Autor: GENARO ARRIAGADA HERRERA
COLUMNAS DE OPINIÓN: Primaria: el intento de arrancarse con el santo y la limosna
Primaria: el intento de arrancarse con el santo y la limosna ".. algunos dicen que de la primaria pasada no hay que preocuparse, pues no es más que una elección donde la atención está puesta en la simpatía, la cercanía. Están equivocados.
Sus resultados, si eran preocupantes, los van haciendo más inquietantes los que hoy declaran ser los administradores de esa victori los van haciendo más inquietantes los que hoy declaran ser los administradores de esa victori GENARO ARRIAGADA HERRERA Algunos dicen que de la primaria pasada no hay que preocuparse, pues no es más que una elección en tiempo de matinales, donde la atención está puesta en la simpatía, la cercanía. Están equivocados. Sus resultados, si eran preocupantes, los van ha= ciendo más inquietantes los que hoy declaran ser los administradores de esa victoria.
De partida, a medio año de las elecciones, una primaria en que votó el 8% del padrón sacó fuera de las opciones a candidatos que pertenecen al 30 o más por ciento de la nómina electoral.
De acuerdo con la ley, Jeannette Jara, al triunfar en una elección en que obtuvo el respaldo del 6%, no podrá ser desafiada por candidato alguno de los partidos Comunista, Socialista, PPD, Frente Amplio, FRVS, Humanista, Radical, Liberal. No se trata de negar consecuencias a las primarias, sino de argumentar que ellas no debieran tener efectos vinculantes, a menos que se acreditara una participación del 30.0 40 por ciento de los votantes inscritos. De otra manera, una interpretación abusiva de esos resultados puede dar origen a una peligrosa cadena.
Con el 6% de los sufragios: (1) impido todo otro competidor de mi partido o coalición; (ii) afirmado en este hecho asumo tener la última palabra sobre el programa de gobierno y sus encargados; y (ii) hago de este programa un instrumento para someter a los parlamentarios. Pocas veces someter a los parlamentarios.
Pocas veces un 6% del electorado ha entregado un premio mayor; tan grande que está permitiendo arrancarse con la santa y la limosna Visto desde otro ángulo, tanto poder, obtenido de modo tan súbito y a través de un mecanismo con graves fallas de construcción, puede acarrear a sus titulares los riesgos de una sobredosis; esto es algo que aplicado con mesura es bueno, pero que consumido a granel puede llevar a una gran derrota. Saliendo de la agobiante discusión sobre comandos, vocerías, lo que se viene hacia adelante es muy difícil. De partida, para pasar a la segunda vuelta, no solo hay que mantener la totalidad de la votación de la primaria, sino agregar unos dos y medio millones de votos. Ese camino, cuesta arriba, no se dará en el campo de la simpatía, sino en una lucha por construir propuestas para encarar problemas como seguridad; inmigración; crecimiento; igualdad; reforma política. Áreas donde la izquierda ortodoxa y los regímenes que la encarnan aparecen anquilosados tanto en ideas y programas como dañados en su credibilidad, dada su vinculación a gobiernos extranjeros dolorosamente fracasados.
En inmigración, por ejemplo, el país vive bajo la mayor afluencia de expatriados que haya conocido y aunque ese flujo no sea atribuible a un solo gobierno, en el imaginario colectivo ha quedado grabado como responsabilidad de la izquierda.
No es menos grave lo que ocurre con la seguridad ciudadana, donde esa izquierda ha reaccionado tarde y mal, haciendo posible que sus enemigos la hayan marcado a fuego como inepta para garantizar el orden público, débil, incapaz de crear un marco coherente para luchar contra la violencia y el crimen organizado. A este inventario de debilidades habría que agregar que los conceptos de democracia y derechos humanos originan profundos quiebres al interior de la coalición.
En economía los electores no determinarán su decisión por abstrusas discusiones sobre si el desarrollo debe o no estar guiado por la demanda interna, sino por lo que muestran Cuba o Venezuela, ejemplos brutales de ineficacia y destrucción de sus aparatos productivos.
El 6% que comentamos ha hecho revivir en los guardianes de la ortodoxia la idea de que ellos deben construir el programa, aunqueseanel sector dela coalición más contrarioa larenovación de las izquierdas y el más reacio a condenar las violaciones a la democracia, los derechos humanos y la racionalidad económica.
Es cierto que esos grupos que con porfía impulsan un proyecto de i quierda de viejo cuño, no tienen fuerza intelectual para abordar esa tarea, pero no hay que subestimarlos, pues son mayoría en la dirección del PC.
A los que participamos en la pasada primaria nunca se nos planteó que ello llevara, implícita, la obligación de respaldar un programa de gobierno que fuera elaborado en el Instituto Alejandro Lipschutz y teniendo como encargado principal a quien fuera, en la anterior campaña presidencial, jefe programático del candidato Daniel Jadue. Con errores y despropósitos como estos la izquierda ortodoxa, El Siglo, la directiva del PC, han empezado a construir un nuevo fracaso. fracaso. fracaso..