¿Qué puede hacer, o no, el Ejército de EE.UU. en el metro de Nueva York?
La medida ordenada por la gobernadora de ese estado para bajar la sensación de inseguridad es cuestionada al no existir un protocolo sobre las facultades que tendrán los efectivos militares desplegados en las estaciones del tren subterráneo. Por Pablo Rodillo M. Os semanas gobernadora del estado de Nueva York, la demócrata Kathy Hochul, sorprendió a todos.
Anunció que desplegaría a la Guardia Nacional (la reserva estatal del Ejército de EE.UU. ) en las estaciones de metro de la ciudad de Nueva York para así aumentar “la sensación de seguridad” de los habitantes de la Gran Manzana, hoy abrumados por la delincuencia. Una medida que adoptó el 6 de marzo pasado a pesar de que los delitos en la ciudad habían mostrado una baja respecto al año anterior.
“Pero la percepción de la gente del peligro en el metro alcanzó un punto de fiebre tal vez no visto desde los malos viejos tiempos de la década de 1980 y principios de los 90, cuando el crimen violento realmente alcanzó su punto máximo”, aseguró The New York Times. Y como era de esperar, la puesta en marcha del plan ha generado largos debates en la ciudad. Éstos van desde el sacrificio de la libertad por mayor seguridad hasta los protocolos que tendrán que cumplir los uniformados de la reserva del Ejército estadounidense en ese estado.
“¿ Están capacitados (los soldados de la Guardia Nacional) para entrar al metro y ayudar con todos los procedimientos de seguridad con los que la policía de Nueva York sí está capacitada?”, se preguntó Bill Bratton, quien se desempeñó dos veces como jefe de policía neoyorquina. Según el plan de la gobernadora, 750 miembros de la Guardia Nacional de Nueva York y 250 policías estatales se han dispersado por las más de 470 estaciones que tiene la ciudad.
Sin embargo los funcionarios encargados dela seguridad en la Gran Manzana no han informado qué protocolos se les entregó a los miembros de la Guardia Nacional para responder a diferentes tipos incidentes que se puedan dar en el metro.
En vez de eso, la gobernadora dijo a la prensa que parte del objetivo principal del despliegue era evitar el ingreso de armas al sistema de transporte subterráneo y que para ello se cumpla, los soldados podrán hacer revisiones aleatorias de bolsos y mochilas a los pasajeros que quieran usar el metro. Una revisión que no es obligatoria, pero que tiene un pero.
La máxima autoridad estatal aseguró que sí una persona no quiere ser revisada, la cual está en todo su derecho, los militares apostados no la dejarán ingresar al andén y tendrá que devolverse, Y si insiste, podría ser arrestada. Otra de las funciones que tendrán los soldados es que, apostados a un lado de los torniquetes del metro, buscarán disuadir otro problema que aqueja al transporte subterráneo neoyorquino: la evasión del pasaje.
Así, ante la presencia de delitos comunes, como saltarse el torniquete, una Polémico despliegue militar por seguridad denuncia de acoso sexual al interior de un vagón o un lanzazo, los soldados apostados tendrán que comunicarse con el policía más cercano para proceder a la detención. Esto porque la Guardia Nacional no tiene el poder para arrestar a personas. “Solo podrán detener a un sospechoso si hay una amenaza real inminente”, aseguró la gobernadora, sin dar más detalles. La llegada de la Guardia Nacional al Metro de Nueva York ha generado dudas. Y hay muchos cabos sueltos todavía al no existir un protocolo oficial, al menos uno que se haya dado a conocer públicamente por las autoridades de ese estado.
Keith Taylor, exsargento de la policía de Nueva York y profesor del John Jay College of Criminal Justice, dijo que la presencia de los soldados en el metro claramente podría hacer que algunas personas se sientan más seguras. Sin embargo, agregó, quedan muchas preguntas sin responder, como por ejemplo sobre si los soldados pueden usar la fuerza. “Si alguien saca un arma, ¿se le permite dispararle o solo se le permite hacer eso a polise preguntó. Y hay más cuestionamientos. Según él, los miembros de la Guardia Nacional no conocen la ley de la ciudad de Nueva York como la conocen los oficiales de la policía, incluyendo lo que constituye o no un arma. “No saben si un cuchillo de tres pulgadas es legal o no en el metro, por ejemplo”, aseguró. “Además, las armas generalmente se llevan en la cintura o en los bolsillos, no en las mochilas”, agregó.
Más dudas: “De haber un incidente o emergencia además no está claro cómo los oficiales de la policía y los soldados podrán comunicarse entre ellos por radio, ya que usan canales distintos. ¿Y quién estará si pasa algo? ¿ Están capacitados los militares en la técnica del uso de las esposas?”, se preguntó Bratton, el exjefe de la policía de la ciudad. “Es esencial que tengas eso claro para que no hayan cuestionamientos después. Tienes que tener cuidado de cubrir todas las bases”, agregó.
Hannah Meyers, directora de Seguridad Pública en el Instituto de Manhattan, que además trabajó cinco años con la Oficina de Inteligencia de la policía de Nueva York, dijo que “está bastante claro que la gobernadora no consultó a ninguna aplicación de la ley antes de lanzar este plan”. La gobernadora tampoco ha informado cuánto tiempo se quedarán los militares en las estaciones de metro.