Iniciativa Carozzi Sinergia desarrollará pilotos de cinco startups
Iniciativa Carozzi Sinergia desarrollará pilotos de cinco startups Una de ellas busca disminuir el uso de agroquímicos en las plantaciones de tomates Iniciativa Carozzi Sinergia desarrollará pilotos de cinco startups MeLissa FORNO MeLissa FORNO programa de innovación CaEos Sinergia seleccionó a cinco startups para que implementen en la compañía sus programas pilotos durante este segundo semestre.
Las escogidas fueron: KranNanoburbujas, que desarrolla tecnologías de nanoburbujas para mejorar la eficiencia en diferentes procesos productivos; Revenew, que automatiza la planificación comercial con análisis inteligente de portafolios de productos en tiempo real; Unibaio, que crea micropartículas biodegradables para una agricultura más eficiente y sostenible; Artificial Dynamics (Go-Sharp), que aplica Inteligencia Artificial para optimizar la ejecución en puntos de venta; y EMMA, que utiliza Inteligencia Artificial para mejorar el uso de recursos energéticos en las CEDIDA uni Matías Figliozzi es el CEO de Unibaio. Accelerating the trans) Accelerating the trans) empresas, entregando recomendaciones prácticas y medibles.
Unibaio, empresa establecida en Argentina, desarrolló una tecnología que permite mejorar la eficiencia de los agroquímicos tradicionales, proponiendo su reducción para combatir su impacto medioambiental. "Comenzaremos con un piloto comercial con Carozzi para validar que los resultados que vimos en Argentina, Paraguay y Estados Unidos, se puedan replicar en Chile para optimizar el uso de fungicidas químicos en sus plantaciones de tomates", explica Matías Figliozzi, CEO de Unibaio.
En específico, detalla que a la compañía le propusieron aplicar un bioplástico de origen natural que obtienen a partir del caparazón de los langostinos de la Patagonia, denominado quitosano, en forma de polvo o aditivo, que se mezcla con los químicos a los cuales suelen recurrir para controlar las plagas en sus tomates. El quitosano también se encuentra en los insectos y hongos que atacan a las plantas. "Ellas evolucionaron para detectar ese biopolímero, cuando son invadidas, despertando su sistema de defensa.
Una de mis socias, Claudia Casalongue, -el cerebro detrás de esta tecnología estudió por décadas el mecanismo y hoy lo usamos como herramienta para que la especie vegetal tenga un rol activo en la entrega de los nutrientes y medicamentos que le damos, así podemos usar menos y tener mejores resultados", señala. "Funciona con una amplia variedad de cultivos y pesticidas, incluyendo el más usado del mundo: glifosato.
Si se obtienen los beneficios en la sanidad de las plantas y se reduce la cantidad de tomates afectados por el hongo, se escalará atoda la producción de tomates de Carozzi, buscando ocupar la menor cantidad de químicos posibles. Esperamos tener resultados antes de fin de año e implementarlo completamente en 2026", cuenta..