Pugna por accesos a nuevo hospital
Pugna por accesos a nuevo hospital L a creciente disputa entre el alcalde de Villa Alemana, Nelson Estay, y el delegado provincial de Marga Marga, Fidel Cueto, sobre quién debe asumir la responsabilidad de que varios de los proyectos encargados de mitigar el impacto que sufrirá el barrio que rodea al nuevo Hospital Provincial de Marga Marga se encuentren sin avances significativos, es un ejemplo de como el mundo político ha malentendido lo que la ciudadanía espera de él: que deje de repartir las culpas y resuelva de manera colaborativa los problemas que tiene por delante.
La preocupación del alcalde se relaciona con la falta de apoyo gubernamental para sacar adelante los cinco proyectos que buscan mejorar la accesibilidad vial del hospital, un punto que se ha revelado crucial debido a que la nueva infraestructura hospitalaria, de 175 mil metros cuadrados construidos, cuenta con instalaciones pensadas para la atención de pacientes provenientes de cuatro comunas (Quilpué, Villa Alemana, Limache y Olmué), más las derivaciones correspondientes cuando otros recintos de la red sanitaria se encuentren sin camas.
El flujo diario de pacientes, funcionarios y médicos se proyecta en miles de personas, cuyo tránsito permanente no solamente transformará la vida cotidiana de un sector eminentemente residencial, sino que planteará desafios importantes en seguridad, tanto dentro como fuera del hospital. Por todo esto resulta impresentable que exista tal abismo de diferencias entre las versiones planteadas por Estay y Cueto.
Allí donde el alcalde pide liderazgo y coordinación para sacar adelante los proyectos, el delegado responde que el proceso ha contado con reuniones permanentes y que todos los compromisos asumidos por el Gobierno están en vías de materializarse. El problema para ambos es que la ciudadanía no distinguirá origen político cuando busque a los responsables del colapso que muchos anticipan.
Tampoco sería extraño ver que los vecinos se organicen en protesta por los problemas causados por un recinto que, con todos los beneficios que representa, instala una serie de efectos colaterales que ninguna autoridad quiso tomar en serio a tiempo, pese a las advertencias hechas durante los años que demoró la construcción.
Como siempre, mientras las autoridades se distraen en peleas estériles, la ciudadanía paga los costos.. El alcalde de Villa Alemana y el delegado de Marga Marga se enfrascaron en una disputa en torno al megarecinto en construcción. E Editorial