Autor: Sebastián Chávez Farfán
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Envia tus opiniones y comentarios nos interesan mail diario@ladiscusion.cl Infracción a la probidad administrativa Señor Director: Por todos es sabido en estos días la situación de más de 25.000 funcionarios públicos que salieron del país con licencias médicas.
Resulta imposible no ver este escándalo como una infracción a un principio clave en la administración como es el principio de probidad, principio que se desprende tanto de leyes, como de nuestra constitución, es así como este principio debe ser respetado por todos los servidores públicos sin excepción.
Pues bien, la expectativa de esperar que los funcionarios públicos cumplan fiel y esmeradamente sus obligaciones, una conducta intachable, honesta y leal en el ejercicio de la función pública, y además se priorice el interés general por sobre el particular, es algo que espera toda la ciudadanía, pero en la práctica vemos acontecimientos como estos en donde este principio fundamental es drásticamente infringido, haciendo uso y abuso, por malas prácticas, que hoy en día parecieran ser normalizadas por unos pocos, poniendo en duda si realmente se está dando cumplimiento.
El atentado a la probidad administrativa que hemos visto en estos días deja de manifiesto la urgencia en fortalecer las instituciones, su quebrantamiento, nos hace apuntar a ser inflexivos, ya que una administración pública proba constituirá siempre una mayor confianza en la ciudadanía, en cuanto a la gestión estatal que va justamente de la mano a cuidar nuestro estado de derecho, sin mayor abundamiento la probidad administrativa es clave en el ejercicio de una potestad pública.
Licencias fraudulentas Señor Director: La reciente revelación de la Contraloría sobre más de 25 mil funcionarios públicos que viajaron al extranjero con licencias médicas fraudulentas es un escándalo que no solo ofende la ética, sino que también hiere profundamente a un sistema de salud que, en su fragilidad, ya es un campo de batalla.
En medio de esta crisis, las instituciones como la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) y Fundación Integra se encuentran en el epicentro de un fenómeno donde la corrupción se disfraza de “vacaciones”. La mafia que lideraron médicos colombianos, vendiendo licencias a través de WhatsApp, es una muestra de cómo la avaricia puede deshumanizar. Mientras miles de chilenos luchan por acceder a tratamientos médicos básicos, otros eligen el camino más fácil: comprar días de descanso con el sudor de la frente de aquellos que realmente los necesitan. Este engaño, que le costó al fisco más de 26 mil millones de pesos, es un insulto a la memoria de quienes han perdido la vida por falta de recursos.
No es solo un problema de dinero; es una crisis moral. ¿Qué nos dice sobre nuestra sociedad que aquellos encargados de cuidar a los más vulnerables sean los mismos que se aprovechan de su sufrimiento? La risa cómplice de estos funcionarios en playas lejanas contrasta con el llanto de quienes no pueden costear su tratamiento.
Las autoridades prometen investigar y castigar, pero la pregunta es: ¿ hasta dónde llegará la voluntad política para erradicar esta cultura de impunidad? La salud pública no puede ser un juego de azar para quienes se creen intocables. La honestidad debe ser el faro que guíe nuestras acciones, no solo en la administración pública, sino en el corazón de cada chileno. Controles débiles Señor Director: ¿ Cómo se están utilizando los recursos de los chilenos? Resulta preocupante que más de 25.000 funcionarios públicos hayan salido del país mientras se encontraban con licencia médica. Este hecho no solo cuestiona la ética de quienes lo hicieron, sino también la debilidad del sistema de control y fiscalización. Los recursos fiscales provienen del esfuerzo de todos los chilenos, y es inaceptable que se utilicen de forma indebida. Es urgente que la Contraloría investigue a fondo esta situación y que se establezcan sanciones claras a los responsables de este hecho. Pandemias del mañana Señor Director: Usamos la palabra pandemia cuando una enfermedad contagiosa se propaga a un gran número de personas en grandes extensiones de terreno, incluso mundial. La historia ha sido testigo de pandemias devastadoras, como lo fue la de Covid-19 entre el 2020 y el 2023. Las enfermedades epidémicas/pandémicas tienen un comienzo común: son infecciones provenientes de lugares donde el ser humano tiene poco contacto. Como el sistema inmune humano no conoce a los microorganismos, éste demora en generar una respuesta para controlar la enfermedad. La segunda condición es la distribución del microorganismo. Si una enfermedad muy grave ocurre en un lugar muy aislado (como el ébola), se multiplica localmente y puede incluso aniquilar a una población, pero no sale de ahí. Hoy en día, la conectividad mundial y los múltiples y rápidos viajes hacen más eficiente la diseminación de cualquier bacteria, virus o parásito. Estos factores hacen que los expertos pronostiquen más eventos pandémicos. Incluso podemos agregar otro factor: muchas infecciones que se consideraban controladas hasta hace unos años están reemergiendo debido al menor porcentaje de vacunación de la población. Algunas enfermedades como el sarampión (una de las infecciones más contagiosas conocidas) están reapareciendo en lugares con cumplimientos de vacunación menores de lo recomendado, como en Estados Unidos y Europa oriental. Sin embargo, podemos hacer cosas para evitar nuevas pandemias. Lo más importante es concientizarnos de que los agentes infecciosos necesitan de nosotros para trasladarse. Es sencillo cuidarse. Lava tus manos, usa mascarilla si hay síntomas respiratorios y ventila. Es simple y necesario. Dr. Ignacio Rodríguez Rammsy Infectólogo y profesor asistente de Medicina USS Pía Sandoval Manosalva Abogada Ricardo Rodríguez Rivas.