“El Barquito” zarpa sin su fundador: el adiós a Luis Sufán, el histórico librero de Los Angeles
“El Barquito” zarpa sin su fundador: el adiós a Luis Sufán, el histórico librero de Los Angeles LuisAlfredo LuisAlfredo Sufán Sufán falleció el pasado sábado 2 de agosto a los 85 años, dejando tras de sí una trayectoria marcada por la perseverancia, la crcatividad y el servicio a la comunidad.
Reconocido en Los Angeles como el fundador de la librería El Barquito, Sufán construyó, construyó, junto a su esposa y sus hijos, una red familiar y comercial comercial que se ha manten ido por más de cuatro décadas en pie.
La noticia de su muerte fue confirmada por su hijo Alfredo Sufán, quien expresó el profundo dolor familiar ante su partida: “Estamos con mucha pena, tristeza, tristeza, añoranza por los momentos tanlindos que sevivicronjunto a él, pero tambiéncon la tranquilidad tranquilidad de que él está hoy en comunión comunión con Dios”. Luis fue padre de Leonor, Yasmín y Alfredo. A esa familia se suman nueve nietos y cuatro bisnietos que hoy recuerdan al hombre que, con esfuerzo desde su niñez, se abrió camino hasta convertirse en un referente dci pequeño comercio local. INFANCIA MARCADA POR LA ADVERSIDAD Nacido en Purén, en la región de La Araucanía, la infancia de Luis Sufán estuvo marcada por la adversidad. A los 9 años quedó huérfano de padre y madre, lo que lo obligó a muda rse a Angol, donde fue criado por un tío.
Desde temprano mostró i niciativa, niciativa, trabajando en distintas tareas y aprendiendo a adaptarse a las circunstancias. / En Angol conoció a quien sería su esposa, yjuntos se trasladaron a Nacimiento, en la provincia de Biobío. Ella, profesora normalista; normalista; él, un emprendedor incansable incansable que vendía desde autos hasta chupetes de miel para sostener a su familia. Fue contratado por la papelera Industrias Forestales S.A., donde asumió como encargado de relaciones públicas. Allí animó actividades, organizó eventos e incluso formó una rama de deporte y recreación, con presentaciones presentaciones gimnásticas a nivel regional y nacional. “Siempre fue muy arriesgado. Hacía acrobacias y tomaba las medidas de seguridad que existían existían en ese tiempo. Era un número número muy lindo de ver”, recuerda su hijo. En 1976, tras un cambio de dueños en la empresa, la familia familia se trasladó a Los Angeles, donde iniciaría una nueva etapa comercial. EL ORIGEN DE “EL BARQI ITO” Dos años después de su llegada llegada a la ciudad, en 1978, Luis Sufán fundó la librería El Barquito en el corazón de la Vega Techada de Los Angeles. En un pequeño puesto de tres por tres metros, pagaba diariamente su derecho municipal, vendiendo artículos escolares y de oficina. Con el tiempo, el local creció hasta duplicar su tamaño yjunto con otros comerciantes, participó participó en la creación del galpón Sobela, donde la librería quedó establecida formalmente hacia 1985.
El nombre del local no fue casual: “Aquí le vamos a poner librería El Barquito, hijo, porque un barquito tiene que navegar en aguas tranquilas y a veces en aguas más bravas”, le dijo Luis a Alfredo. “Además, cuando un barquito zarpa, tiene que llevar de todo lo necesario. Ese era su concepto: tener todo lo que la gente necesitara”, relata su hijo. En 1997, con el impulso de Alfredo, la librería amplió su presencia al centro de la ciudad y arrcndó un local en calle Rengo 351, donde continúa funcionando hasta hoy. Su padre, desde ese momento, empezó a retirarse de las tareas comerciales activas. “El me dijo: anda tú y conquista nuevas tierras. Hay que seguir navegando”, cuenta. Actualmente, su hija Leonor y su nieto Carlos Muñoz Sufán están a cargo del local original, lo que da continuidad al cmprcndimiento cmprcndimiento que don Luis levantó con esfuerzo y visión. LAS IRES CLAVES l)EL LEGADO EMPRESARIAL Alfredo Sufán resume las enseñanzas de su padre en tres pilares: responsabilidad, disciplina disciplina y respeto por las personas. “Si uno dice que va a atender desde las 9:00 hasta las 18:00 horas, hay que cumplirlo. Porque eso es lo que la gente espera”, explica. También destaca la importancia importancia de respetar los precios, responder ante problemas con los productos y actuar con coherencia coherencia incluso antes de que existieran existieran leyes que obligaran a ello. Otro rasgo clave era el trato igualitario: “Trate a todos por igual, porque todos primero son seres humanos. Lo que tengan o no tengan, su educación obienes, pasa a segundo plano”, recuerda que le decía su padre. Esa ética fue la que permitió que El Barquito resistiera los embates del comercio, incluso en momentos donde grandes cadenas cerraron locales en la ciudad. Nicolás Maureira Royo prensa@latribuna.cl El reconocido empresario local pereció tras una vida dedicada al trabajo familiar y a servir a la comunidad angelina. Su hijo Alfredo relató el origen del nombre de la librería y las enseñanzas que permiten mantenerla vigente por casi medio siglo. “Hay que seguir navegando”, le dijo una vez su padre. :k Li J E1 LYI. & (efl. ny I___I r: rl L EL BARQU1TO ESCOLAR OÇICIJAS TÉCNICA Y ARTE PAPELERTA MANUALIDAUES Ç.
A Pl 1 iii ¿ L,L_1. lib iii”i; 1 _. t 1.. _r I_ LII? III IT E!. ::( 1: 1). Iii iijij LA FAMILIA I)EL COMERCIANTE recuerda sus enseñanzas más importantes, entre ellas la disciplina, el respeto por las personas y la constancia en el trabajo diario. ( UN PROYECTO FAMILIAR QUE CONTINÚA Hoy, con 47 años de historia, la librería continúa activa y comprometida con el entorno. “La idea es continuar en la parte comercial y haciendo este trabajo social también, donde hemos podido llegar a muchas familias de distintas comunas. No nos gusta hablar de eso, pero quienes han recibido algún beneficio lo saben”, destaca Alfredo.
La familia mantiene vivo el espíritu emprendedor de don Luis, quien desde su llegada a Los Ángeles demostró que con perseverancia y visión de servicio es posible construir un legado duradero que trasciende las generaciones. ( COLABORADOR DE DIARIO LA TRIBUNA Pese a no considerarse un hombre de letras, Luis Sufán tuvo un espacio especial en Diario La Tribuna. En distintos momentos, envió columnas vinculadas al ámbito cultural, reflexiones que el medio publicó y que la familia agradece profundamente. “Que se le haya dado ese espacio en su momento, a pesar de no ser un escritor como tal, fue algo que valoramos como familia. Era una forma más de expresar su mirada sobre la vida y la cultura local”, destaca su hijo..