Autor: Gonzalo Serrano del Pozo Doctor en Historia Facultad de Artes Liberales Universidad Adolfo Ibáñez
COLUMNAS DE OPINIÓN: Turismo: el salvavidas del Puerto
COLUMNAS DE OPINIÓN: Turismo: el salvavidas del Puerto Gonzalo Serrano del Pozo Doctor en Historia Facultad de Artes Liberales Universidad Adolfo Ibáñez 6 6 En Portugal, el turismo representa un PIB, mientras que en España alcanza el 12%. En Chile, no llega al 5%, concentrándose parte de las visitas en los atractivos naturales de nuestro país, como San Pedro de Atacama, Torres del Paine e Isla de Pascua". Turismo: el salvavidas del Puerto 1Hfin desemana pasado se desarrolló una serie de protestas conE tra el turismo masivo en distintas partes de España, Portugal e Italia, destacándose las manifestaciones en Barcelona. Los catalanessalierona marchar alas calles y, con pistolas de agua, mojaron alos turistas que se encontraban paseando por sus calles, disfrutando un caféo comprando en tiendas de lujo. Lasrazones son varias, desde las más evidentes, el colapso que provoca su presencia enlascalles, hasta el aumentoexponencialdelcosto de la vivienda. Nuevas plataformas han permitido que el alojamiento ya no esté restringido a hoteles y hostales, como sucedía antes, sino que cualquier vecino puede arrendar su departamento por uno, 10 días o por meses. Un turista está dispuesto a pagar mucho más por una habitación de lo que puede pagar un local, haciendo inviablevivirenlas zonas turísticas.
Encontraste con lo que sucede en Europa, Valparaíso, declarada hace un par de décadas Patrimonio de la Humanidad por la ONU, se cae, literalmente, a pedazos, tal como sucedió esta semana con el edificio ubicado en calle Clave.
Basta recorrer algunas de 16,5% del sus calles principales para comprobar que muchos de los edificios patrimoniales hoy se encuentran abandonados, "okupados" o quemados (el último fue el Teatro Pacífico). Quizás la Muestra más evidente de lo poco que importa estoa las autoridades sea lagran cantidad de ascensores fuera de servicio, tal como quedó de manifiesto en la última jornada del Patrimonio (solo 6 de 19 ascensores que existen están en la mayor funcionamiento). A pesar de esta triste imagen, la inseguridad y precios «que en muchos casos superan alos de Europa-, la ciudad sigue teniendo un encantoqueatrae los turistas de diversas partes del mundo, loque nos leva a pensar qué ocurriría i mejoráramos estarealidad. Vayamos algunos datos que nos permiten comprender y comparar mejor el fenómeno.
En Portugal, el turismo representa un 16,5% del PIB, mientras que en España alcanza el 12%. En Chile, no alcanza el 5%, concentrándose la mayor parte de las visitas en los atractivos naturales de nuestro país, como San Pedro de Atacama, Torres del Paine els" la de Pascua. Quizásel mejor punto de comparaciónsea Portugal y Chile, consideando queambos tenían un nivel de subdesarrollo similar hace mediosiglo. Y, en específico, Lisboa con Valparaíso, tomando en cuenta que ambos son puertos y poseen el atractivo de sus casas construidas en el entorno delos cerros con una vistaextraordinaria frente al mar. Poreso, no. extraña que ambas hayan sido inspiración para afamados poetas como. Fernando Pessoa y Pablo Neruda. El 2024, Lisboa recibió un poco másde350 cruceros, lo que setraduceen700 mil pasajeros. Valparaíso, en cambio, recibió 35 y 50 mil pasajeros, aunque muchos de ellos parten al norte o al sur, antes de querer quedarse en laciudad. Imagine usted como cambiaría la realidad económicasimejoráramos las condiciones y alcanzáramos por lo menoslamitad de las visitas que recibe el puerto luso. Se me ocurren diversas fórmulas. Por ejemplo, hay medidas interesantes para queel turismo tenga un impacto en la economía local. En talía, por citar un caso, los recorridos solo pueden ser realizados por operadores locales, prohibiendolos guías extranjeros.
Asimismo, países conocidos por su inseguridad, estoy pensando en Egipto, han implementado medidas especiales, como un policía dedicadoal cuidado de los turistas desde que llegan al aeropuerto y zonas especiales donde seasegura a los visitantes que pueden moverse con total tranquilidad. Algo así es perfectamente implementable en el puerto, guardias tácticos, similares a los que uno ve enel metro de Santiago. Lo de esta semana, con locales mojando e insultando alos turistas, es un extremo indeseable. Sin embargo, hay reconocer que sería un li doproblema para Valparaíso, uno que genera riquezas y que permitiría rescatar el valor patrimonial dela ciudad. Por último, el gobernador Rodrigo Mundaca, después desu visitaa París, juró queesta vez las mejoras vienen en serio. Ojalá cumpla su pro'mesa y Valparaíso no termine como la locadel muelle de San Blas, espeando sola enel olvido. »o »o »o »o.