EDITORIAL: Magallanes y el desafío de la asistencia escolar
EDITORIAL: Magallanes y el desafío de la asistencia escolar EDITORIAL Magallanes y el desafío de la asistencia escolar “La pandemia dejó una huella preocupante en la asistencia escolar magallánica”. La Región de Magallanes enfrenta un desafio desafio educativo que resuena con panicular preocupación: la persistente alta inasistencia escolar y la lenta recuperación de sus índices tras el impacto de la pandemia. Cuando la educación es el motor del progreso y la equidad, equidad, esta realidad nos obliga a detenernos, analizar sus causas y, con urgencia, trazar caminos para revertirla. La inasistencia escolar, más allá de ser una cifra, es un espejo que refleja múltiples realidades. realidades. En Magallanes, donde las distancias geográficas, las condiciones climáticas y las particularidades socioeconómicas pueden ser más acentuadas, la pandemia actuó como un amplificador de brechas ya existentes. El prolongado periodo de educación a distancia, distancia, si bien necesario, evidenció y, en algunos casos, acentuó la desconexión de cienos estudiantes estudiantes con el sistema educativo.
Hoy, a pesar del retorno a la presencialidad, la inercia de la ausencia parece haberse arraigado en un segmento de nuestra población escolar ¿ Cuáles son las razones detrás de esta lenta recuperación? No existe una respuesta única, sino un entramado de factores. Por un lado, la salud mental de niños y adolescentes, y también de sus familias, ha sido duramente golpeada. La ansiedad, la depresión y el estrés post-pandemia pueden mermarla motivación para asistir a clases, afectando su bienestar generalysu capacidad de concentración. Por otro lado, persisten desafíos de conectividad y acceso a recursos en algunos hogares, que si bien no impiden la asistencia presencial, pueden haber generado un rezago académico que desincentiva el retorno regular. Asimismo, la percepción sobre la relevancia de la educación presencial pudo haberse alterado en algunos núcleos familiares, privilegiando privilegiando otras actividades o incluso el trabajo temprano en adolescentes. A esto se suma el desafio de reenganchar a estudiantes que, durante el periodo de clases remotas, perdieron perdieron el ritmo, el hábito de la rutina escolar y los lazos con sus pares y docentes. Para muchos, muchos, el regreso al aula puede sentirse como un esfuerzo abrumador Esta alta inasistencia no es un problema exclusivo exclusivo de la escuela; es una cuestión que interpela a toda la sociedad magallánica. Cada día que un estudiante falta a clases, se pierde una oportunidad invaluable de aprendizaje, de socialización, de desarrollo desarrollo de habilidades socioemocionales y de construcción de un futuro más promisorio.
El rezago académico que se genera impactará impactará no solo en el desempeño individual, sino también en las trayectorias de vida de nuestros jóvenes y, en última instancia, en el capital humano y social de nuestra región. Es imperativo que las autoridades regionales y comunales, los equipos directivos ydocentes de cada establecimiento, las familias y las organizaciones organizaciones de la sociedad civil trabajen de manera coordinada. Se requiere una estrategia estrategia integral que vaya más allá de la mera fiscalización.
Esto implica fortalecer los equipos equipos psicosociales en las escuelas, implementar programas de apoyo pedagógico diferenciado para nivelar aprendizajes, desarrollar estrategias estrategias de motivación y reencuentro con el sentido de la escuela, y, fundamentalmente, establecer canales de comunicación y apoyo cercanos con las familias, identificando sus necesidades y brindando soluciones.. - - -