Autor: MANUEL HERNÁNDEZ
Bingos, cacho y trivias: restaurantes y bares apuestan por juegos para generar comunidad
Bingos, cacho y trivias: restaurantes y bares apuestan por juegos para generar comunidad Las noches de bingo se han vuelto populares en distintos restaurantes y bares de la ciudad. En la foto, José Miguel Friz (@maestrodelbingo en Instagram) moderando el del Tío Tomate, que este jueves realizó su tercera actividad de este tipo. ZERÉPANERACAM Es viernes y a pasos del metro Irarrázaval, en la calle San Eugenio, hay una fila. No es para ingresar a la estación, sino para jugar bingo en la Barra de Pickles, un restaurante de encurtidos y sánguches. Desde fines del año pasado, los viernes son “noche de bingo” en el local, con un animador, pantalla grande y música. El rango etario es amplio: desde veinteañeros hasta adultos mayores. Alexandra Badaracco (37) ya ha ido dos veces.
La primera vez no conocía el lugar, pero fue a visitar a una amiga a un par de cuadras y, como estaban sin planes, ella le sugirió ir a mirar por qué cada viernes había fila para ingresar: “Me dijo que había bingo y yo dije ¿ qué? Vamos.
Después había karaoke y la pasé increíble”. Y agrega: “Me encanta que vaya gente de distintas edades, que vayan adultos mayores, que haya música”. La segunda vez, hace un par de semanas, invitó a su mamá y a un amigo, quien también llevó a sus padres: “Creo que se llena porque la gente está aburrida de ir a comer, pedir la cuenta y pagar. Acá puedes tomar algo, comer, jugar bingo, te ríes; si sigues motivado te quedas al karaoke”, explica.
Y asegura que es entretenido porque “estamos todos sentados muy cerca, entonces interactúas, se crea un ambiente de confianza, la gente está más relajada, con el ánimo de conocer a otros, y hasta se celebra cuando alguien gana”, cuenta.
Manuela Iribarren, creadora y socia del local, dice que estas actividades tienen que ver con sus intereses personales (se asume como fan de los juegos de mesa), pero además pretenden generar comunidad más allá de la comida.
Afirma que los viernes de bingo ya tienen las reservas copadas hasta agosto, pero las personas pueden anotarse presencialmente en una lispasos del metro Inés de Suárez) también ofrece cacho y otros juegos de mesa para jugar. En el Tío Tomate (en su sede de Lo Barnechea) también designaron los jueves como noches de bingo.
Ya están en su tercera semana y el jefe de garzones de la pizzería, Luis Benítez, explica que quisieron sumar estas actividades porque quieren ofrecer un espacio entretenido “que no sea solamente venir a cenar, sino brindar una experiencia”. Afirma que “los jueves llega mucha más gente con el bingo que la que llegaba sin el bingo” y no descartan incluir más propuestas de juegos para los otros días de la semana.
“Me sorprendió que las personas cercanas a los 30 años son las más aficionadas a este tipo de juego de mesa, pero también hay adultos mayores, familias que vienen con niños (... ). El ambiente es familiar, pero igual es divertido, con concursos entremedio, dinámico”, explica Benítez. El director de Sociología de la U.
Mayor, Claudio Varas Miño, afirma que estas actividades son positivas porque “fomentan la interacción social, construyen relaciones también personales, porque tienes que mirarte a la cara, hay risas, hay mucha espontaneidad”. Agrega que juntarse a jugar podría tener un componente “romántico” en el sentido de “volver a lo anterior, a lo antiguo”, pero además podría haber otra razón de su éxito: “Los seres humanos valoran las experiencias significativas: si además de comer puedes construir recuerdos memorables porque hiciste nuevas amistades, nuevas relaciones personales, podría ser un lugar que sea altamente valorado”. Con todo, Iribarren afirma que estas actividades aún pueden crecer más: “Todavía falta que haya mayor convocatoria, no solo aquí, sino en hartos locales (... ). Hay cosas entretenidas para hacer, salgamos de nuestras casas también, sociabilicemos, habitemos los locales del barrio”. SELKCIPEDARRAB ta de espera para intentar pasar. Además, un martes al mes hacen campeonato de cacho, los miércoles se instala un DJ, los viernes está el bingo y después karaoke, y los domingos hay cuentacuentos para niños.
Destaca que también hacen torneos de ajedrez, juegan bachillerato, y tienen un carrito con juegos: “La propuesta es que voy a ir a comer, pero también van a suceder otras cosas”. Eso sí, Iribarren aclara que con sus actividades invitan a “desordenarse un poco”: “(En el local) hay que apretarse y compartir y hay ruido y juegos, pero igual hay buen servicio, solo que es como más familiar y te puede tocar compartir mesa. ¿Quieres venir a una cita romántica? Mejor los miércoles, que hay DJ y música y es más tranquilo”. Una experiencia Cada vez hay más restaurantes que ofrecen estas actividades en su agenda semanal: en el bar Avoja (Ñuñoa) hacen noches de bingo, de bachillerato y de trivias (de películas de Disney, Harry Potter, teleseries como “Betty la fea”, series como “Los Simpsons”, entre otras); el DGang (ubicado en Las Condes) tiene distintos juegos de mesa (como Yenga, cartas, cachos, dominó, Dixit, entre otros); el Bar Valdivia (a Cada vez más locales proponen juegos entre los asistentes, quienes incluso hacen fila para ir a participar.
Estos espacios ayudan a la interacción social, dice un sociólogo sobre el fenómeno, y una clienta señala: “Se genera un ambiente de confianza; la gente está más relajada, con el ánimo de conocer a otros”. Asiste público diverso, con rangos etarios que van desde niños, veinteañeros y adultos mayores. Los torneos de ajedrez también son algunas de las actividades que organiza Barra de Pickles para ofrecer distintas p