Sobre la conciencia individual y la necesidad del cambio colectivo: ¿podemos aprender algo de las abejas?
Sobre la conciencia individual y la necesidad del cambio colectivo: ¿ podemos aprender algo de las abejas? COLUMNA OPINION Sobre la conciencia individual yia necesidad del cambio colectivo: podemos aprender algo de las abejas? No hay duda de que vivimos en la era de la individualidad exacerbada, donde las redes sociales nos invitan a construir una imagen cuidadosamente seleccionada de nosotros mismosydonde la cultura del “yo primeiv? parece predominar. En este escenario, lanoción de la conciencia individual puede parecer contradictoria con la idea de alcanzar el cambio colectivo. Sin embargo, esta aparente paradoja paradoja encierra una verdad proflmda es a través de una mayor conciencia personal que podemos nutrir y lbrtalecer nuestras instancias colectivas para abordarlos desaflos que enfrenta nuestro mundo. El desarrollo de la conciencia individual, como diría el psiquiatra suizo, Carl Jung, implica un viaje interno, no siempre placentero, de autoexploración y autoconodmiento. Significa mirar más allá de nuestras máscaras sociales y nuestras proyecciones externas, y enfrentar honestamente nuestras emociones, pensamientos y motivaciones más profundas. Al cultivar esta conciencia, nos volvemos más lúcidos sobre nuestras acciones, elecciones yíbrnias de Vida, las que impactan no sólo en nosotros mismos, sino en el mundo que nos rodea. En un nivel superficial, la cultura contemporánea puede sugerir que la conciencia individual nos aleja del colectivo, fomentando el narcisismo desmesurado. Sin embargo, esta visión es incompleta. La verdadera conciencia indMdual va más allá del egoyse extiende hacia la empatía, la compasiónylaconexión con los demás. Nos permite reconocer nuestra interdependencia con la humanidad, con la naturalezayel planeta, impulsándonos a actuar en consecuencia.
En este contexto, resulta válido preguntarnos ¿ por qué la tan valorada autoconsciencia ha sido incapaz de elevarnos a una “edad dorad dorad de la cultura? Al parecer, una porción del problema se relaciona con que los intereses económicosypoliticos amenudo parecen dificultarlaimplementación de soluciones efectivas alas necesidades globales. Basta con ver las motivaciones prácticas que hay detrás las guerras, fuera de toda ideología politica.
Por otro lado, la ciencia, envuelta una espiral ciegadeproductividad, parece aratos naufragarante naufragarante el notable aumento de conocimiento acumulado, en un mar tormentoso que le muestra su imposibifidad para transformarla realidad profunda del mundo, democratizar el conodmientoycubrir las necesidades urgentes de nuestro tiempo.
En el informe “Global Trends in Climate Change Legislation and Litigation 2021» publicado porthe Grantham Research Institute on Climate Change and the Envimnment, se menciona que entre el año 1990 yel 2019, se publicaron más de 200,000 papers sobre cambio dimáticoysostenibffidad en revistas académicas.
Sin embargo, las góndolas delos supermercados siguen llenas de plástico yla matriz de combustibles fósiles es prioritaria enla industria a gran escala. ¿Qué podemos hacer entonces? Uno aspecto, al menos, en que podemos incidir es en educar en la conciencia de sí, los derechos y las libertades indMduales, mostrando que dichas ganancias no tienen que entraren contradicción con las necesidades colectivas. Sifuéramos Sifuéramos capaces de comprometernos, seriamente, con laprácticayformación dela conciencia indMdual, también podríamos desarrollar una mayor sensibilidad hacia las injusticias desigualdades yproblemas que afectan a nuestro mundo. Nos volveríamos genuinamente másconscientesdelanecesidaddecambiossistémicosycolectivosparaabordarlascuestionesurgentesdemaneraefectiva. Dichaconciencia, másconscientesdelanecesidaddecambiossistémicosycolectivosparaabordarlascuestionesurgentesdemaneraefectiva. Dichaconciencia, no sólo nos motivaríaatomar medidas individuales para mejorar nuestras comunidadesynuestro entorno, sino que también nos impulsaría a unirnos con otros para impulsar un cambio más significativo.
Sostengo, por tanto, que la conciencia individual, es la base sobre la cual construir instancias colectivas para el cambio, pues cuando múltiples individuos se comprometen con la práctica de la autoconciencia, la empatía, la compasiónyel crecimiento personal, se crea un terreno fértil para la colaboración, la solidaridad yla acción colectiva.
En lugar de verse como competidores en una carrera por el éxito individual, las personas se veríanasí mismas como partes interconectadas deuntodo más grande, cada una con un papel importante importante que desempeñar enlacreación deun mundo más justo, sostenibleyequitativo.
Pero eso necesita ser educadoyconstruido conla delicadezay dedicación con quelas abejas forman su panaL Significa tomar tiempo para reflexionar sobre nuestras acciones, examinar nuestros privilegios y prejuicios, y estar dispuestos a enfrentar las verdades incómodas sobre la sociedad enla que vivimos. La historia nos enseña que algunos de los movimientos de cambio más poderosos y transformadores han surgido de la concienciaindMdual concienciaindMdual elevada aniveles colectivos. Desde el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos hasta las protestas por lajusticia dimática en todo el mundo.
El gran cambio a menudo comienza con indMduos que se niegan a aceptar el status quo y que se unen para exigir una mejoría, ya sea a través de organizaciones comunitarias, artísticas o educativas que promuevan politicas donde cada uno tenga el poder personal de contribuir al movimiento hacia un futuro más justo y sostenible. En última instancia, la paradoja delaconciencia indMdual nos recuerda que el camino haciaelcambio colectivo también puede partir enlo íntimo y profundo de cada uno, tal como el rizoma de una planta.
Ojalá, en este momento del mundo, pudiéramos serun poco más colaborativas, tal como las abejas que incansablemente trabajan para dar vida continua al panaL Lamentablemente, hoy en día las abejas, tal como los grandes movimientos sociales del pasado que generaron movimientos en fisvor de la paz, la igualdad, la belleza ola justicia, también están en extinciónyparece no haber esfuerzos suficientes entre los humanos para mantenerlas enelvuelo polinizador que mantiene la vida sobre la tierra. Dr. Pedro Salinas Quintana Académico dela Facultad de Medicina, U. Central;1].