Autor: Yoal Díaz Reyes
Columnas de Opinión: El Estado ha estado
Columnas de Opinión: El Estado ha estado Seremi del Medio Ambiente Región de Aysén En días recientes, hemos sido testigos de declaraciones que han resonado con fuerza en la opinión pública: en medios y redes sociales se capturan y replican la propuesta de eliminación del Ministerio del Medio Ambiente por tener una mirada rígida y conservacionista, y así también el abandono del Estado frente a la problemática de calidad del aire. Más allá del impacto mediático de estas frases, es urgente hacer un ejercicio riguroso de memoria institucional y realidad territorial.
Porque cuando se habla desde la urgencia, (y créanme, somos los primeros en alertar y movilizar acciones) y no desde la profundidad del trabajo público, se corre el riesgo de invisibilizar años de esfuerzo técnico, comunitario y político que han buscado con evidentes desafíos mejorar la calidad del aire en Coyhaique. Decir que el Estado no ha estado, es simplemente no haber mirado. Desde la entrada en vigencia del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) en 2016, y su actualización en 2019 por material particulado 2.5, Coyhaique ha transitado por un proceso sostenido de transformación.
En su trayecto, se han recambiado más de 10.000 estufas a leña, se han subsidiado soluciones térmicas para casi 7000 viviendas, lo que representa un hito histórico en cuanto a cumplimiento de metas y se ha intensificado la fiscalización de Seremi de Salud y Superintendencia del Medio Ambiente para disminuir emisiones domiciliarias.
A largo plazo, el PDA ha estructurado su acción en ejes estratégicos: el acondicionamiento térmico de viviendas, la diversificación energética avanza con el fortalecimiento de la red eléctrica, el acceso a más leña de calidad, la planta regional de pellet que ya es una realidad y, adicionalmente, la educación ambiental con despliegue regional que sigue avanzando, implementamos en la región un programa por más de 500 millones de pesos y seguimos fortaleciendo todo el año mediante charlas a los vecinos y vecinas de la comuna. Cada uno ha avanzado con metas claras, inversión pública concreta y un seguimiento continuo. Coyhaique hoy no es la misma ciudad que hace diez años: tiene más infraestructura eficiente, mayor conciencia ambiental y herramientas que antes simplemente no existían. Este trabajo no ha sido producto de un solo actor. Ha sido el resultado de la articulación de múltiples organismos del Estado: desde el Ministerio del Medio Ambiente, Vivienda, Energía, hasta la Superintendencia del Medio Ambiente, Salud y gobiernos locales. Cada uno, con responsabilidades distintas pero complementarias.
Esto se traduce en disminuciónmás que ninguna ciudad en Chileen 5 años de sus emisiones totales, sus episodios críticos totales y las emergencias ambientales, considerando además que la meteorología es cada vez más desfavorable según el último estudio de CIEP. El abandono no está en el Estado, sino en quienes eligen mirar hacia otro lado cuando hay que trabajar con rigor y constancia. El problema sigue ahí, en cada bocanada del invierno patagón, que duele y nos moviliza a seguir trabajando por la solución con acción más que por el discurso.
La ciudadanía merece información veraz, herramientas claras y un compromiso continuo y desde ese lugar quiero reconocer también a la ciudadanía, que en sus comentarios llena vacíos, recoge lo avanzado y que también desafía a nuevas acciones, no todo está perdido. En los últimos años, han aumentado las charlas, talleres y espacios de participación ciudadana. La comunidad se ha involucrado activamente en mejorar su calidad de vida y la de sus hijos. Porque descontaminar va más allá del discurso, es trabajo, es tiempo, es técnica y es comunidad. Y si alguien aún duda de si el Estado ha estado: basta con salir a recorrer, mirar, y sobre todo, escuchar a quienes sí están trabajando. Lo urgente no es demoler lo construido, sino sumarse a seguir construyendo. Opinión.