¿Se justifica el optimismo ante las cifras entregadas por el Banco Central?
¿ Se justifica el optimismo ante las cifras entregadas por el Banco Central? Hermann González Clapes UC Clapes UC Dos años de estancamiento económico e esperaba que fuera peor, pero no por eso el año 2023 dejó de ser un mal año para la economía chilena.
Las cifras dadas a conocer ainicios de la semana por el Banco Central mostraron que la economía creció 0,2% el año pasado, más de lo que anticiparon los Imacec conocidos hasta ahora (-0,2%). El gobierno celebró estas cifras, lo que se puede entender desde un punto de vista político, pero no económico. En primer lugar, la economía ha tenido peores desempeños que el año pasado y se ha contraído sólo en años de crisis económicas globales. En 2023 el mundo creció 3,1% y pese a ello nuestra economía casi no aumentó su producto. En segundo lugar, aunque el PIB tuvo un imperceptible crecimiento, casi todos los componentes de la demanda cayeron. La única excepción fue el consumo de gobierno. El consumo de los hogares retrocedió 5,2%, unacontracción que sólo es superada por el ajuste del año 2020 cuando se inició la pandemia. Con estas cifras, las familias no deben comprender la algarabía del gobierno y deben percibir una fuerte desconexión con lo que les tocó vivir el año pasado. Tercero, la economía ha estado estancada este bienio y las cifras del cuarto trimestre del año pasado lo confirman. El nivel del PIB desestacionalizado es prácticamente el mismo que había el trimestre en el que asumió el gobierno actual. Además, considerando que el crecimiento del PIB de 2022 se corrigióa la baja, a pesar del ajuste al alza del año pasado, el panorama de estos dos años no cambia. En cuarto lugar, un factor que debiese generarespecial preocupación en las autoridades es la evolución de la inversión que fue de más a menos el año pasado.
Este componente de la demanda cayó en términos desestacionalizados los últimos tres cuartos del año y cerró el último trimestre de 2023 con un retroceso interanual de 5,7%. El sector de la construcción atraviesa una profunda crisis, de manera que se espera que la celebración del gobierno dé paso ala acción, para apoyar con urgencia a esta industria que es clave para el desarrollo de la economía. En 2023 Chile se empobreció si consideramos el crecimiento de la población, pero este año seespera que sea mejor y que la economía vuelva a crecer.
ElImacec de enero sorprendió favorablemente a las expectativas y, con ello, las proyecciones de crecimiento para el año apuntan a una expansión en torno a 2%. Incluso el crecimiento podría ser algo mayor a esta cifra impulsado por el consumo privado y público, lo que no debiera extrañar en lo absoluto. La economía tiene ciclos y después de un período de ajuste, es natural que el PIB vuelva a crecer más cerca de su potencial eincluso que lo sobrepase transitoriamente. La actividad económica global ha comenzado bien el año, lo que apoya las mejores perspectivas para Chile. Además, la inflación está cercana a la meta del BC y las tasas de interés seguirán a la baja.
Otra buena noticia es que la incertidumbre económica haretrocedido a los niveles pre estallido y esto no es debido a la gestión del gobierno, sino que a pesar del gobierno, que trató de empujar una agenda de cambios refundacionales sin éxito. Más que despegar como señaló el Presidente Boric, este año la economía tendrá una recuperación cíclica basada en el consumo y una inversión estancada.
Enese contexto, es necesario no caer en la autocomplacencia y orientarlos esfuerzosen lograr un despegue estructural, que aumente la capacidad de crecimiento de la economía de forma sostenida, más allá de un año específico. allá de un año específico. allá de un año específico.
Ignacio Silva Neira Director ejecutivo Observatorio de Políticas Ecónomicas elnvestigador asociado del Berlin School of Economics and Law Crecimiento de hoy con perspectiva de futuro uando nosreferimos al crecimiento económico y buscamos evaluar los resultados del PIB, es crucial distinguir dos aspectos principales de esta discusión: el de corto y el de largo plazo. Si bien ambas son de suma relevancia para entender el "estado" de la economía, distinguir esta diferencia es clave para comprender las perspectivas de crecimiento futuro.
Esta semana fue presentado por el Banco Central el resultado del PIB del año 2023, superando las expectativas del mismo ente rector (0,0%, diciembre 2023), del FMI (-0,5% en octubre de 2023) e incluso de algunos economistas que con tono más esotérico que científico especulaban que el PIB no lograría cifras positivas hasta al menos el 2026. ¿Se justifica el optimismo del ministro de Hacienda ante las cifras entregadas por el Banco Central? Las cifras de las cuentas nacionales dadas a conocer por el Banco Central esta semana señalan que en 2023 el PIB creció 0,2%, una cifra diferente al -0,2% que anticipaban los Imacec, lo que llevó a las autoridades a plantear auspiciosas expectativas para el 2024, lo que ha sido objeto de discusión en cuanto a sus fundamentos y que abordanlos especialistas en su análisis. IMAGE ISBN ISBN ILUSTRACIÓN: RAFAEL EDWARDS Este resultado ha generado una serie de opiniones respecto a la economía chilena. Desde una mirada cortoplacista, es importante comprender algunos elementos auspiciosos que en el largo plazo dejan de serlo. Hoy la economía chilena viene ajustándose luego de un proceso turbulento que configuró grandes desequilibrios macroeconómicos, tanto en la inflación como en la balanza de pagos.
Evaluar un 2023 con crecimiento positivo es sin duda importante, porque es una señal de que la economía, a pesar de las vicisitudes, logró generar mayor actividad de lo esperado, lo que en parte se traduce en mejores condiciones de vida para la población. Solo en parte, porque aún existe una deuda pendiente en términos de equidad, empleo y distribución de ingresos. Con ello también se ajustan las expectativas para los siguientes períodos.
Así, nuevas estimaciones decrecimiento han corregido al alza las proyecciones del PIB para 2024 en torno al 2%-3%. Otro elemento relevante: la cifra al alza no estuvo anclada al resultado del sector minero, el que justamente disminuyó en un 0,3%, sino que estuvo impulsado porel resto de la economía.
El PIBno minero creció en un 0,3%, donde destacan sectores como EAG (17,8% ), transporte (4,8%), servicios personales (2,2%) y manufactura (1,9%). De todas maneras, evaluar un resultado económico puede ser más completo en la medida en que comprendemos las causas estructurales del resultado, que, con menos cizaña de culpar al gobierno de turno, permite evaluar las raíces del funcionamiento y, así sus problemas y resultados. Evaluar el crecimiento en el largo plazo no es realmente auspicioso, tenemos un estancamiento productivo hace más de 15 años.
Sobre esto es donde hay que llevar la discusión a las reglas del juego, es decir, cómo se resuelven los problemas fundamentales de la economía: ¿ Cómo producir? ¿ Para quién producir? Muchos economistas apuntan aresolver esos problemas con "más y mejor mercado", sin embargo, eso sería profundizar el problema, es decir, continuar con una especialización productiva que ha llevado a perder dinamismo exportador, ha limitado el surgimiento de nuevos sectores y reprimarizado la canasta exportadora. La productividad y el crecimiento del PIBson endógenos a la estructura productiva. Una estructura basada en recursos naturales no asegura tasas de crecimiento elevadas sostenidas en el tiempo. Sin embargo, estructuras productivas basadas en sectores más dinámicos con economías de escala, mayor capacidad de innovación y en consecuencia, mayor generación de valor, pueden ser el camino para un crecimiento sostenido. De esta manera, para avanzar hacia ese mayor dinamismo es necesario utilizarinstrumentos que cambien las señales de mercado, tal como economías que han tenido resultados exitosos en esta materia..