Editorial: Región y su bajo nivel de ingresos
Editorial: Región y su bajo nivel de ingresos ese al dinamismo económico que históricamente ha exhibido Los Lagos gracias a sus actividades acuícola, agrícola y turística, la última Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) del INE ha revelado P un déficit en los ingresos de sus trabajadores. Los datos son claros: el ingreso mediano regional, de $599.524, se sitúa por debajo del promedio país de $611.200. Más notoria es la diferencia en el ingreso promedio, que en Los Lagos alcanzó los $728.365, muy lejos de los $897.019 a nivel nacional. Esta brecha, sumada al aumento del desempleo que la región ha acumulado este último año, plantea un escenario que requiere de acción. Es evidente que, dado el contexto productivo de la región, se necesita generar las condiciones para que los ingresos igualen, al menos, el promedio del resto del país. Para reducir esta disparidad, es fundamental abordar las brechas que la propia encuesta del INE visibiliza. La primera es la de género. La segunda, aún más significativa, es la de formación: los profesionales con educación universitaria perciben, en promedio, el doble que aquellos con educación secundaria. Estas diferencias no sólo reflejan una inequidad, sino que también limitan la productividad.
Una herramienta para enfrentar este desafio es la capacitación de la masa laboral y la certificación de competencias, lo que permite a los trabajadores mejorar sus habilidades, acceder a empleos de mayor calidad y, por ende, a salarios más altos, contribuyendo a cerrar las brechas. Este esfuerzo debe ir de la mano con medidas que impulsen la actividad económica. En este punto, el retraso en la ejecución de proyectos, documentado en informes sobre la llamada "permisologia", obstaculiza ese objetivo. El Estado debe ser un facilitador del desarrollo productivo, no un obstáculo. Agilizar los procesos de aprobación es clave para atraer inversiones, generar empleos y, de paso, aumentar los ingresos. Aunque mejorar el nivel de ingresos es una tarea de largo plazo, desde ya se deben ir generando las condiciones para que ello ocurra. Esto implica un esfuerzo coordinado para destrabar la actividad productiva, invertir en capacitación y promover la equidad de género. La Región de Los Lagos tiene el potencial de ser un motor de desarrollo. El desafio es pasar de la inercia de los promedios nacionales a la acción.. La capacitación y el destrabamiento de proyectos en Los Lagos pueden mejorar el escenario que dejó en evidencia el INE. E Editorial