Los poetas de Tarapacá reclaman su lugar en la Cultura
Los poetas de Tarapacá reclaman su lugar en la Cultura Isabel Frías Periodista UC “Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse mancharse dice un verso emblemático de Gabriel Celaya que alude a ese género como “un arma cargada de futuro” y que el artista catalán Joan Manuel Serrat versionara en el año 1976: Se trata trata de un poderoso registro que en Iquique resuena gracias al compromiso ininterrumpido de Bernardo Guerrero Jiménez ha tenido (y tiene) con la cultura “a secas pero particularmente de la que se forjó en Tarapacá en las últimas cinco décadas.
Esta cita literaria no es casual, ya que hace coincidir este último martes de marzo con el lanzamiento del libro autofinanciado “Treinta y dos poemas libertarios nortinos para una sola antología antología obra que compiló Jorge Paniagua Solís y que Bernardo Guerrero editó en el contexto de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado de 1973. “Este libro iba a ser lanzado el año pasado porque estaba pensado pensado para ese hito.
Pero, no hay mal que por bien no venga y tras diferentes dificultades, se lanza ahora y surge porque nosotros, la Fundación Crear, desde los años 80 en adelante, en plena dictadura militar -en un contexto muy específico, represivo represivo y durosin ningún tipo de recursos ni fondos culturales de apoyo, comenzamos a desarrollar una serie de actividades culturales notables para la época”. El conocido sociólogo e historiador relata, una serie de iniciativas iniciativas que se desplegaban en una casa de calle Vivar y que fue concitando una convocatoria significativa, alimentada exclusivamente exclusivamente a través del “boca a boca persona a persona, sin contar con ninguno de los canales de difusión disponibles en la actualidad.
“Entre esas actividades, Crear exhibía en sus dependencias dependencias diversos registros audiovisuales, todos de una contingencia contingencia “comprometedora” para los estándares impuestos a partir del 11 septiembre de 1973 y esos videos se transformaron transformaron en “una gotita de rocío en este desierto cruel que era la dictadura; un poco de luz en medio de esa noche larguísima que fueron los 17 años del régimen que encabezó el general Augusto Pinochet”. Guerrero, también con una maestría en Antropología Cultural en la Universidad Libre de Amsterdam, Holanda, relata que “de manera paralela comenzamos a trabajar en literatura, apoyando apoyando y albergando a muchos poetas jóvenes que tenían ganas de expresarse”. Convengamos que la poesía es una parte de las expresiones literarias más complejas de todas y usted apunta que se cultivó cultivó en Tarapacá en los años de la Dictadura... -Sí, la poesía es la más compleja de todas las manifestaciones literarias y allí, en Crear, comenzamos a trabajar fuertemente con Juvenal Jorge Ayala Olivares quien participaba en el área de Extensión. Juvenal Ayala, nacido en el Barrio El Colorado, un conocido tripulante y pescador pescador aparte de poeta, aparece antologado en este libro. -En efecto.
Publicamos un libro de él y luego una obra de otro autor que aparece compilado que es Walter Rojas Álvarez y comenzamos a realizar varios encuentros encuentros poéticos y que en junio de 1984 toma la decisión de no hablar con el propósito propósito de hacer conciencia acerca de la necesidad de redención del ser humano a través de la poesía. Y así, todos los poetas que aparecen en estas páginas llevan una reseña y poemas poemas seleccionados.
También están Ariel Santibáñez, José “Mayo” Muñoz, Jorge Aracena, Jaime Ceballos, Ceballos, Oscar Arancibia, Jorge Aracena, Cerda, José Martínez, Carlos Amador Marchant y Guillermo Ross Murray. ué los une a todos ellos aparte de la escritura lírica? -Con Jorge Paniagua comenzamos a buscar textos para esta antología que tuvieran tuvieran el siguiente mínimo común denominador: Que fuera una poesía en contra de la dictadura, en favor de la democracia y que defendiera los Derechos Humanos. Acá no hay poesía romántica entre comillas, porque el contexto de Tarapacá y el país no estaba para ello. Usted ha dicho que Juvenal Ayala es el poeta, a su juicio, más representativo localmente, de los 80 a los años 90. Sí, a mi entender Ayala Olivares tiene esa característica, sin duda.
Además, él comenzó a sacar un tríptico hecho a mimeógrafo y tenía un título muy lindo que se llama “Pobresía”, cuyos versos él recitaba en algunos bares de ese tiempo porque fue, de alguna manera, su escritura fue una estrategia de subsistencia.
Sin embargo, todos los autores antologados en esta obra que se lanza hoy, a un valor solo simbólico para financiar el papel y la tinta, son como me dijo alguien una verdadera cartografía de los poetas de los ochenta y de los noventas que había en Iquique. En mi presentación yo digo que este libro hay que leerlo con la canción donde Serrat universalizó el poema de Gabriel Celaya.
La poesía fue emblemática porque sintetizó muchas otras expresiones que se instalaron en la vida cultural semi clandestina que hubo durante casi dos décadas, en el Chile y Tarapacá “sin democracia”. Era también una actividad peligrosa. -Por supuesto que era una actividad peligrosa ya que implicaba delatarse frente a la autoridad.
De hecho, no solo se trató de poetas que escribían poesía, sino que también participaba gente que no escribía pero que prestaba su casa, nos daba su afecto y por ello también este libro es un tributo a la Memoria y contra el olvido.
Ie en esos años la construcción de una Memoria más específica o más amplia? -Para mí se trata de una Memoria tarapaqueña, anti dictadura porque, así como hubo canciones después de la Matanza de 1907 (Canto a la Pampa) aquí también tenemos este registro. Ha sido un registro muy grato que hemos hecho solo a partir de la Fundación Crear.
Este libro se suma, según ha dicho a usted mismo, a una industria editorial forjada en los años más duros de que sorprende por su franqueza, elites que hoy están en poder le “por miedo a la cri invisible que funciona en Iquique... -Sí, es invisible y también muy heterogénea, motivo por E miento también es una oportunidad para invitar a los poeta vivieron ni conocen ese período, a que conozcan este mater Porque, los poetas compilados, aparte de tener la sensibil ellos tuvieron una valentía extraordinaria1 porque en ese r escribir y difundir poemas era exponer... u libertad y su vic Esos poetas contaron, eso sí, con el apoyo de Crear que Los poetas de Tarapacá reclaman su lugar en la Cultura El connotado sociólogo Bernardo (. ,, 1 44.
Los poetas de Tarapacá reclaman su lugar en la Cultura tflCUEflIRO JOVEUES POR LAt DEmoCAflcIAYCCftR* el académico de la Unap denuncia cómo las jóvenes han dado la espalda a intelectuales, artistas y poetas tica” que surge desde esa “inteligencia”. ilustrada a la dictadura de Pinochet en Iquique, porque ese espacio permitió a 1 cual este lanzamantener la sensibilidad, a no tener miedo y a saber que ese momento histós histós jóvenes, que no rico se podía superar. ial que se publica. idad que exhiben omento histórico la nada menos! fue la oposición No cree usted que el miedo imperante en el regimen de Pinochet tambien ayudé, de manera impensada, a potenciar sólidas convicciones que en 2024 parecen un poco ausentes? -Sí, y nosotros optamos por la democracia, por el respeto a los Derechos Afirma que una elite primero persiguió y luego otra invisibilizó a nuestros poetas, artistas, escritores, escritores, intelectuales? Sí, por supuesto, así fue.
Y hasta el día de hoy ninguno ninguno de nosotros es considerado ni para Consejo de la Cultura ni para nada y la explicación radica en que los poderes pecan de preocuparse solo del grupo que los acompaña.
Al 2024 podría decir que, claramente, ese poder es ejercido por grupos etanos jóvenes, porque nosotros nosotros estamos viejos, lo cual no tiene ningún espesor ni lógica cultural y, como nadie vive de publicar ni de la poesía, muchos se desempeñan en otros trabajos, trabajos, pero no han tenido la posibilidad de que les publiquen sus escritos, sus obras. De los antologados acá, creo que hay apenas dos que siguen publicando que son Ayala y Ceballos, acá en Iquique, aunque esto no signifique que todos todos ellos han dejado de escribir. Los artistas e intelectuales de Tarapacá que sobrevivieron sobrevivieron a la dictadura hoy no serían considerados considerados por ningún espacio institucional de la cultural? -Así es. Creo que hasta el gobierno de Lagos y uerrero lanza una Antología que “modela” una memoria”:. \ la dictadura de Augusto Pinochet.
En una conversación y 1 Humanos, optamos por la poesía, por la investigación investigación social y logramos sobrevivir donde la máxima expresión fue el plebiscito del 5 de octubre de 1988 que selló el fin de la dictadura. Y este libro es, precisamente, precisamente, una alegría porque permite modelar la memoria personal y colectiva; o sea, impedir que la memoria no se pierda.
Para decirlo de otra manera: “La poesía no empieza conmigo”. La pregunta de rigor que sobreviene es saber qué pasó con esa intelectualidad iquiqueña, tarapaqueña, tarapaqueña, con esos poetas que se perdieron a partir de 1990 y que hoy, cuando Tarapacá enfrenta también también momentos críticos, no contamos con esa voz o faro moral? -Yo pienso que ellos siguen siendo ese Faro Moral Moral del que habla, pero la elite política los ha invisibilizado. Bachelet todavía eran considerados de alguna manera, manera, pero con Piñera la cosa decayó totalmente.
Mirando hacia atrás, creo que Paulina Urrutia fue el último aporte y una excepción, porque tenía discurso y una buena narrativa, apoyando no solo el teatro sino todas las expresiones del arte y de la cultura. El problema de fondo es que todas las elites simplemente se encapsulan.
Dado que es sociologo, cómo se explica ese fenómeno fenómeno lamentable del poder sobre la cultura, cuando cuando la sociedad se alimenta y regenera a partir de la creación intelectual y artística? -La elite no apoya a la cultura por el temor a las ideas, a la palabra escrita también, porque uno como intelectual es crítico y no le dice “sí” al Príncipe. Príncipe. Yeso ha pasado en Iquique y en Tarapacá con la cultura.. 197.