En colaboración con la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la Universidad de Concepción y centros en Europa, se desarrolló un prototipo que, tras años de pruebas, comienza este mes su producción industrial. “El producto funciona muy bien. Acústicamente es muy bueno, térmicamente también. Tiene una combinación térmica, acústica, de fuego y sostenibilidad muy buena”, afirma Michel Esquerré, cofundador de Aislacor. “Reemplaza productos de alta huella de carbono, se puede producir en volúmenes grandes y que le agrega valor a un desecho que muchas veces queda botado en los bosques”, añade. Aislacor produce en dos plantas en la Región del Biobío, con maquinaria especialmente encargada a Europa. Una está en Santa Juana y se encarga de preparar el material que luego se traslada a la operación que lograron instalar en la histórica y patrimonial planta de Bellavista Oveja Tomé. Ahí se producen paneles aislantes de 4 a 5 centímetros de espesor, compuestos en un 92% por corteza de eucalipto, mezclada con un polímero que permite aglutinar las fibras. Estos paneles se insertan en tabiques o estructuras sin necesidad de protección especial durante su instalación. El proceso consiste en mezclar la corteza limpia con un polímero bicomponente, que al ser sometido a altas temperaturas en un horno, se solidifica y genera una masa densa pero flexible. El resultado se asemeja a una colchoneta, que puede cortarse con herramientas simples. Aislacor comienza este mes con sus primeras entregas a nivel nacional a través de distribuidores. Aunque su operación cubre actualmente un porcentaje acotado del mercado, la empresa proyecta una posible expansión con nuevas plantas en otras regiones. Además del desempeño técnico del material, el desarrollo de Aislacor ha sido destacado como un ejemplo de articulación entre empresa, academia y Estado. La tecnología cuenta con una patente compartida entre Forestal Collicura y la U. de Concepción, lo que marca un precedente para proyectos con base científica en el país. Mirando hacia adelante, el equipo espera validar nuevas aplicaciones del material y adecuarlo a requerimientos industriales. Uno de los desafíos será adaptarlo a los estándares de distintos mercados, especialmente en países con normativas específicas sobre eficiencia energética.
“Nos interesa mucho cuidar las relaciones con las personas y que entiendan, desde adentro, lo valioso que es este producto para el mercado y los cambios que estamos haciendo para que la aislación de la vivienda sea con productos que no son tóxicos para los seres humanos y con baja huella de carbono”, indica.
ROCALSI La planta logró conseguir los permisos para operar en la patrimonial planta industrial de Bellavista Oveja Tomé.. La startup desarrollada por Forestal Collicura junto a la U. de Concepción, produce un material patentado basado en residuos forestales para mejorar la huella de carbono en la construcción. FERNANDA GUAJARDO S. INVESTIGACIÓN PARTIÓ EN 2008 Y ESTE MES INICIA SU PRODUCCIÓN A