Dossier violencia en Chile
Dossier violencia en Chile Y LATERCERA Sábado 21 de junio de 2025 j nm ti e Dossier violencia en Chile en Chile.
Dossier violencia en Chile VIOLENCIA EN CHILE EN CHILE VIOLENCIA EN CHILE ALDO MASCAREÑO, RODRIGO VERGARA Y NICOLE GARDELLA CEP/FONDO DE CULTURA ECONÓMICA CULTURA ECONÓMICA El Centro de Estudios Públicos (CEP) llevó a cabo una profunda investigación respecto de la seguridad del país, que plasmó en un libro que lleva por título Violencia en Chile. La fragilidad del orden social, que será lanzado la próxima semana. A través de este dossier se abordan a continuación algunos de los temas clave de este texto fundamental. Por A.
Tapia "La violencia y la ira nos acompañan desde siempre". Con esa premisa Leonidas Montes, director del Centro de Estudios Públicos, arranca el prólogo de un nuevo libro elaborado por el CEP y que lleva por título Violencia en Chile. La fragilidad del orden social, que será lanzado este miércoles 25 de junio en el auditorio de la institución.
El texto, editado por Aldo Mascareño, Rodrigo Vergara y Nicole Gardella, aborda la violencia en el país desde distintas dimensiones, con análisis, cifras y una serie de reflexiones de 31 académicos y expertos de diversas disciplinas.
Entre muchas tesis expuestas a lo largo de sus 544 páginas y 14 capítulos, el libro plantea que "en Chile, lenta pero visiblemente durante la última década, la función estatal de resguardo del orden público se ha visto debilitada de forma sensible.
En consecuencia, hemos experimentado en primera persona la fragilidad del orden social". Los autores dividen en tres períodos la violencia actual: el incremento de los hechos criminales registrados durante la segunda década del siglo, con "bombas en el Metro, asesinatos en La Araucanía y múltiples protestas nacionales y regionales"; la década actual dominada por el "estallido social", cuya "justificación la sostuvo en 2019 y la mantiene viva incluso hoy", y finalmente una era pospandémica con un incremento cotidiano de robos y asaltos, la delincuencia común cada vez más agresiva y redes de crimen organizado transnacional en diversos puntos del país.
De esta manera, la publicación del CEP es una exhaustiva investigación sobre ese proceso, una reflexión sobre la relevancia del control de la violencia para el bienestar común y una entrega de perspectivas sobre cómo se podría recomponer "nuestro frágil orden social". Para Nicole Gardella, coeditora del libro y directora de Incidencia Pública y Cátedras UAI, precisamente "el principal desafío que enfrenta Chile hoy es que el Estado democrático de derecho vuelva a ser garantía de un orden social que permita a las personas desplegar sus capacidades e intereses sin temor cotidiano por su vida, su propiedad y sus libertades.
Debido al incremento de la violencia y a su expansión en distintos ámbitos sociales (familia, escuelas, estadios, la calle, territorios rurales, barrios), estamos en un momento crítico para la legitimidad democrática, a un paso de que las personas se entreguen a "cantos de sirena" populistas y autoritarios que prometan orden total a cambio de nuestras libertades privadas y públicas.
Esto es lo que hemos llamado "la fragilidad del orden social'". El libro se subdivide en tres partes: "formas de violencia", "dimensiones del delito" y "política, Estado y castigo". Esa última parte explora la dimensión política e institucional de la violencia y la respuesta desde el Estado.
Precisamente, para el CER "en un Estado de Derecho no hay espacio para la violencia, para la apropiación del poder o para cambios por medios violentos". Violencia en Chile entrega también una serie de cifras de elaboración propia y otras fuentes que son necesarias para considerar.
Por ejemplo, en el capítulo sobre violencia escolar, Sebastián Izquierdo y Gabriel Ugarte exponen que en 2023 un 44% de estudiantes reportó haber experimentado al menos un tipo de victimización recurrente, mientras que en la parte que explora la violencia intrafamiliar se advierte que el 16,3% de las mujeres experimenta situaciones de violencia sexual, el 19% de las mujeres son víctimas de violencia psicológica y el 29% de quienes sufren violencia física denuncian el caso a la justicia.
En cuanto a los costos económicos asociados a la delincuencia, Leonardo Hernández, director alterno de Clapes UC y profesor asociado de la Escuela de Administración de la misma casa de estudios, apunta a que "si contabilizamos los costos directos, esto es, recursos que se gastan en prevenir (ej. alarmas y guardias), combatir y perseguir (ej. policías y cárceles), y como consecuencia directa de la delincuencia (ej. tratamiento de víctimas), el costo alcanza a 2,1% del PIB.
Esto significa que en 2025 gastamos, como mínimo, unos US$ 7.000 millones en todos estos ítems, recursos que ahorraríamos si no tuviéramos delincuencia". Junto a Marcos Balmaceda y Jorge Alfaro, Leonardo Hernández fue el encargado de escribir el capitulo sobre el costo económico de la delincuencia en Chile. Delitos violentos Para Mauricio Salgado, investigador del CEP, "ser víctima de un delito violento en Chile ya no significa solo ser asaltado. Hoy implica ser sometido, con brutalidad y bajo amenaza de muerte, a las demandas del victimario.
En la última década, esta experiencia se ha vuelto más traumática: hoy es más común que los victimarios actúen en grupo, sean muy jóvenes, usen armas de fuego y, mediante gritos y amenazas, dejen en claro que están dispuestos a usarlas.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en las encerronas y portonazos, donde el agresor necesita la presencia de la víctima para arrebatarle las llaves del vehículo y huir con él rápidamente". A juicio de Nicole Gardella, "la violencia no es solo física. Es también simbólica, psicológica, cotidiana. Cuando el poder público es débil, la violencia avanza en distintos ámbitos de sociabilidad y debilita las instituciones. Para hacer frente a esa "fragilidad", necesitamos instituciones que sean eficaces y que adviertan en detalle la complejidad del fenómeno.
Con un enfoque interdisciplinario y multitemático, este libro contribuye a conocer las bases de esa fragilidad". Salgado advierte que, "además, hoy esta violencia no queda contenida en la experiencia de quien la sufre: se propaga en los medios y redes sociales en imágenes y relatos, alimentando así una percepción social de inseguridad constante, como un peligro que amenaza a cualquiera.
Por eso, las personas responden adaptando su vida cotidiana: evitan ciertos lugares y horarios, se mantienen conectadas con sus seres queridos, invierten en seguridad y exigen más protección del Estado". La ruta del narcotráfico El libro también profundiza en el tráfico marítimo de cocaína a través de puertos chilenos. "Durante la última década, las organizaciones criminales han consolidado una ruta contraintuitiva y multimodal que se ha transformado en la principal vía del tráfico transnacional de cocaína en Chile.
Comienza con el ingreso de cocaína desde Perú y Bolivia al norte del país y combina trayectos terrestres, aéreos y marítimos hasta alcanzar puertos ubicados en el norte, centro y sur, como Arica, Iquique, San Antonio, Valparaíso, Coronel y Lirquén", indica Valeska Troncoso, académica e investigadora de la Universidad de Chile, de la Universidad de Santiago y del Centro de Estudios sobre Crimen Organizado Transnacional (CeCOT). "Desde allí, la cocaína es reexportada camuflada en contenedores con carga legal hacia Europa, Estados Unidos, Asia y Oceanía. Los destinos incluyen puertos como Rotterdam, Hamburgo, Gioia Tauro, Algeciras y Amberes, así como escalas estratégicas en países como Panamá o Jordania", agrega. Al mismo tiempo, el texto del CEP analiza, explora y reflexiona sobre el efecto de la migración en la criminalidad registrada en el país.
Así, en el libro se sostiene que a partir de 2018 se ha registrado un aumento en la proporción de extranjeros en las condenas, con un alza pronunciada desde 2021, para llegar a su peak en 2022 con un 7%. También hay un alza considerable en la relación entre la población extranjera y los homicidios, con una tendencia al alza desde 2020. Lo mismo ocurre con el factor de representación de los robos.
Para Fernando Bastidas, investigador asistente del Centro de Estudios Públicos y encargado junto a Rodrigo Vergara del capítulo sobre cómo afecta la migración a la criminalidad en Chile, "se ha visto que la incidencia de extranjeros en el total de delitos ha ido aumentando en el tiempo, aunque todavía están algo subrepresentados en relación a los nacionales.
Sin embargo, en delitos violentos, como homicidios, robos y drogas, la participación de extranjeros no sólo sube, sino que están sobrerrepresentados". Bastidas concluye: "Adicionalmente, se encontró un efecto causal entre la proporción de extranjeros y los delitos relacionados a robos y drogas. Es decir, a mayor cantidad de extranjeros se puede ver que aumentan este tipo de delitos".O.