El legado
El legado Carolina Katz Arquitecta y académica UC uando alguien nos deja, parte de esa persona queda en quienes la rodearon. Y si bien ya no está, perdura en nuestra memoria su ejemplo y en nuestras vidas, su legado. Todo y todos somos fruto de aquellos que nos antecedieron. Así se forja a diario la humanidad, preciosa sucesión de vidas pasadas, actuales y futuras. Así, también, a lo largo de los siglos, se moldea la ciudad: huella, obra y legado de hombres y mujeres, ilustres y anónimos. Nuestras urbes son, al mismo tiempo, todo aquello que nos antecedió, el lugar donde habitamos hoy y la herencia para las próximas generaciones. Somos, por lo tanto, autoridades y ciudadanos, responsables de la noble tarea de preservar y progresar, a la vez.
Nuestras políticas públicas y planes urbanos, como también DESAFÍOSDECIUDAD El legado Nuestras urbes son, al mismo tiempo, todo aquello que nos antecedió, el lugar donde habitamos hoy y la herencia para las próximas generaciones. nuestras costumbres y comportamientos marcarán, para bien o para mal, nuestro legado.
Se hace necesaria, entonces, una clara toma de conciencia y una profunda reflexión sobre el pasado (qué conservar), el presente (qué demoler o rehabilitar) y el futuro (qué y cómo construir) Conservar el pasado: preocupa el estado actual de los centros históricos, donde el deterioro fruto de la falta de cuidado y respeto por el patrimonio edificado, natural y cultural ponen en riesgo la perduración de un legado único e irrepetible. Presente: evitar demoler, mejor rehabilitar. El desafío es impedir la demolición de edificios valiosos con proyectos de rehabilitación capaces de responder arequerimientos actuales de uso y funcionamiento. Siempre son posibles intervenciones inteligentes y sensibles para dar nueva vida a construcciones obsoletas. De ser necesario, podrán complementarse con otras y conformar una sabia mezcla de pasado y presente. Edificar para el futuro: por último, proyectos nuevos y sustentables a sus diferentes escalas (edificio, barrio, ciudad y territorio) tienen como misión preservar y asegurar una buena calidad de vida para las generaciones venideras. Así, no solo se va formando una ciudad, sino que también una sociedad y una nación. Pues, un legado se hereda, se cuida y se construye para un día convertirse en el de otros. Un maravilloso proceso sin fin que debemos tener clara conciencia de no fracturar. VD Ss 3 2 lu] ES 8 8 Fa 9 z á É E E E.