Autor: JORGE SABAG VILLALOBOS Vicerrector Sede Concepción Universidad San Sebastián
No perdamos el aporte femenino en carreras Stem
Según estadísticas del Ministerio de Educación, en 2022, la matrícula en educación superior, considerando pregrado, postgrado y postítulos, alcanzó a 1.301.925 estudiantes. Del total, el 53,8 % (700.532 ) corresponde a mujeres. Ellas suman el 50% de la matrícula de postgrado y el 63,1 % de postítulo. Asimismo, tienen tasas de aprobación más altas que los hombres, 88,4 % versus 80,8 %, de acuerdo con el Informe de Brechas de Género en la Educación Superior 2022 del Sies. La tasa de retención en primer año es 5,7 p.p. Mayor en mujeres y, en 2021, ellas representaron el 58,1 % del total de titulaciones. Además, las estudiantes tienen menores tasas de sobreduración de las carreras, es decir, se demoran menos en terminar sus programas. Se trata de una realidad que palpamosa diario en las aulas donde las estudiantes se caracterizan por su dedicación, perseverancia, esfuerzo y capacidad de trabajar en equipo.
El mismo informe dice que en el caso de las carreras de Pedagogía no sólo hay una mayor participación de mujeres en la matrícula de primer año (superior en 35,7 p.p. ), sino también en las tasas de titulación (brecha positiva de 49,7 p.p. ). Aparte de educación, la presencia femenina es relevante en salud y ciencias sociales.
No obstante el positivo panorama, aún tenemos el desafío de aumentar el número de mujeres en los programas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, las llamadas carreras Stem (Science, Technology, Engineering, Math), que son consideradas las profesiones del futuro. A pesar de los avances, las mujeres todavía no han logrado desplegar todosu potencial en especial a nivel de institutos y centros de formación técnica. En las universidades, si bien existen brechas negativas, son un poco menores si las comparamos con las del resto del sistema.
Esta realidad debe ser motivo de inquietud, un ámbito muy relevante para el futuro del país, cual es el desarrollo tecnológico, estamos perdiendo talento, laboriosidad y compromiso de las mujeres, quienes ya han demostrado capacidades en otras áreas. Las instituciones de educación superior tenemos que esforzarnos por jóvenes que no deben temer a asumir el desafío de cursar una carrera Stem.
Un punto fundamental es que en colegios y liceos les transmitan confianza, las convenzan de que tienen las capacidades suficientes para abordar estudios de esta naturaleza y que las ciencias y las matemáticas no son, por ningún motivo, un espacio masculino. Las familias y profesores de los primeros niveles tienen un rol preponderante en este sentido, pues deben potenciar desde los primeros años la inquietud científica en aquellas niñas que tienen afinidad con estas disciplinas. También las universidades tenemos la responsabilidad de impulsar su incorporación en esta área y una buena manera es visibilizando a aquellas mujeres que, con tesón y constancia, han marcado pauta en este ámbito. Este es uno de los motivos por el que la USS decidió sumarse a la premiación Mujer Protagonista que Diario El por segundo año. En una de las categorías, se distinguirá a una mujer destacada en Ciencia e Innovación, quien de seguro será un ejemplo para tantas niñas que sueñan con romper paradigmas y triunfar en este mundo. Un ejemplo para las estudiantes universitarias que, siendo minoría en programas Stem, logran mejores calificaciones y demoran menos años en terminar sus carreras.
Aún tenemos el desafío de aumentar el número de mujeres en los programas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, las llamadas carreras Stem, consideradas las profesiones del futuro.