CARTAS: La inseguridad en la agricultura
La inseguridad en la agricultura temory laangustiase han convertidoen diaria de muchos agricultores y ganaderos dela Región de La Araucanía.
He escuchado directamente sus relatos, en los que expresan el miedo constante a perder los campos que, por generaciones, sus familias han trabajado con esfuerzo y dedicación, transformándolos en tierras productivas que aportan al desarrollo de Chile. Nuestro país, reconocido como un importante exportador de productos pecuarios y agricolas, ve amenazada una de sus principales fuentes de abastecimiento, tanto para el consumo interno como para el mercado internacional. La inseguridad rural y la permanente amenaza deactos violentos, concentrados especialmente en La Araucanía, han socavado la confianza y la estabilidad de quienessostienen gran parte de la producción nacional. Durante el actual mandato del presidente Gabriel Boric, las promesas de mayor seguridad y respaldo a la agricultura han quedado en eso, promesas y declaraciones. Se ha otorgado larazón y comprensióna grupos que, bajoel argumento histórico de propiedad, realizan toas ilegales, atentados contra viviendas y maquinarias, y ocupaciones que vulneran el derecho a trabajar y vivir en paz. El nulo respaldo del Estado en materia de seguridad y la falta de acciones concretas ante esta urgencia resultan inaceptables. Gran parte del sector privado está en la agricultura, y debemos tener presente que en la economía chilena este sectores fundamental. Es a través deél quese producen la mayoríade los bienes y servicios, se realizan inversiones y se generan ingresos nacionales.
Por ello, lo mínimo sería que el Estado aporte seguridad, aclare las leyes y las haga cumplir con toda la dureza necesaria, de modo que podamos cultivar una agricultura segura, con una visión de futuro prometedora para todos los sectores y ámbitos del país. Como profesional del área pecuaria, alzolavoz en representación de muchos jóvenes que miramos con preocupaciónesta situación, pues de la agricultura y la ganadería dependerán nuestros futuros empleos y proyectos. Queremos un país donde las oportunidades sean justas y donde cada persona pueda disfrutar y trabajar aquello que con tanto esfuerzo ha construido. No es aceptable que quienes realizan aportes fundamentales a la nación sevean desprotegidos, mientras seotorga respaldo que fomentan la violencia. Las nuevas generaciones exigimos seguridad para un futuro agricola sólido, con oportunidades laborales y sin la constante incertidumbre de no saber qué ocurrirá conel sustento de nuestro mañana. Christian