Adiós aJorge Morla Ruiz
Adiós aJorge Morla Ruiz Por Gustavo Alex Tapia Araya, docente y escritor ealguna manera, el peD:* y hombre de ideas sanas que fue Jorge Ricardo Morla Ruiz, sin querer queriendo nos legó el recuerdo de una vida con tranquilidad interna revestida por la silenciosa timidez que arropó su vida y comportamiento de hombre de bien. En el Diario Austral de Puerto Montt escribió en 1992, con motivo de homenajes a Gabriela Mistral, que la escritora tuvo dos amores: los niños y aquel amor imposible que impulsó su quehacer lírico. Para Morla, ella nos asentó enla tarea de escribir poesía una y mil veces más, haciéndola carne de nuestros días.
Jorgefue mi compañero de labores en La Estrella del Norte y posteriormente, algún verano en la playa Paraíso, cuando ya era primavera, en algún escaño y de espaldas al océano, al son dela pulsión estacional quenos anunciaba el verano, me mostró con orgullo su publicación periodística deportiva Fullsport, una aventura personal que me abrió el espíritu para intentar atrevimientos como el suyo. Fue gracias a su información que encontré en el Perú un editor para la publicación de un libro sobre Chuquicamata. Este sanluisino, titulado en la Universidad del Norte el año 1976, pero hijo del mundo mejillonino y ferroviario, como profesional de la pluma, nos legó escritos en lo deportivo, elteatro, la política yla poesía.
Entre las selecciones de la Biblioteca Nacional Digital estánsusartículos "1897", sobre una obra teatral de Gonzalo Meza, publicada por El Llanquihue en 1993, y "Hablemos de Poesía". Ese artículo nos redirige a su publicación "Juegos en la Luna", del cual hay una crónica en mi última publicación "Linternas", un ejemplar del cual pude entregarle en recuerdo póstumo de amistad a sus cercanos durante su velorio este domingo.
Poéticamente, el compendio de poemas con que Morla se instaló en nuestro panteón lírico nos traspasó dulce y agradablemente el contraste refrescante y graduado desu pluma con los estilos resplandecientes o complejos que supo elaborar con elementos casi mínimos. Enalguno de sus poemas pidió que alo imposible lo derribara el sentimiento, quizás porque buscaba el tiempo escondido debajo de una alfombra. Unaalfombra de la magia.
Anteriormente había escrito en "Pensamiento", poema en la antología "Imágenes de Océanos", deAlejandraZarhi, quehay vida enla vida misma, "en las noches/ de las noches/ en elsilencio/que implica/todolo que ha surgido". Quizás, siconlas dotes adivinatorias detodo poeta, Jorge presintió que algo venía, y un año antes de dejar el navío en su destino final, adelantándose en doce meses al inicio de su sueño eterno, nos informó que "me voy/ me voy despacio, / me voy... / hay un sendero nuevo que descubrió mialma". El océano que tanto miraronsus ojos le entregósus brisas y alienta la pena por no haber tenido más de su poesía, si quizás delas más exquisitas que ha producido el puerto del gran poeta Neftalí Agrella. os Linterna de Pap.